A sus 11 años, la iraquí Mirna Hana se ha visto obligada a ser refugiada en el Líbano después de que los terroristas del Estado Islámico prometieran secuestrarla y asesinarla. Escapó de las garras de los asesinos del Estado Islámico y ahora conmueve al mundo con su voz. Mirna Hana, a sus 11 años, ha conseguido revolucionar las redes sociales con su participación en el programa La Voz Kids en el Líbano, donde ha encandilado a los espectadores con su voz y su dramática historia. Mirna es una iraquí refugiada en el Líbano, obligada a abandonar su hogar en Bagdad para no ser asesinada por el ISIS. Los terroristas habían jurado secuestrarla, torturarla y asesinarla y sólo su huida precipitada al Líbano ha logrado que cambie su suerte. “Al llegar al Líbano mi papá me dijo que el ISIS quería secuestrarme y matarme. Me sentí muy asustada esa noche y desde entonces no he podido dormir sola”, cuenta Mirna en declaraciones recogidas por el Daily Mail. Hace ocho meses, ella y su familia hicieron las maletas y abandonaron su tierra natal huyendo del horror sembrado por el fundamentalismo islámico. Al verla cantar en una actuación que ha dado la vuelta al mundo gracias a la plataforma YouTube y ha emocionado a millones de personas, pocos imaginarían el sufrimiento del que ha escapado a duras penas esta niña, a la que sólo le quedan las canciones para recordar el que fuera su hogar en Irak. La pequeña refugiada, a la que muchos conocen como «la princesa de Babilonia», ahora vive su sueño de cantar en La Voz Kids y mostrar al mundo «que Irak no es sólo la guerra», a pesar de la amenaza que aún pesa sobre ella de ser cruelmente asesinada. Un temor que acompaña cada día a su padre, Anwar Hana, que hasta el momento en el que su hija recibió la amenaza del ISIS trabajaba para el Gobierno iraquí. «Ellos nos amenazaron con secuestrar a nuestra niñita, así que vinimos aquí», relata Hana, visiblemente conmocionado. «Todo el mundo conoce las dificultades de Irak, del Estado Islámico y cómo matan, asesinan a la gente y cómo les quitan sus casas», explica este padre de familia que ha tenido que contemplar cómo se convertían de la noche a la mañana en refugiados en un país extraño.
Ayuda a Infovaticana a seguir informando