Lianna Rebolledo decidió seguir adelante con su embarazo fruto de una violación, hoy afirma que su hija “le devolvió la vida”. A la mexicana Lianna Robledo la secuestraron y violaron cuando tenía tan solo 12 años. A las tres semanas, se enteró de que estaba embarazada, y a pesar de que los médicos le recomendaron abortar, ella decidió seguir adelante con el embarazo. Lianna se ha convertido en un ejemplo de vida, y gracias a su experiencia, hoy es una activista pro-vida. Hace unos días, visitó Chile para participar en distintas campañas a favor de la vida, y compartió con Aci Prensa su conmovedora historia. “Hoy te podría decir con toda la seguridad del mundo que si tuviera que volver vivir lo mismo con tal de conocer a mi hija yo lo volvería a vivir, porque lo que ha traído este ser humano a mi vida nadie me lo ha dado”, afirmó Lianna. Cuando quedó embarazada, los médicos le dijeron que “no tenía que vivir con las consecuencias y que el producto siempre me iba a recordar lo que me habían hecho estas personas”, recuerda Lianna. “En esos momentos no entendí porque me decían eso cuando lo único que necesitaba era apoyo, sentir que no estaba sola, que contaba con el apoyo de la sociedad”, dijo Lianna a Aci Prensa. Al escuchar el latido del corazón de su hija, la activista pro-vida reconoció que “lo que había dentro de mí era un ser humano que no tenía la culpa de lo que me habían hecho otras personas”. “Yo no hubiera podido vivir con la culpabilidad de saber que yo misma me dañé, que si la violación me costaba mucho superarla, mucho más otra violencia como lo es el aborto, un trauma muy fuerte”, agregó. Fue un embarazo de alto riesgo, sin embargo, la pequeña Jeannette salió adelante. “Vi a una personita hermosa que desde ese momento no fui capaz de desprenderme de ella”. “Ella fue la que me dio esa fuerza de recuperarme, de levantarme”, asegura Lianna. Cuando la pequeña tenía 4 años, escribió una carta a su madre en la que le agradecía haberle dado la vida. Lianna emocionada respondió a su hija: “Yo no te di a ti la vida, tú me diste a mi la vida, porque si yo no te la hubiera dado a ti, yo no estaría viva”. Ahora Jeannette tiene 25 años y “es el amor de mi vida, la compañera que me hace ser una mejor persona, que me da las fuerzas de decir: Mi hija no es un ser humano de segunda clase, tiene el mismo derecho que cualquier otra persona y yo no tendría por qué haberle dado la pena de muerte”, afirma Lianna. Tras varios años de recuperación porst- traumática, la protagonista no pudo encontrar alivio en su interior, por lo que buscó ayuda de un sacerdote con quien comenzó un proceso de reconciliación en el que logró perdonar a sus agresores. “Cuando conoces a Dios dices: mi vida no está destruida, sigo teniendo un valor como ser humano, lo que me pasó no determina quién soy. Estoy consciente que cada día es una oportunidad de vivir, que desde el momento en que abro los ojos estoy viva y puedo hacer algo conmigo y que siempre puedo volver a empezar de nuevo”, sostuvo. Desde hace 10 años, Lianna Rebolledo es activista pro-vida y a través de la iniciativa “Loving Life” crea programas de “prevención de violencia y apoyo a quienes han sido víctimas de este tipo de actos, inspirándoles el amor por la vida”. A continuación, el video de la entrevista:
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