Una encuesta difundida por el Instituto Datafolha ha revelado que la mayoría de los brasileños se opone al aborto, aún en los casos en los que el bebé presenta microcefalia. El pasado mes de febrero, la ONU pidió a los gobiernos de los países afectados por el Zika que garantizaran a las mujeres el acceso al aborto ante la posible relación entre el virus y la microcefalia en bebés recién nacidos. Asimismo, la organización recomendó dejar sin efecto las normas y medidas que restringían “el acceso a servicios de salud sexual y reproductiva”, es decir, aquellas que no permitieran el aborto salvo supuestos. Sin embargo, una encuesta de opinión realizada por el Instituto Datafolha muestra que la recomendación de la ONU está lejos de la voluntad de los brasileños. Según esta encuesta, la mayoría de los ciudadanos de Brasil está en contra de legalizar el aborto e incluso de hacer una excepción y permitir que aborten las mujeres víctimas del virus del zika. Según los datos del Instituto Datafolha, el 58% de los encuestados rechaza que las embarazadas con el virus puedan abortar a sus hijos. El 32% sí se mostró favorable a despenalizar el aborto en este caso y el 10% no quiso dar su opinión al respecto. En el caso de que se diagnosticara microcefalia al niño antes de nacer, el 51% de los encuestados se sigue mostrando en contra del aborto y el 39% a favor. Desde que comenzó la crisis sanitaria producida por la extensión del virus, han ido en aumento las presiones a los gobiernos que aún defienden el derecho a la vida para que legalicen el aborto. De esta forma, en países como Colombia, Brasil o El Salvador se está proponiendo acabar con la vida de los niños no nacidos cuyas madres estén infectadas por el zika para ahorrarles las consecuencias del virus, aun cuando la relación entre la enfermedad y las malformaciones en los bebés recién nacidos no ha sido demostrada de forma definitiva. A pesar de las críticas de la comunidad internacional, varios gobiernos latinoamericanos han salido en defensa de su legislación, que todavía protege el derecho a la vida de los no nacidos. El ministro de Salud de Brasil, Marcelo Castro, ha señalado que “la legislación brasileña solo permite el aborto en tres situaciones, que no incluyen esa (la de microcefalia)”. El Papa Francisco, por su parte, en el vuelo de regreso a Roma, al ser preguntado sobre el problema respondió que «el aborto es un crimen» y «un mal absoluto», semejante a «lo que hace la mafia».
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