Numerosas iglesias de las regiones cristianas en Siria han sido destruidas como resultado de la cruenta guerra encabezada por el Estado Islámico en gran parte de Oriente Medio. Las consecuencias de los ataques son desoladoras, al menos 300.000 personas han sido asesinadas a manos de los grupos yihadistas, cuatro millones de refugiados se han visto obligados a huir del país y cerca de ocho millones de personas han abandonados sus casas. A estas atrocidades se le suman los diversos ataques a iglesias y santuarios que han sido destruidos por los terroristas. Al menos 60 iglesias cristianas han sido ocupadas o demolidas. La mayoría de ellas estaban ubicadas en las aldeas cristianas del Valle de Khabour. Según la Assyrian International News Agency, desde que comenzó la guerra, los objetivos de los extremistas han sido las villas, las iglesias, los monasterios y el clero. Los yihadistas persiguen acabar con la historia y memoria de todas las comunidades cristianas, destruyendo cualquier símbolo que sea reflejo de su religión. Destruyen los templos con explosiones o simplemente entran en ellos con el objetivo de acabar con todo. Arrancan las cruces, golpean el mobiliario y saquean todo aquello que se encuentran a su paso.
Es el ejemplo de la Iglesia Mariana de la villa asiria de Tel Nasri, al noroeste de Siria. El templo cristiano fue destruido por el Estado Islámico el pasado mes de abril el Domingo de Resurrección, después de que los yihadistas asesinaran y secuestraran todos los cristianos de la zona.
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Volveremos con más fuerza y ellos lo saben. Su religión nació y se mantiene por el terror y la mentira.
ISIS = intelligence secret israel service