El presidente de la Conferencia Episcopal alemana ha asegurado que la acogida en esta crisis migratoria no es sólo una cuestión «de caridad, sino también de razón». El cardenal Reinhard Marx, presidente de la Conferencia Episcopal alemana ha llamado a la prudencia en relación a la acogida masiva de refugiados dentro de las fronteras del país en una entrevista concedida al diario Passauer Neue Presse. Marx ha declarado que «Alemania no puede acoger a todos los necesitados del mundo» y ha abogado por restringir la acogida. «Necesitamos reducir el número de refugiados en Alemania», ha asegurado el prelado. En la actual crisis migratoria que afronta Europa, la acogida de refugiados no es tan sólo una cuestión «de caridad, sino también de razón», en opinión del presidente de la Conferencia Episcopal alemana. El prelado también ha expresado su preocupación por el aumento de la xenofobia en el país después de las agresiones masivas que se produjeron en la ciudad alemana de Colonia el pasado 31 de diciembre. La crisis que vive el país germano a causa de la llegada masiva de refugiados ha despertado la preocupación por fortalecer los controles en las fronteras. Frauke Petry, líder del partido Alternativa para Alemania (AfD), llegó a sugerir que «si fuera necesario» habría que amenazar con disparar a los refugiados que intenten entrar en Alemania de forma ilegal. Esta situación ha llevado a la canciller alemana, Angela Merkel, a reclamar a Turquía un mayor compromiso para contener la llegada de refugiados. Asimismo, los gobiernos turco y alemán se han unido para pedir a la OTAN que se implique en el control de las fronteras europeas. La política de «puertas abiertas» del gobierno de Merkel ha llevado al país a una situación insostenible, tal y como denuncian desde la oposición. La gravedad de las agresiones producidas en Colonia el pasado mes de diciembre y la detención de un falso refugiado que planeaba atentar en Alemania ha provocado que el ministro de la Cancillería y coordinador para política de refugiados, Peter Altmaier anunciara la intención del gobierno de expulsar a los refugiados que delincan. «Estamos negociando con Turquía y otros países la expulsión de estos refugiados», informó Altmaier, desvelando el propósito del Gobierno de devolver a estos refugiados al país a través del cual llegaron a territorio de la Unión Europea (UE), en caso de que no sea posible su expulsión al suyo de procedencia.
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