El Gobierno del país ha exigido a los operadores de mensajería instantánea que retiren los emoticonos LGTB ya que ‘atacan sus principios y creencias religiosas’. “Este tipo de contenidos no están autorizados en Indonesia en virtud de nuestros principios culturales y normas religiosas, y los operadores deben respetarlo”. Estas han sido las rotundas palabras de Ismael Cawidu, el portavoz del ministerio de Comunicación e Información del país asiático. Estas palabras sentencian la postura de los servicios de mensajería instantánea de Line y Whatsapp, que en un gesto de apoyo a la comunidad LGTB, han introducido en sus servicios emoticonos con temática homosexual. Asimismo, el ministro ha declarado que «estas cosas pueden considerarse como algo normal en algunos países occidentales, pero en Indonesia es prácticamente imposible». El gobierno indonesio ha exigido a las compañías de mensajería instantánea como Line y Whatsapp que retiren estas imágenes en las que se pueden ver a personas del mismo sexo de la mano, dándose un beso o junto a unos niños representando una familia. En caso de que no se cumpla esta orden, se planteará prohibir estos servicios en todo el país. Esta petición ha causado una gran indignación y revuelo entre distintos colectivos, como es el ejemplo de la organización Human Rights Watch (HRW), que ha instado al presidente de Indonesia, Joko Widodo, a que defienda los derechos del «colectivo atacado».
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Es increíble que países como Indonesia puedan dar alguna lección a «occidente», pero en este caso nos la dan. Es lo que tiene haber traicionado a Cristo, a la Naturaleza que creó, a la Razón (más elemental) que nos dió y a la Civilización Cristiana que sobre El se edificó. Y por aquí creen que les «fascina» la sociedad occidental. Panda de atontaos.
Bravo por Indonesia….. La verdad me alegro de que no se me hayan actualizado, para tener eso en el móvil prefiero no tener móvil.
Eso, eso, a mudarse todos a Indonesia!!
Madre mía. ¿Estáis llorando por unos míseros iconos? Cualquiera diría que verlos os queman los ojos. También hay una iglesia y no he visto a nadie no-cristiano quejarse. La cuestión ya es llorar, victimizarse e ir de mártir por la vida.