El secretario de Estado de la Santa Sede explica el proceso de adaptación del Santo Padre a la vida de la curia romana. El día que quiso cambiar de gafas, el Papa Francisco salió de la Ciudad Vaticana para comprar solo unas nuevas, obviando todos los protocolos de seguridad. Este gesto es una muestra de que en ocasiones al Santo Padre le cuesta vivir en el Vaticano, según ha afirmado el secretario de Estado de la Santa Sede, Pietro Parolin, en una entrevista al programa televisivo La Strada dei Miracoli. “Incluso el Papa tiene cierto deseo de escapar del Vaticano”, aseguró el cardenal, aunque también aclaró que el Santo Padre cada vez de adapta mejor a la vida como pontífice. «Ha tenido que irse adaptando poco a poco a la vida de la Curia», ha declarado Parolin, al tiempo que no ha dudado en señalar que Francisco siempre ha gozado de «auténtica y gran libertad». En opinión del secretario de Estado de la Santa Sede, el hecho de mudarse a la Casa de Santa Marta ha permitido al Papa sentirse más cómodo. «Eso le ha ayudado a sentirse más en casa», ha afirmado el prelado.
Ayuda a Infovaticana a seguir informando
Carencias psicológicas que todos tenemos aún cuando se sea papa o rey. Adaptarse no les resulta igual de fácil a unas u otras personalidades y va unido al «cobro» por el cargo.
Esa misma realidad la han vivido (y he oído testimonios de primera mano por ejemplo con respecto a JPII) muchos pontífices. Antes, entre otros nombres que se le daban a los pontífices, estaba el de «prisionero del Vaticano». Tampoco era mal sitio para estar siriviendo a Dios.
Pobrecito… se quiere ir…Talmente como Mao Tse Tung, Stalin, Hitler, Chávez o Fidel Castro… se quiere ir… Pues los católicos – somos pocos eso si- también lo queremos. Aún así debe quedarse para cumplir lo que Daneels y el resto del equipo saben. Se irá cuando Dios diga. Para siempre. Qué tiempos tan felices. Esto habrá sido una pesadilla, y el argentino ocupará el lugar que merece en nuestra memoria. El mínimo.
Muy comprensible si se tiene que aguantar cada día a los parolines.Es muy fácil dimitir. Pero vendría Tagle a pasar la excavadora sin dejar ni rastro de Catolicidad. Parece todo dispuesto.
Duras son sus palabras, Pitusa.
Y tambien poco respetuosas
Me sorprende Ud
Pues ya tenía 76 años cuando aceptó la elección de manera que debía de tener la madurez necesaria para saber lo que implicaba ser papa.
Por favor, que lo cumpla, y el feliz y nosotros mas.