Monseñor Salinas llevaba la alianza junto a su sello episcopal y se desprendió de ella una vez que estalló la denuncia, según afirma el Diario de Mallorca. El obispo de Mallorca y la mujer casada a la que metió en su equipo con un cargo relevante, se intercambiaron sendas alianzas con el nombre del otro grabado, denuncia Diario de Mallorca. Javier Salinas llevaba el anillo con el nombre de su colaboradora, y ella portaba el suyo con las letras «Javier». El Vaticano investiga ahora el vínculo entre ambos y tiene sobre la mesa la posibilidad de relevar al prelado o directamente retirarle la mitra. El obispo sostiene que su relación con esta empleada no ha contravenido la doctrina de la Iglesia católica. Su gesto de compartir una sortija sorprende, cuanto menos, en un cargo eclesiástico de su nivel y denota una estrecha confianza cuyos límites la Santa Sede quiere esclarecer. El prelado y su colaboradora lucieron durante semanas las alianzas, hasta que monseñor Salinas supo que había sido denunciado por el marido ante la jerarquía eclesiástica, acusándole de romper el matrimonio. Entonces forzó la salida de ella del Obispado, y se quitó el anillo. Hasta ese momento, el obispo exhibía la alianza en actos públicos acompañado de la mujer, de los que existe testimonio gráfico. Salinas se colocaba la joya en el dedo anular, pegado a su anillo con el sello episcopal que lleva la cruz superpuesta y es uno de los símbolos de su ministerio. En la misa del martes en la catedral, con motivo de la festividad de la Inmaculada, Salinas ya solo portaba el sello episcopal.
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Tranquilo, Monseñor, aunque eso fuera cierto; no tiene más que pedirle a Francisco I que aplique tanto la doctrina «quien soy yo para juzgar» como el benévolo tratamiento otorgado a dos obispos argentinos de su confianza (el de la piscina en Méjico, pillado con fembra casada, y su obispo auxiliar condenado por un Tribunal de Buenos Aires «por do más pecado había»: a éste último también lo denunció el marido, pero Bergoglio «marchóse y no hubo nada»). No desespere
Lo del anillo, si es verdad, va contra «la no acepción de personas» que debe tener todo consagrado.
El resto, mientras no se demuestre lo contrario, es difamación. Es poner en tela de juicio el nombre y la honorabilidad de personas, uno de ellos nada menos que un obispo. Maledicencia, murmuración, calumnia y difamación, todo junto.
Ahora bien, me parece un justo castigo que Dios ha permitido por haber permitido él que desmontaran la Cruz de los Caídos de Lluchmayor.
Así paga el Diablo a quienes le sirven.
Si estos no es Sodoma y Gomorra le falta poco,
1.-Un miembro de la Congregación de la fe presenta en público a su novio.
2.-Un sacerdote detenido y parece ser que chantajeado sexualmente por una periodista.
3.-Sistach alaba la honestidad de Pujol.
4.-El Obispo de Mallorca intercambia alianzas con una mujer casada.
En próximos días añadiremos más escándalos,el humo de Satanas contamina cualquier estancia de la Iglesia.
Afortunadamente no es de la ultraderecha católica. La Santa Inquisición ultraizquierda católica será benevola con El. Encierro en convento, penitencia…(Vida regalada y holgazana) y todo tan bien como siempre. El «amor es el amor», dirá el Papa actual. Nada como el amor.
Pues religión digital afirma que la señora en cuestión dice que «todo es falso».
¡Qué romántica está la Curia!. Nada, nada, ahora desde Roma se le envía al Obispo un cinturón de castidad y todo queda asegurado.
Monseñor , ¿ha perdido el oremus? No hay cosa peror que un viejo tonto haciendo el indio bravo.
Aparte, otras consideraciones de otro tipo. El unico anillo que un obispo debe llevar con dignidad es el que recuerda la entrega a su ministerio.
Esa bobada del intercambio de anillos con su secretaria esta fuera de lugar. Es propio de un quinceañero.
Y por prudencia y elemental sentido comun, le recomendaria secretarios varones. Asi no hay encandilamientos tontos.
Por que sera que muchas esposas son las secretarias y enfermeras de sus maridos?
Sencillamente , porque son muy listas, son prudentes.
¿lo pesca Monseñor?
La cara es el espejo del alma y la carita de Monseñor Salinas lo dice todo lo mismo que la carita del que daba las fiestecitas en las terrazas del Vaticano y dando la comunión como la daba ,otro Monseñor BALDA dándosela de moderno ,cuanto dañó le hacen a la Iglesia y el pecado de un General no es igual que el de un soldado y Bertone con el pisito de VPO
anathema sis, concubinarie, episcope, votum quebrantasti, indignus, sacerdos. Sacrilegium est usurpavis uxorem proximi. Ya entoendo porque no me compraste mi libro 666 LA HORA DE LA BESTIA. Estabas demasiado ocupado con tu consiliaria…