Jesucristo no quiso dialogar con todos

|

Jesucristo

Por su interés, ante tanta utilización interesada que se hace del diálogo, extractamos un epígrafe de la última entrada del blog de Don Manuel Guerra sobre la masonería.

Jesucristo es nuestro «modelo», al que debemos mirar para imitarle y nuestro «molde», en el cual debemos vaciarnos y diluirnos para reproducir su imagen, la del Hijo de Dios resucitado. El doble significado profundo de estas dos metáforas: «modelo-molde», en el Nuevo Testamento, se expresa por una sola palabra griega «morphé» y su traducción latina «forma», presente en verbos de tanto calado espiritual como «conformarse, transformarse, deformarse». Precisamente la Hostia santa se llama también en castellano «sagrada Forma», porque «conforma» la existencia eucarística del Señor.

No se dialoga por dialogar; hablar por hablar carece de sentido. En nuestros días, en los que el diálogo se ha puesto de moda, no pocas veces dialoga así y así a veces se «pierde» al menos el tiempo, incluso en el diálogo interreligioso. Para la masonería, el diálogo jamás es una «perdida» del tiempo, sino la piedra clave de su «método», y este es uno de sus principios, seguramente el principal y ciertamente la raíz de su relativismo. «La masonería no es una filosofía, ni una doctrina, ni una institución didáctica, sino simplemente un MÉTODO» (Javier Otaola Bajeneta, La Masonería hoy. Razón y Sentido, Aramburu Editor, San Sebastián 1996, 73. «Método» en mayúsculas en el original. El autor ha sido Gran Maestro de la Gran Logia Simbólica de España-1997/2000-, presidente de la Internacional Masónica CLIPSAS. Es miembro  del Supremo Consejo del RitoEAA 33º para España). «El método del diálogo, sin toma previa de partido y en igualdad de derechos para todos los participantes, es esencialmente el método de trabajo no solo de los masones entre ellos, sino de todas las logias, cada día de su existencia» (Jacques Mitterrand, La politique des Françs-Maçons, Roblot, Paris 1973, 154; el autor -familiar, no hermano, de François, presidente de la República francesa-  fue Gran Maestro del Gran Oriente de Francia en los años 1962-1964 y 1968-1971. En este libro se muestra tolerante con todos, menos en lo referente a la Iglesia católica, a su doctrina e historia). El método masónico obliga a «poner en cuestión» las propias opiniones y creencias y aceptar la posibilidad de que sean declaradas falsas  si son superadas por razones más sólidas,  por mayor fuerza dialéctica o por mayoría de votos. ¿Es aconsejable el diálogo oficial de los católicos con interlocutores practicantes del «método» masónico?

4.1. ¿Con quién dialoga Jesucristo?

El hombre «tiene relaciones». Dios -cada persona divina- no tiene, «es relación» en la trinitaria eternidad dialogal de «Dios que es Amor» (1Jn 4,8,16). El Hijo de Dios, hecho hombre, Jesucristo, siguió dialogando con su Padre siempre, pero de modo exclusivo en ratos largos de oración al amanecer, al anochecer y a veces durante noches enteras. Jesucristo dialogó con los representantes de la Ley y de los Profetas (Moisés y Elías en el Tabor); también con su Madre, la Virgen nmaculada, y con su padre legal: san José. Jesucristo dialogó mucho también con sus Apóstoles antes y después de la resurrección. Los había elegido precisamente para que  convivieran con él, conversaran con el y colaboraran con él. Nótese que son tres verbos dialogales en virtud de su preverbio: «con-«. Jesucristo dialogó asimismo con sus amigos (Lázaro, María, Marta); con un  fariseo y miembro del sanhedrín: Nicodemo. Jesucristo dialogó con los indigentes de salud corporal, psíquica y sobrenatural: los enfermos y sus familiares, el Buen Ladrón, los publicanos que eran pecadores públicos por su colaboración con la potencia dominadora, Roma (Mateo, Zaqueo), con las pecadoras por debilidad humana o por circunstancias de la vida (la samaritana, la adúltera), etc.

4.2. ¿Con quién no dialogó Jesucristo?

Jesucristo quiso dialogar con algunos y lo hizo. A su vez, no dialogó con otros muchos porque no tuvo ocasión, con algunos porque no quiso. Jesucristo no quiso dialogar con Herodes «que hacía bastante tiempo que deseaba verlo (…). Le hacía muchas preguntas con abundante verborrea, pero él no le contestó nada». Decepcionado, mandó ponerle la vestidura típica de los locos (Jn 23, 8-11). La chiquillería le acompañaría gritando ¡loco, loco!, y era el Logos, el Verbo, la Palabra de Dios. Antes Jesucristo había llamado «zorro» a Herodes. Si en nuestros días un obispo llamara así a un rey, jefe de Estado o presidente de un Gobierno, ¿no le tacharían al menos de «imprudente, no dialogante»?

Jesucristo dialogó algo con Poncio Pilato, pero poco. «Como no contestaba a ninguna pregunta, el gobernador estaba muy extrañado» (Mat27,14). Tampoco dialogó con el Mal Ladrón. Jesucristo propiamente no dialogó con los miembros del sanhedrín, el organismo de gobierno del pueblo judío, integrado por los sumos sacerdotes, los ancianos y los escribas, o sea, los representantes de la aristocracia sacerdotal o sagrada, laical nobleza de la sangre e intelectual (expertos en la Ley). Habla con ellos, pero, más que dialogar, los reprende, los desenmascara y corrige  su legalismo rutinario sin amor ni misericordia.  Tampoco dialoga con los ricos si ponen su confianza en el dinero, idolatrándolo. Puede decirse que Jesucristo no dialoga con los poderosos, sino con los senclllos y transparentes, capaces e tener fe en él, de confiar en Dios, de fiarse totalmente en él.

4.3. ¿Jesucristo habría dialogado con los masones?

El lector puede sacar las conclusiones oportunas de toda la exposición anterior. Desde otra perspectiva, inversa si se quiere, ¿la masonería abre ahora las contraventanas para que entre la luz del Sol e ilumine su habitación interior?

La masonería o no cree en Dios (posibilidad en la liberal o francesa: Grandes Orientes) o, si cree (obligación en la regular o inglesa: Grandes Logias), lo llama Gran Arquitecto del Universo, conceptualizado de un modo deísta, indefinido, abierto al cualquier forma de entenderlo, en el cual -como en el Dios de los filósofos- «se piensa, pero al cual no se ora ni se adora» (Manuel García Morente). Con el agravante de que, cuando en 1952 se descubrió la «Palabra Perdida» (presente en tantos rituales y grados) resulta que era «Jahbulón», sincretismo de «Yahveh» (religión israelita), «Bul/Baal» (religión de los cananeos) y «On» (religión egipcia del dios Ra/Sol), se armó tal escándalo que provocó la baja airada de muchos, especialmente clérigos anglicanos. ¿Por qué los masones siguen hablando del Gran Arquitecto del Universo y nunca de Jahbulón, como antes de 1952 (cf. M. Guerra, La trama masónica, Styria, Barcelona 2006, 133-137, 141-144).

Jesucristo es Dios verdadero y hombre perfecto, persona y personaje histórico. La masonería ni lo cree ni acepta su historicidad y hasta silencia la palabra misma: «Jesús de Nazaret, Cristo, Jesucristo». No es lógico que, en los documentos y libros de uso interno o masónico, ni siquiera se le mencione, a pesar de estar escritos en el contexto sociocultural cristiano. Todavía no se ha despejado el interrogante paradójico de un documento básico de la masonería (las Constituciones de Anderson) redactado por pastores protestantes, cristianos, que silencian  al Nuevo Testamento e incluso a Jesucristo, mientras se presenta como un centón de nombres veterotestamentarios en bastantes de sus páginas. Más aún de la Biblia judía (Antiguo Testamento) están tomadas las «palabas de paso» o contraseña que debe decirse para que le permitan entrar en la logia, también las palabras sagradas (la que, en la iniciación, el Vigilante comunica al oído -o sea, en absoluto secreto- y letra por letra, también el nombre divino). La palabra de paso es distinta en cada grado; la sagrada a veces. Todos los nombres propios que figuran en los rituales de los grados están tomados del Antiguo Testamento (45 en los grados del 4º al 14º; pueden verse en Masonería, religión y…, 162-163. LeónZeldis Mandel, Soberano Gran Comendador del Supremo Consejo del Gado 33º para Israel, ha consignado 248 palabras hebreas: AT., cf. su libro Horizontes masónicos, Córdoba 2009, 23-34,aunque con alguna anomalía para «evitar la posibilidad de revelar secretos»).

Más aún, en los numeroso textos masónicos que he manejado, en la datación  cronológica, sustituyen «a. C./d. C.» («antes/después de Cristo») por «E. C/a. EC» («Era común/antes de la Era común»), también «e. m» y «a. L» («era masónica, año de la luz»), que añade 4000 años a la era cristiana reflejando la cronología judía, que pone 4000 años entre la creación de la luz/universo y el nacimiento de Cristo (Gen 1,3ss.,). Parece como si padecieran de alergia de la palabra «Jesucristo», pues se limitan a omitir esta palabra, no el nacimiento de Jesucristo como bisagra la datación cronológica. El uso de esta datación va incrementándose, también en publicaciones de temas no masónicos y de venta al público.

Por su parte, el Diccionario enciclopédico de la Masonería del masón Lorenzo Frau Abrines (edit. Valle de México, I, México D. F. 1976, col. 640B) dedica al término «Jesucristo» dos líneas de una columna (no página): «Encarnación en del Dios de los cristianos, cuyo martirio y muerte sirve de mito a las ceremonias de los Rosa Cruz». Muy pocas líneas y cuajadas de inexactitudes teológicas. En cambio, dedica 451 líneas al dios mitológico hindú Rama y muchas más que a Jesucristo a cualquier masón del cual ya casi nadie se acuerda, por ejemplo: a Prim  (47  líneas), Manuel Azaña (83), Juan A. Ríos, presidente de Chile en 1941-1946 (425 líneas), G. Washington (1293). Piénsese  en el masón Hermann Samuel Reimarus (1694-1768) que fue el primero en negar la resurrección de Jesucristo en la modernidad (sus obras fueron publicadas póstumamente por el también masón Lessing).

En la contraportada del libro Masonería, religión y política se lee: «Era de noche. Imprevistamente la luz se apagó. Un grito estalló en la obscuridad. No recuerdo quién lo lanzó, pero todavía me estremece: `¡Están cambiado el agua de la pecera sin que los peces se enteren!´. Sin ser conscientes de ello los creyentes, el paradigma religioso, especialmente el cristiano tradicional de los países occidentales (Europa, América) y occidentalizados (Filipinas, Australia) está siendo sustituido por otro relativista, sincrético y laicista con el diálogo conducente no a la verdad objetiva, sino al consenso,  o sea, el paradigma masónico y, por lo mismo, indigente de Jesucristo y de una nueva evangelización». El socavón en la carretera siempre será un peligro para los vehículos y sus ocupantes. Evidentemente ese peligro disminuye si se le señaliza adecuada y llamativamente. ¡Por favor, no eliminen esas señales de tráfico peligroso!.

Extraído de la bitácora de D. Manuel Guerra sobre la masonería, que pueden leer íntegra aquí.

Ayuda a Infovaticana a seguir informando

Comentarios
0 comentarios en “Jesucristo no quiso dialogar con todos
  1. La masonería no tiene ningún interés de dialogar con Cristo. De hecho para ellos es «ese hombre» que hay que desaparecer de la historia.
    Ahora Jesucristo diálogo con todos, pecadores y fariseos y maestros de la ley.
    Si a Herodes no le contesto fue porque sabía que él no era sino un títere del Sanedrin, y de Pilatos, donde si contesto.
    Los orgullosos y pedantes creídos de sí mismo que lucen a quien saludar y a quien dar su tiempo no entrarán en el reino de los cielos, y eso se lee en toda la Biblia!!!

  2. La falta de diálogo puede significar debilidad. A Jesús Cristo le fue revelada la verdad sin estar manchado por el pecado original, esto le permitia ver el alma humana y descirnir con quien hablar o no. Nosotros tenemos que templarnos con el debate, teniendo como referente al Maestro Jesús Cristo, sin temer a nuestro contertulio.

  3. Si el contertulio es el diablo..pues si le tendre miedo..porque el un angel muy poderoso ..y ademas esclavo de la mentira con gran envidia de los pequeños con Fe y Amor.

  4. Jesucristo tampoco dialoga con la lujuria y en particular con los sodomitas. Especialmente clarividente es su silencio en el palacio de Herodes, rodeado de sodomitas como se muestra en la película de La Pasión de Gibson.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

 caracteres disponibles