¿Cómo debe votar un católico?

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urna Ante estas elecciones, ¿qué debe tener en cuenta un católico antes de acudir a las urnas? La Iglesia responde a esta pregunta: no votar a ningún partido que apoye el aborto o la eutanasia.     Este domingo 20 de diciembre los españoles acudirán a votar a aquellos que tienen que representarles. Muchos de estos ciudadanos se consideran y manifiestan católicos y, por esta razón, es necesario que tengan en cuenta si el partido al que van a apoyar respeta los principios que defiende la Iglesia católica antes de depositar su voto en la urna. Algunos prelados de la Iglesia católica han manifestado en las últimas semanas sus recomendaciones a los católicos ante las próximas elecciones generales. El cardenal Cañizares, arzobispo de Valencia, ha hecho un llamamiento a los fieles de su diócesis a estar “en primera fila” en la defensa de “la familia, la vida y una cultura fiel a sus raíces”. “Todos tenemos la responsabilidad de votar, es un deber y un derecho”, ha asegurado Cañizares al tiempo que ha señalado la importancia de que los católicos actúen ante «la emergencia educativa que padecemos». Por su parte, el portavoz de la Conferencia Episcopal Española, José María Gil Tamayo, apeló a que los votantes católicos ejerzan su derecho con coherencia y con un sentido cristiano de integridad y en lucha contra el laicismo imperante. La Iglesia católica en España no ha querido apoyar públicamente a ningún partido político, considerando que no es esa su misión, pero si ha apelado a tener en cuenta la doctrina de la Iglesia a la hora de acudir a las urnas. El Concilio Vaticano II recuerda que “los fieles laicos de ningún modo pueden abdicar de la participación en la política”, pero también que esa participación en política no puede desligarse de los principios propios de la conciencia cristiana. Benedicto XVI enunció una serie de pilares que deben guiar la conducta de todo católico que realmente quiera seguir la doctrina de la Iglesia a la hora de participar en la vida política, aunque sea para elegir un representante. Estos patrones de conducta propuestos por el Papa Emérito son los llamados “principios no negociables”: -El respeto a la dignidad de la vida humana, desde el momento de la fecundación hasta la muerte natural. -La educación en libertad y, por tanto, el primado de los padres en la educación de sus hijos. -El bien del matrimonio y la familia, y las leyes que custodian estas realidades. -La justicia social y la atención a la falta de trabajo y al empobrecimiento. El derecho a la vida, a educar libremente a los hijos, defender el matrimonio y la familia natural y la atención a los más desfavorecidos son los principios no negociables que un católico debe tener en cuenta antes de ir a votar este domingo. Elegir como representante al candidato de un partido que ataque alguno de estos principios, aunque se considere el mal menor, sería una incoherencia. Así lo sostiene la Congregación para la Doctrina de la Fe en una nota doctrinal sobre la conducta de los católicos en la vida política.  En el documento se afirma la existencia de “exigencias éticas fundamentales a las que un católico no puede renunciar” ni aunque sea para apoyar políticamente a los que parecen tener un mayor “compromiso social con los más desfavorecidos”. Asimismo, la Iglesia plantea a sus fieles que no pueden tener “dos vidas paralelas: por una parte, la denominada vida “espiritual”, con sus valores y exigencias; y por otra, la denominada vida “secular”, en la que se encuadraría el compromiso político”. El documento de la Congregación para la Doctrina de la Fe menciona específicamente la imposibilidad de votar a aquellos partidos que defiendan o toleren de cualquier forma “el aborto o la eutanasia”. Tampoco se puede apoyar a quienes promueven leyes que destruyen la familia a través del ataque al matrimonio monogámico entre personas de sexo opuesto. Posturas de los partidos respecto a la defensa de la vida

ABORTO

Partido Popular:  El Partido Popular ha eliminado de su programa electoral la palabra aborto y cualquier referencia a la legislación actual al respecto. Si en el programa de 2011 prometía la derogación de la Ley de Salud Sexual y Reproductiva y de Interrupción Voluntaria del Embarazo (la conocida como ley Aído), en esta ocasión menciona, tan sólo, su apuesta por la maternidad. PSOE: El PSOE se propone recuperar el marco legal de su ley de 2010. ¿Cómo? Mediante la preservación “de la protección y el derecho a decidir sobre su maternidad de las mujeres de 16 y 17 años tal y como estaba previsto en la ley de educación sexual y reproductiva y de interrupción voluntaria del embarazo de 2010”. Es decir, derogando la modificación que introdujo el PP.    VOX:  VOX es el único de los partidos que apuesta por el aborto cero. Aboga por la vida como derecho inalienable: “Vox defiende la vida desde la concepción hasta la muerte natural de la persona”. Podemos:  El partido de Pablo Iglesias apuesta por lo que denomina “derecho a la maternidad libre y decidida”, es decir, la barra libre de aborto, para garantizar la libertad de decisión “de las mujeres para ser o no ser madres”. ¿Cómo? Asegurando “la cobertura de la interrupción voluntaria del embarazo en el Sistema Público de Salud para todas las mujeres, incluidas las jóvenes” y derogando la necesidad de consentimiento paterno en el caso de las menores de edad. Garantizan, además, la dispensación de la anticoncepción de urgencia (píldora postcoital o del día después) en todos los centros de atención primaria y servicios de urgencia. Ciudadanos:  El aborto es, para Ciudadanos “una decisión traumática en la inmensa mayoría de los casos”. Por este motivo, y porque algunas mujeres “no son capaces de encontrar otra solución”, proponen una ley en línea con países como Alemania, Francia, Austria o Dinamarca que permita el aborto con “ciertas limitaciones temporales”. Es decir, apuesta por una ley de plazos. El aborto estará garantizado por la administración sanitaria y será ejercido en la sanidad pública.

EUTANASIA

Partido Popular: No hace referencia en su programa electoral a la mal llamada “muerte digna” ni a la cuestión de la eutanasia. PSOE:  Apuesta por “promulgar una ley de muerte digna y de cuidados paliativos” y señala que, “si hay un consenso al respecto”, se abrirá el “debate sobre la eutanasia”. Aboga además por “difundir entre las personas mayores su derecho al testamento vital y a una muerte digna”. VOX:  Expresa su “respeto a la vida hasta su extinción natural” y subraya que la defensa de la vida “ha de incluir la protección de la misma en la vejez y durante la enfermedad”. Ciudadanos: El partido de Albert Rivera defiende “la posibilidad de rechazar o interrumpir un tratamiento de soporte vital y el derecho a recibir cuidados paliativos dirigidos a evitar el dolor aunque acorten la vida incluyendo la sedación terminal cuando el dolor no se pueda controlar”. Pero va más allá y apuesta por “ayudar a morir en caso de enfermedad no tratable con consecuencia irreversible de muerte o siendo paciente en fase terminal”. Además, defiende el testamento vital. Podemos:  Los de Pablo Iglesias anuncian la aprobación de una Ley para la Libre Disposición de la Propia Vida que posibilite “la libre disposición de la propia vida y que regule el marco de la toma de decisiones al respecto”. Son los que se posicionan más claramente a favor de la eutanasia. Además insisten en derogar el apartado 4 del artículo 143 del Código Penal – que señala penas para quien cause o coopere “a la muerte de otro, por la petición expresa, seria e inequívoca de éste en el caso de que sufra enfermedad grave que conduzca necesariamente a su muerte o que produzca graves padecimientos permanentes”- y promueve un debate “acerca del testamento vital y de la muerte digna”.

   

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Comentarios
0 comentarios en “¿Cómo debe votar un católico?
  1. Un principio no negociable es aquél que no admite matices porque es, precisamente, la discusión sobre el principio lo que erosiona su comprensión como principio. Sería como si desancláramos, pusiéramos en duda, el gozne que mantiene la puerta cerrada a cualquier abominación.
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    Desentenderse o impulsar políticas que socavan cualquiera de los cuatro principios mencionados o incluso hacerlo, por aquellos que los suscriben, en orden distinto al establecido es la justificación última de quienes no tienen inconveniente en destruir cualquier logro social con el fin de llenarse los bolsillos.
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    Conculcar sistemáticamente esos cuatro principios, Vida- Educación-Matrimonio-Justicia destruye la convivencia pacífica porque se toman como excusa para la comisión del resto de delitos dejando inerme al conjunto de la sociedad acostumbrándola, por ejemplo, a un atentado terrorista cada cierto número de años.
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    No defienden los principios no negociables aquellos que los ofrecen en su programa a cambio de lo que ellos consideran otro principio o prebenda. Si un partido propone esos principios a costa del sistema público de pensiones, miente. Si un partido propone esos principios como contrapartida a la imposición nacionalista, miente. Si un partido propusiera esos principios a cambio de una posición privilegiada en ciertos organismos, mentiría.
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    Comerciar con esos cuatro principios no negociables, Vida- Educación-Matrimonio-Justicia, que atañen al fundamento de la vida en común del cristiano y de todo hombre de buena voluntad, hacer cábalas o cálculos con los pilares del orden social es poner a la venta nuestra Libertad.
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    ¿Mal menor? No hay mal que cien años dure ni mal que por bien no venga como el pasado no se cansa de demostrar. Una sociedad que tenga claro esos cuatro ejes inamovibles puede convertirse verdaderamente en una sociedad dichosa y plenamente feliz. En nuestras manos está.

  2. Dice el post: » El Concilio Vaticano II recuerda que “los fieles laicos de ningún modo pueden abdicar de la participación en la política”, pero también que esa participación en política no puede desligarse de los principios propios de la conciencia cristiana». La cita libérrima de la Gaudium et Spes (75) no responde a la verdad. El Concilio habla de «ciudadanos» no de «laicos», es decir, la habitual carne de cañón. Aún asumiendo la participación consciente y responsable ante el voto, el rollito ese del «mal menor» es una llamada nada subliminal a empujar a favor del PP, que desde la emisora de la Conferencia Episcopal, 13TV resulta descarada y obsesionante; las presuntas iluminaciones de los jerarcas van en la misma dirección. La propia G. et S. dice en el mismo apartado que una condición para el ejercicio libre y responsable de la capacidad de elección es «la protección eficaz e independiente de los derechos» ¿Alguno de los que se presentan a las elecciones garantiza tal protección? Muchos piensan, por pura sindéresis, que si estamos donde estamos es porque la misma estructura de este sistema representativo lo ha posibilitado y catalizado. De modo que de las tres opciones (abstención, voto blanco o voto activo) son tres las que el ciudadano católico, no solo el laico, puede ejercitar lícitamente, porque la libertad de voto exige como condición inexcusable que tal voto actúe en el tiempo como condicionante del elegido y la realidad nos ha demostrado de forma irrefutable que esto no es así. Si el mal menor es ofrecer las muñecas al esposado de una opción concreta, el «bien mayor» podría ser negarse a colaborar con el mal esclavizante, aún en sus formas aprentemente más benignas. Hace años se puso de moda un tipo de atraco; consistía en que el atracador exigía el reloj y el dinero al atracado y si éste no cedía, le daba la opción ¿pinchazo o pellizco?, es decir, un navajazo o un mordisco con una tenaza. Ni el más imbécil podría decir cual de las dos opciones es el «mal menor» ni mucho menos que el atracado podía «elegir libremente».

  3. Es una incoherencia elegir a un candidato que ataque uno de los principios no negociables. Pero es legítimo elegir a un candidato que ataque uno de estos principios, pero menos que otros. El mal menor con los principios no negociables sí es posible. San Juan Pablo II lo dejó muy claro en la Evangelium Vitae.

  4. Es muy curioso, como hay tanta tibieza para votar partidos verdaderamente católicos, por el argumento de que no tienen chances.
    Si hubieran pensado así los de podemos en sus comienzos nunca hubieran ganado nada, y mírenlos ahora!
    Da verguenza comprobar como los izquierdistas, panteístas, y antisistema, se muestran más unidos, y capaces de andar adelante en sus «ideales» (Por equivocados y faltos de raíces y verdaderos principios que estos estén).
    En cambio los católicos se muestran divididos, timoratos, y pragmáticamente entregados al traidor…

  5. «No hay mal que por bien no venga».
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    No hay maldad que no sirva a un bien posterior.
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    El futuro de España no se decide en estas elecciones porque ya ha sido pactado con anterioridad. Si no fuera así, los partidos tendrían programas políticos claros y definidos con un sistema electoral abierto y realmente participativo. ¿Se ha preguntado alguna vez cómo se hace el recuento de votos? ¿Se ha fijado cómo se cuentan los billetes en un banco? Existen medios suficientes para convocar referendums y elecciones sobre asuntos más importantes que decidir quiénes van a manejar el presupuesto del Estado o la Comunidad. Pero no se hace.
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    Mucho me temo que en nuestro país la clase dirigente tiene hay auténtico miedo a la libertad. La democracia como expresión pública de la voluntad de un pueblo anda todavía en pañales. El incumplimiento del programa político no tiene ningún tipo de penalización porque siempre queda el voto visceral. Por eso existe la llamada -campaña electoral- que se realiza sólo un mes antes de las elecciones y también, por ese motivo, se dan cien días de gracia al nuevo gobierno.
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    La democracia tiene una relación intrínseca con la discusión en el ágora como la economía de mercado la tiene con la bolsa de valores. La labor de un gobernante no es educar al pueblo porque para eso están los padres. La primera obligación de un gobernante es posibilitar la supervivencia y participación democrática cuando él ya no es responsable de la acción del gobierno. Eso sólo es posible preservando los principios del orden social, es decir, del Estado de Derecho que garantiza la existencia del sistema democrático. Cuando se entra en estado de excepción, de guerra, la democracia queda en suspenso pero no las instituciones del Estado.
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    En definitiva, no existe ningún partido de los que se presentan que tenga claro esos cuatro axiomas. Es lógico que sea así porque nadie en su sano juicio pondría en solfa los fundamentos de la sociedad que clama por gobernar. Si la alternancia política se lleva por delante a generaciones enteras, los cambios en las creencias fundamentales pueden acabar con toda una sociedad. ¿Significa esto el fin? No, siempre y cuando seamos dueños de nuestro futuro respetando la vida en todo momento, la libertad de enseñanza, el matrimonio indisoluble y la justicia social que, como su contrario alberga en sí el resto de virtudes cívicas.

  6. Tonterias y pamplinas como diria mi abuela. Yo soy católico y voto de acuerdo a mi conciencia y no me hago esas ridiculas preguntas. Yo voto al Pp porque quiero y punto.

  7. Ya era hora que un cardenal pusiera las cosas en su sitio. Tres hurras por Cañizares. Ojala, todos los pastores fueran asi de claros y oportunos.

    un cristiano tiene que ser primero coherente con su fe. Despues vendra todo lo demas. Eso del voto util que cacarean los desencantados del PP, es una majaderia. Yo no les voto util ni inutilmente. Nada.
    Mi conciencia, coherencia y sentido comun estan por encima de todo.

    Es verdad que en estas elecciones hay mucha gentuza en la palestra queriendo «pillar un cacho «.son eso, militares sin honor, jueces/as de medio pelo, corresponsales de guerra que ahora hacen la guerra por su cuenta, y por ultimo gente que no tiene donde expresar sus frustraciones y quiere imponer unos modos de vida contrarios a toda etica y el mas elemental sentido comun.

    ¿sabeis lo que os digo? Se los vais a imponer a vuestra madre, so cazurros

  8. «Principios no negociables
    […]
    -El bien del matrimonio y la familia, y las leyes que custodian estas realidades.

    y además

    «Asimismo, la Iglesia plantea a sus fieles que no pueden tener “dos vidas paralelas: por una parte, la denominada vida “espiritual”, con sus valores y exigencias; y por otra, la denominada vida “secular”, en la que se encuadraría el compromiso político”.»

    Presidente de Vox, le gusta tanto la familia que tiene varias ¿vidas paralelas?

  9. Pues ya tiene VOX lo que se merece, un 0.23 % de los votos, es decir de los 34 millones de españoles llamados a votar, solo 54.000 han votado a los amigos de usted señora González.
    Sería muy divertido si no fuera ustedes tan patéticos.

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