por Almudena Martínez-Bordiú | 26 octubre, 2015Su Santidad se reunirá con el Presidente del Congreso Judío Mundial y otros cargos de la organización el próximo 28 de octubre. Francisco recibirá en una audiencia privada en la Residencia de Santa Marta a Ronald Lauder, el Presidente del congreso, al Presidente de la Junta Directiva y la Tesorera de la organización, David Rothschild y Chella Safra, y al Presidente del Congreso Judío Latinoamericano, Jack Terpins y su Director Ejecutivo, Claudio Epelman. El Presidente del Congreso Judío Latinoamericano, Jack Terpins, ha expresado que «en un mundo que vemos devastado por actos terroristas y acciones atroces justificados en el nombre de Dios, observamos lo importante que es mantener y reforzar el diálogo con líderes como el Papa Francisco».
“El motivo del encuentro es celebrar los 50 años de Nostra Aetate, un período que ha demostrado ser muy fructífero y un ejemplo para otras confesiones a unirse y trabajar juntos en la construcción de una relación sólida y verdadera,” continuó Terpins.
Su Director Ejecutivo, Claudio Epelman, ha recordado que la comunidad judía siente admiración y aprecio por Francisco incluso antes de que fuera nombrado Papa: «cuando Francisco era Cardenal, aún en la Argentina, observamos su preocupación por los pobres y la Humanidad en general. Las acciones que desarrollamos en conjunto continuaron fortaleciendo nuestra admiración por el Papa y demostraron que íbamos a tener un diálogo abierto».
Poco antes de que se lleve a cabo el encuentro, se encontrarán en Roma 150 delegados de las comunidades judías del mundo, con el objetivo de debatir la situación de los judíos en la tierra, las tensiones con Medio Oriente, la crisis de refugiados y la amenaza iraní, entre otros temas.
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El sr. Bergoglio sigue con sus provocaciones al mundo cristiano. Ha perdido el Sínodo contra la Doctrina de la Iglesia, pero quiere hacernos creer a través de sus poderosos amigos mediáticos que no ha sido así.
No se trata de ganar o perder, Sínodo en oposición al Papa o viceversa o se quiera ver conformidad total.
El Sínodo no ha sido más que una cortina de humo para distraer la atención sobre el Motu Proprio Mitis Jesu que entra en vigor el Día de la Inmaculada Concepción.Es el hecho categórico y el Sínodo es un episodio. Sínodo que, fuera cual fuera su terminación, consensos o proclamas, estaba condicionado y anulado en la práctica a los efectos canónicos, por el Decreto papal o Motu proprio.
Conviene no entrar a las banderolas que nos agitan para enredarnos.
Y otro hecho categórico: la celebración del 50 aniversario de la promulgación por Pablo VI de la Declaración Nostra aetate y que significativamente vienen a Roma a retomarla, ensalzarla y hacerla valer los judíos de religión, acogidos como hermanos mayores por Francisco.Todas la resoluciones papapales de aquí en adelante girarán en torno a Nostra aetate que se alza en Constitución y CREDO de los francisquitas universales y skorkianos del rabino Skorka al que se supone terminarán por elegir Gran Rabino y Sumo sacerdote de Jerusalén porque se lo ha ganado a pulso convenciendo a Bergolio arzobispo y ahora papa-obispo de Roma.
Vamos a ver qué nos impone con tal motivo sinodal-sinagogal. El resto será farfalla. Pero más vale estar prevenidos porque las mutaciones a implantar son y serán desacralizadoras de raiz de la Religión Católica.
Hay tanto temor a que a uno lo tachen de antisemitismo en cuanto se refiere a los judíos, bueno, malo o regular, que ni siquiera los comentaristas habituales de estos blogs se atreven a salir a la palestra.
Si bien es cierto que no sólo los judíos pretenden influir en el destino de la Iglesia católica no debemos olvidar que cada cual ocupa un lugar en la Historia de la Salvación. Así, si el jueves fue judío, el viernes fue pagano, el sábado gentil y el domingo cristiano. El miedo a los judíos no es de hoy porque ya en los primeros tiempos del cristianismo se habla del «por temor a los judíos». Es decir, no existe una ruptura con el judaísmo tras la Resurrección porque ni el mismo Jesucristo abogaba por ello. Se podrán discutir todas las normas y preceptos que se quiera e incluso dudar de los dogmas proclamados por la Iglesia pero siempre quedará en el aire la gran cuestión ¿es Jesús de Nazaret el Hijo de Dios?
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«Al llegar a la región de Cesarea de Filipo, Jesús preguntó a sus discípulos: «¿Qué dice la gente sobre el Hijo del hombre? ¿Quién dicen que es?». Ellos le respondieron: «Unos dicen que es Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, Jeremías o alguno de los profetas». «Y ustedes, les preguntó, ¿quién dicen que soy?». Tomando la palabra, Simón Pedro respondió: «Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo». Y Jesús le dijo: «Feliz de ti, Simón, hijo de Jonás, porque esto no te lo ha revelado ni la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en el cielo. Y yo te digo: Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder de la Muerte no prevalecerá contra ella. Yo te daré las llaves del Reino de los Cielos. Todo lo que ates en la tierra, quedará atado en el cielo, y todo lo que desates en la tierra, quedará desatado en el cielo». Entonces ordenó severamente a sus discípulos que no dijeran a nadie que él era el Mesías.»
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San Mateo 16, 13-19
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Además de no sé cuantos cardenales al Papa le asiste el Espíritu Santo que revela las intenciones del Padre por medio de su Hijo Jesucristo. En ningún otro pasaje del Evangelio, fuera de Juan el Bautista, habla Dios Padre al hombre si no es por medio de su Hijo Jesucristo.