Gotti Tedeschi: ‘La Tercera Guerra Mundial ya ha estallado contra la Iglesia’

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El ex presidente del Banco Vaticano ha expresado en un artículo su preocupación por los ataques a la Iglesia católica disimulados bajo apariencia de evitar un conflicto provocado por el fundamentalismo religioso.  El mundo está preocupado por la posibilidad de que estalle una nueva guerra mundial, provocada en esta ocasión por los fundamentalismos religiosos y el choque de civilizaciones. Sin embargo, esta supuesta preocupación está sirviendo de excusa para generalizar los ataques a la Iglesia católica, o al menos así lo denuncia el que fuera presidente del Banco Vaticano, Ettore Gotti Tedeschi. En un artículo publicado en La Nuova Bussola Quotidiana, Gotti Tedeschi sostiene que la tercera guerra mundial ya ha estallado y la lucha es contra la Iglesia católica. Lejos de evitar este conflicto, en opinión del ex presidente del Instituto para las Obras de Religión, conocido como Banco Vaticano, este se desarrolla con el objetivo de destruir la fe cristiana. Ettore Gotti Tedeschi fue entre 2009 y 2012 presidente del Instituto para las Obras de Religión, más conocido como Banco Vaticano. Como reputado economista y ex alto cargo de la Santa Sede, analiza ahora los ataques contra la fe cristiana y los peligros de relativizar la dignidad del hombre y de los dogmas religiosos. A continuación, el artículo completo de Gotti Tedeschi en La Nuova Bussola Quotidiana, titulado «La Tercera Guerra Mundial ya ha estallado: contra la Iglesia»: «En estos últimos tiempos, todos, incluido el mundo católico, parecen preocupados por evitar una supuestamente previsible tercera guerra mundial causada por los fundamentalismos religiosos, los nacionalismos, los racismos, las distintas discriminaciones, que se han acentuado dramáticamente a causa de la globalización acelerada, al terrorismo internacional, etc. Para evitarla, en lugar de definir estrategias para contrarrestar y resolver estos hechos, parece que se haya acordado que la primera «causa» de este riesgo es lo que la gnosis quiere destruir desde siempre: la fe cristiana. Respecto al catolicismo, la acción se ha centrado inicialmente en dos temas: la relativización de la dignidad del hombre y de los dogmas religiosos. Sucesivamente se ha intentado promover un adecuado ecumenismo para un mundo que ya es multicultural y multirreligioso, impulsando la idea de que la Verdad nace del diálogo. Después ha surgido la tentación de convencer a la Iglesia para que garantice la infalibilidad de la conciencia individual reformulando la de la autoridad moral. También parece que se haya tomado la decisión de hacer creer que los problemas de miseria moral son consecuencia de los de miseria económica, por lo que se empuja a la Iglesia a privarse de riquezas y a distribuirlas, interrumpiendo el proceso de evangelización. Todo esto se explica de una manera racional: evangelizar es contrario a la realidad histórica multirreligiosa y multicultural, priva de libertad al prójimo y ofende peligrosamente las culturas de otros pueblos. Parece que se ha tomado la decisión de dejar acelerar el proceso de inmigración y declararlo necesario, oportuno y debido (para compensar la brecha poblacional, para multiculturizar aún más, etc.). El proceso de imposición de leyes «civiles» iguales en todo el mundo «civil» con el fin de uniformar la visión y el comportamiento moral (origen de los conflictos) es ya imparable. Se anima a la Iglesia (a veces parece que se autoanime) a que se ocupe de consolar y no de educar. Pero lo que es más grave es que todo el mundo debe acoger el programa «ambientalista» como religión universal que unirá a todos los pueblos de la tierra. Perdonen, pero ¿se teme que estalle una tercera guerra mundial o ya ha estallado y ya ha sido vencida por la gnosis del siglo XXI, que ha arrollado la cristiandad? De hecho, se diría que ha sido la gnosis la que ha ganado el proceso de evangelización. En este punto deberíamos hacer una reflexión. Nosotros, los católicos, siempre hemos pensado que Dios escribía la historia y que esta historia era la del conflicto eterno entre gnosis y Revelación. Siempre hemos pensado que era la conciencia formada la que establecía lo que está bien y lo que está mal, la que determinaba el sentido de nuestra vida y de nuestras acciones; de hecho, así es como el cristianismo ha influido en la historia, aunque con la oposición de la gnosis, que siempre ha intentado borrar este «sentido». Pero me gustaría seguir pidiendo al lector que reflexionara sobre esto: que en la historia de los últimos dos mil años, conseguir universalizar una fe como la nuestra, tan «absurda» en su demostración (pensemos: ¡fundada en la Encarnación de Dios por concepción del Espíritu Santo, fundada sobre la Resurrección!), en la que no se podía usar la lógica, ni la razón (sic et simpliciter), ni la mentira, ni la mera esperanza, ni la conquista-imposición… pues bien, ¿cómo se puede no creer que la historia la ha hecho Dios directamente con la Gracia? ¿Y ahora ya no creemos? Pero vayamos más allá. Quien abraza el cristianismo no lo hace buscando el poder (quienes lo han intentado han perdido), el placer, el éxito, etc. Quien ha abrazado el cristianismo sabía que tenía que distanciarse del mundo según su estado, sabía que tenía que renunciar, que tenía que soportar la cruz. ¿Cómo se puede pensar que el cristianismo solo, sin Dios, puede haber sobrevivido y haya hecho la historia con estos presupuestos? Pero entonces, ¿por qué tememos hoy estos tiempos, estos desafíos, estas nuevas persecuciones y peligros? La historia ha sido realizada gracias al esfuerzo por dar a conocer la Verdad, pero este esfuerzo ha tenido éxito si lo que es «temporal ha sido sometido a lo espiritual». Para afrontar hoy los temas mencionados antes, consecuencia de la globalización (por simplificar), es necesario más que nunca afirmar una verdad para crear una verdadera sociedad global fundada sobre los verdaderos derechos del hombre, no sólo un conjunto insostenible de culturas sin nada que las una realmente. Por eso la gnosis, para unir, nos propone a todos una forma de ambientalismo “pseudo religioso” y malthusiano. ¿Estamos dispuestos a permitirlo? Ahora bien, hay que entender la historia de la humanidad intentado entender el papel de la Iglesia, porque sólo la Iglesia puede expresar el sentido y el orden de la creación y restablecerlo. Si esto no sucediera, nuestra época histórica sería estéril y nociva para nuestros hijos y descendientes y les dejaría en herencia algo más que un ambiente degradado… Mucho peor, les dejaría una moral degradada, una civilización degradada. ¿Entendemos esto? Si la Iglesia no hace magisterio, el pecado original estalla en el pensamiento y en la acción del hombre. Si la Iglesia deja libre la conciencia del hombre haciendo que se contagie con las razones de las supuestas culturas y modas dominantes, el hombre se pierde. Si la Iglesia no evangeliza, priva a las personas del derecho de conocer a Cristo. El desorden gnostico y nihilista no puede hacer la historia; no nos podemos limitar a observar y a dar opiniones que gusten a la cultura dominante; no nos podemos ocupar de consolar y no de educar, de hacer rezar, de volver a afirmar e impartir los Sacramentos. Está escrito también en la encíclica Lumen Fidei. Es así como se retoman las riendas de la historia. Y sobre todo no debemos de tener miedo. Lo que va bien para los lobos no puede ir bien para los corderos…» Artículo traducido por Helena Faccia para Religión en Libertad

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0 comentarios en “Gotti Tedeschi: ‘La Tercera Guerra Mundial ya ha estallado contra la Iglesia’
  1. «Por eso la gnosis, para unir, nos propone a todos una forma de ambientalismo “pseudo religioso” y malthusiano. ¿Estamos dispuestos a permitirlo? Ahora bien, hay que entender la historia de la humanidad intentado entender el papel de la Iglesia, porque sólo la Iglesia puede expresar el sentido y el orden de la creación y restablecerlo.

    Si esto no sucediera, nuestra época histórica sería estéril y nociva para nuestros hijos y descendientes y les dejaría en herencia algo más que un ambiente degradado… Mucho peor, les dejaría una moral degradada, una civilización degradada.
    ¿Entendemos esto? Si la Iglesia no hace magisterio, el pecado original estalla en el pensamiento y en la acción del hombre. Si la Iglesia deja libre la conciencia del hombre haciendo que se contagie con las razones de las supuestas culturas y modas dominantes, el hombre se pierde. Si la Iglesia no evangeliza, priva a las personas del derecho de conocer a Cristo».

    En el Sinodo de 2014, la mejor institución académica de la Iglesia, la más reconocida y la de más prestigio, el Pontificio Instituto Juan Pablo II para el matrimonio y la familia, fue excluída totalmente. Marginada, silenciada, anulada…. por su posición a favor de la verdad del matrimonio.
    .
    Uno de los grandes ausentes en la gestación de la «protoencíclica verde», ha sido Gotti Tedeschi.
    Este artículo ayuda a entender el motivo de la exclusión,
    que no es, sin duda, la falta de competencia y conocimiento.
    Su posición reivindica la verdad de la creación y de la misión
    de la Iglesia.
    El Reino de Dios no es el «tutti insieme» bergogliano.

  2. Muy bien dicho. Esto tiene que ser comprendido por la Iglesia entera y debe servir para reanimar nuestras fuerzas para llevar el Evangelio a todos. Seamos valientes hermanos que los tiempos están contra nosotros, pero Dios está siempre con su Iglesia. No nos apartemos de la verdad, pidamos mucha fuerza y sabiduría para saber llevar el verdadero amor a todas las gentes.

  3. ¡Dios mío, que un banquero tenga que leernos el Levítico!
    ¿Se puede saber dónde se han metido los curas?
    Almas consagradas, manos que tocáis a Cristo, ¿dónde demonios os habéis metido?

  4. ¡Menuda fantasmada! Anda que… lo que hay que oir…
    La religión católica desaparece por aburrimiento de la sociedad a la que infectó. Son los católicos quienes no transmiten su fe a sus hijos. Son éstos los que usan preservativos, viven juntos antes del matrimonio, no van a misa, etc, etc… son los católicos quienes tienen crisis de vocaciones y cierran convento tras convento. La sociedad moderna, con Internet, con educación, con la razón por delante, está en posición de librarse de la religión de una vez por todas, y para siempre. Y ese cambio va a ser completamente pacífico…

  5. Este señor si que sabe , y muchas otras cosas mas sabrá ; seguramente por temor a su seguridad no las dice ( recuerdan a ROBERTO CALVI). A este señor hay que escuchar y no a las «lumbreras»que creen que la única solución a la desgracia de la humanidad es el sexo anal.

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