Quienes han mantenido reuniones con el Arzobispo de Madrid en las últimas semanas han recibido un correo de una redactora de Alfa y Omega de la que está disponiendo el sacerdote Manuel Bru para escribir un libro homenaje a Carlos Osoro.
El sacerdote Manuel María Bru, delegado episcopal de catequesis, ha decidido escribir un libro homenaje a Carlos Osoro por su primer año en la Archidiócesis de Madrid. La cosa no termina aquí, porque el bochorno parece no tener límites.
Manuel María Bru, sacerdote acaudalado, no está utilizando sus propios medios económicos para sacar adelante la obra, ni siquiera los que ha conseguido sacar a una adinerada mujer de Madrid para su inconsciente proyecto televisivo, sino que dispone de una redactora de Alfa y Omega que ha sido liberada de sus obligaciones para poder asistir a Bru en la edición de su libro.
Lo que más irrita a quienes han visitado al arzobispo de Madrid en las últimas semanas no es que un sacerdote esté haciendo un empalagoso libro homenaje al arzobispo, en la carrera por el capelo, sino que la secretaria del arzobispo, unilateralmente o por orden de este, haya facilitado al Padre Bru acceso a la agenda privada de Carlos Osoro, y estén llamando, bien Bru o bien su ayudante a sueldo de la ruinosísima Fundación San Agustín, a quienes se han visto con el arzobispo para pedirles «un testimonio del encuentro, para incluirlo en el libro homenaje al arzobispo».
INFOVATICANA ha tratado de obtener la versión de Manuel María Bru pero no ha logrado obtener ninguna declaración. Por su parte, el Arzobispado de Madrid asegura que Alicia Gómez-Monedero realiza estas funciones fuera de su horario laboral en Alfa y Omega.
Para ubicar al personaje, este redactor puede asegurar que Manuel María Bru, amigo de José Manuel Vidal, participó en septiembre de 2014 en un encuentro privado que organizó el exsacerdote para dar a conocer a sus amigos el libro biografía que escribió sobre el Cardenal Rouco en el que aseguraba, entre otras lindezas, que el mal carácter de Rouco se debe al estreñimiento.
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Me quedo a cuadros. La diócesis de Madrid está quedando a la altura del betún. Jamás Madrid cayó tan bajo ni Osoro imaginó llegar tan alto. La única iniciativa pastoral es hacer convocatorias y más convocatorias diocesanas en las que se pasa lista. Cuentan que hasta el mismísmo vicario general reprocha a algunos sacerdotes que aparezcan tan poco a las convocatorias del obispo.
Pues estimado Ariza, sepa que la cosa empezando. El ego del personaje no tiene -como su ambición- límites. Lo sabemos bien los asturianos, cuando pasó por aquí para dar cumplimiento a las directrices de Rouco al que luego dejó tirado, después de haber hecho trizas la diócesis. Es muy propio de Osoro recibir sin ton ni son y a cualquier hora, pero el libro de Bru -que también asistió en Asturias cuando era el factotum de COPE a casi todos los saraos de Osoro- será muy ilustrativo. Quedaremos de piedra viendo los personajes recepcionados. Comprobará Sr. Ariza que casi ninguno es pobre y todos fueron a pillar algo, sin darse cuenta que, a su vez, eran ellos los pillados. Osoro no busca más que poder y Bru juega ahora esa partida con el objetivo de COPE al fondo. Así es la Iglesia.
…son como el epítome o la quintaesencia de la Iglesia española actual.
Que Dios se apiade de nosotros.
Manuel Bru, es focolar, los focolares como todos los movimientos se mueven a través de estrategias, en busca del poder.
Bru efectivamente tiene un ego desmedido, fruto de sus complejos. La cigüeña de la torre afirma que podría ser nombrado obispo. Espero que no sea cierto. Primero porque me da la impresión de que es muy inmaduro; segundo porque creo que no es el tipo de obispo que busca el Papa y necesita la Iglesia; o acaso Bru es un sacerdote entregado a la pastoral; tengo la impresión de que se trata de un personaje entregado a estar siempre a la sombra del que tiene el poder como si necesitase psiquicamente dicha sombra…
Los babosos dan verguenza ajena, ahora bien mas todavía los que se dejan babosear.