«El Sínodo no es un Parlamento en el que haya grupos o partidos que busquen un consenso, una especie de arreglo cediendo por una parte u otra», ha explicado Blázquez en una entrevista concedida a la cadena COPE. Además, ha recalcado que el Sínodo es «la ejercitación de la colegialidad en la Iglesia, es decir, buscar todos juntos la voluntad del Señor en medio del mundo actual».
El Cardenal ha afirmado que «lo fundamental es compartir que el matrimonio y la familia son una célula viva en la sociedad». También ha recordado que «el matrimonio significa unicidad, fidelidad, apertura a la vida y complementariedad», además, ha defendido la igualdad entre ambos sexos, sin dejar de lado las evidentes diferencias que hay entre un hombre y una mujer, que según ha dicho, no significan «discriminación».
«En nuestra cultura se nos ha hecho difícil comprender que hay diferencias que son legítimas y no contradictorias, que no cualquier diferencia es una discriminación, pero eso forma parte de la belleza del matrimonio. Unas personas somos varones y nuestra personalización va en la línea de ser varones y otras personas son mujeres y va en la línea de madurar como mujeres. El hecho de que haya esta diferencia no es una creación cultural, no debe haber ni privilegios ni discriminaciones», ha dicho el Cardenal.
Blazquez también ha recalcado que «los desafíos sobre matrimonio y familia tienen que ser escuchados» y se ha defendido que «ahondando en esa escucha», encontrarán la respuesta y «no simplemente cediendo por una parte y otra».
Ha concluido la entrevista afirmando que ha sido una mañana «intensa y al mismo tiempo muy serena» y ha recordado que el Papa Francisco ha pedido a los padres sinodales tres actitudes: coraje apostólico, humildad evangélica y oración confiada.
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