Iceta: ‘Los divorciados siguen siendo miembros de la Iglesia’

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mario-iceta--644x362 El obispo de Bilbao, que acudirá al Sínodo de la Familia junto con Carlos Osoro y Ricardo Bláquez, ha destacado la importancia del acompañamiento en la labor pastoral y del acercamiento a la realidad de las familias hoy en día.  El obispo de Bilbao, Mario Iceta, ha afirmado que «hay que hacerse cargo de los sufrimientos» de los separados y divorciados, y ha asegurado que éstos «siguen siendo miembros de la Iglesia y en ella tienen su lugar». Además, ha destacado que el acompañamiento a cada persona, también a los homosexuales, es «un reto pastoral de primera magnitud». En declaraciones recogidas por Europa Press, Iceta -que será uno de los tres representantes de la CEE en el Sínodo, junto a Blázquez y Osoro– ha señalado que las consultas realizadas y las labores preparatorias del Sínodo de la Familia de octubre han cristalizado en el documento que sirve como base de trabajo y en el que «hay un énfasis claro en la necesidad de mejorar el acompañamiento a los matrimonios, tanto en su preparación como a lo largo de su recorrido». En este sentido, ha recordado que uno de los puntos del documento señala que, «reconfirmando con fuerza la fidelidad al Evangelio de la familia y reconociendo que separación y divorcio siempre son una herida que provoca profundos sufrimientos para los cónyuges que los viven y para los hijos», los padres sinodales apuntaron a «la urgencia de caminos pastorales nuevos, que partan de la realidad efectiva de las fragilidades familiares». El prelado considera que, por tanto, «se subraya la necesidad de conocer los problemas reales de los matrimonios y del acompañamiento personalizado«. «Es preciso hacerse cargo de los sufrimientos que los separados y los divorciados experimentan y es necesario hallar el mejor modo de mostrarles la infinita misericordia de Dios a través del ministerio de la Iglesia porque siguen siendo miembros de la Iglesia y en ella tienen su lugar, su camino y su misión«, ha aseverado. Tras recordar que el Sínodo «no es primariamente un foro para defender las posiciones propias frente a otras, ni siquiera es un lugar de decisión», ha destacado que se trata de «un instrumento de escucha, diálogo, reflexión, de propuesta y comunión para abrir caminos compartidos en cuestiones concretas a la luz de la Palabra de Dios, de la Tradición viva, del Magisterio y de los nuevos desafíos, situaciones y necesidades que plantea la vida pastoral». «El Sínodo es lugar de discernimiento y estamos convocados para dialogar y escuchar con el corazón abierto lo que quiera suscitar el Espíritu Santo para su Iglesia con respecto a la vocación y misión de la familia, que es el tema central que nos reúne», ha indicado. El obispo de Bilbao cree que, además, el tema del acompañamiento «es una petición repetida» y ha remarcado que, «efectivamente, acompañar a cada persona es una de las necesidades más importantes y un reto pastoral de primera magnitud«. «Debemos adquirir la pedagogía y las destrezas adecuadas para saber acompañar competentemente a todos aquellos que se nos acercan y nos plantean las cuestiones fundamentales de sus vidas», ha precisado. En esta línea, ha manifestado que «en las diócesis y en parroquias ya existen personas que ofrecen este ministerio para quienes piden ser acompañados». «Pero hay que potenciarlo más», ha asegurado. En su opinión, «son muchas las necesidades que plantean las familias de hoy«, como «la fragilidad de los vínculos», ya que, según ha recordado, entre cinco y diez años se rompen la mitad de los matrimonios. Mario Iceta ha citado también «la concepción principalmente emotivista del amor, las ideologías imperantes, el miedo al compromiso, la deficiente iniciación cristiana de quienes se acercan a contraer matrimonio, en muchas ocasiones la inmadurez tanto personal como de pareja, o la deficiente educación al amor». Asimismo, ha aludido a «las dificultades económicas, la precariedad laboral, la dificultad de acceso a la vivienda, la escasa ayuda por parte de las instituciones, la soledad en la que viven muchos matrimonios, el cuidado de las personas mayores y de los enfermos, la compatibilidad entre la familia y la vida laboral, el abuso y violencia contra la mujer, el aborto, la pobreza infantil, la responsabilidad educativa o la atención a la discapacidad».

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Comentarios
0 comentarios en “Iceta: ‘Los divorciados siguen siendo miembros de la Iglesia’
  1. Desde hace medio siglo, la pasaba «pastoral» es un «mantra» bajo cuyo conjuro cabe cualquier cosa. Lo peor es que por experiencia pienso que nada bueno. Que los divorciados son Iglesia nadie lo duda, ni un condenado por asesinato, ni un ladrón…
    El asunto es otro, si los obispos ahora quieren reconocer el divorcio eclesiastico podrían haber empezado por agilizar las nulidades porque aqui se relativizó en todo excepto en las inquisiciones en que se convirtieron los tribunales eclesiásticos para estos asuntos. Con las escandalosas situaciones historias de folclóricas divorciadas, nulas y re-casadas con toda pompa y boato.

  2. Es sobre este tema, y me gustaría fuese difundido.
    Está mu bien lo que dice, supongo que con dolor, Sarto.

    «He puesto este comentario en Religión Digital, en unas declaraciones de Mario Iceta sobre la comunión de los divorciados vueltos a casar, recordando también que se le citó como consejero en la rectificación por parte del obispo de Cádiz en el asunto del padrino transexual, y a propósito de haber sido nombrado, junto con Blázquez y Osoro para el próximo Sínodo de los obispos.
    Cada uno puede sacar las conclusiones que considere oportunas, aunque en cuanto a la acogida y acompañamiento en la Iglesia a todo el mundo que lo solicite, a mi me parezca bien, para que sea de verdad la Casa del Padre, pero respetando los mandatos de Dios».

    «Supongo que no se tratará de una vela a Dios y otra al diablo.
    Lo de coger la Cruz, cada uno la suya,y seguir al Señor para entrar en el Reino de Dios, es impòrtante o secundario?.
    Espero que los obispos tengan el suficiente discernimiento para no caer en todos lo oportunismos que la vida del mundanal ruido va necesitando para salvar la cara de las conveniencias sociales que no entorpezcan el encumbramiento personal, porque si se trata de éso, mal vamos. Atribulado alegre-Asturiano creyente-Bonastur, Paraíso natural»

  3. ¿Y ahora que es lo que ha dicho este obispo que les escandalice? ¿Acaso los divorciados ya no son miembros de la Iglesia? ¿Quién dice eso?
    Es pasmoso como hay quien se escandaliza por declaraciones de la jerarquía católica que no tienen nada de especial, que no modifican absolutamente nada de la doctrina de siempre.
    ¿Acaso no es tarea del sacerdote acoger al pecador y ayudarle a recuperar el camino correcto?
    ¿Acaso no es tarea de TODOS los católicos ayudar a que aquellos que sufren, por la razón que sea, dejen de hacerlo?
    Tengo la impresión de que algunos leen demasiadas veces el código de derecho canónico y muy pocas las bienaventuranzas

  4. Cuando un creyente católico tiene conciencia
    de que ha cometido un grave pecado, sabe que no puede recibir
    la comunión sin antes confesarlo para recibir el perdón de Dios.

    Benedicto XVI aclaró muy bien que, en el caso de los divorciados
    que se casan civilmente, puede ocurrir que una persona esté segura de
    no haber cometido un pecado. Esa persona no tiene sentido
    de culpa en su conciencia. Y efectivamente puede ser así.
    Por eso la Iglesia evita afirmar en términos generales
    que todas las personas divorciadas y casadas civilmente
    no pueden comulgar «porque estan en pecado mortal».

    La Iglesia sostiene, en cambio, que se encuentran en una
    situación pública, contradictoria del matrimonio sacramental
    que celebraron en la Iglesia, sin juzgar sobre su conciencia de pecado.
    Por eso, con plena coherencia -y sin faltar a la misericordia-
    la norma de la Iglesia establece que antes de acercarse a comulgar
    es preciso determinar con certeza si el matrimonio canónico fue nulo.
    Y esto no pueden decidirlo los cónyuges subjetivamente, de manera privada.
    ————–

    CATECISMO DE LA IGLESIA CATOLICA

    1650 Hoy son numerosos en muchos países los católicos que recurren al divorcio según las leyes civiles y que contraen también civilmente una nueva unión. La Iglesia mantiene, por fidelidad a la palabra de Jesucristo (“Quien repudie a su mujer y se case con otra, comete adulterio contra aquélla; y si ella repudia a su marido y se casa con otro, comete adulterio”: Mc 10,11-12), que no puede reconocer como válida esta nueva unión, si era válido el primer matrimonio.

    Si los divorciados se vuelven a casar civilmente, se ponen en una situación que contradice objetivamente a la ley de Dios. Por lo cual no pueden acceder a la comunión eucarística mientras persista esta situación, y por la misma razón no pueden ejercer -ciertas responsabilidades eclesiales.

    La reconciliación mediante el sacramento de la penitencia no puede ser concedida más que aquellos que se arrepientan de haber violado el signo de la Alianza y de la fidelidad a Cristo y que se comprometan a vivir en total continencia.
    —————————–
    No nos engañemos con «la misericordia».
    La verdadera misericordia de Dios es la que nos invita al amor
    y a la obediencia a sus mandamientos.
    La misericordia no es rebajar el Evangelio de Jesucristo
    para acomodarlo a las expectativas sociales.

  5. A ver, para comprender mejor las obviedades y tonterías que dice este obispo, que parece encantado de conocerse, se puede hacer un ejercicio muy muy sencillo.

    Donde pone separados y divorciados, pongamos, asesinos, pederastras, onanistas compulsivos y cleptómanos de frenopático.

    TRANSCRIBO:
    “Es preciso hacerse cargo de los sufrimientos que los separados y los divorciados…….. ASESINOS, PEDERASTRAS, ETC experimentan y es necesario hallar el mejor modo de mostrarles la infinita misericordia de Dios a través del ministerio de la Iglesia porque siguen siendo miembros de la Iglesia y en ella tienen su lugar, su camino y su misión“.

    ¿DE VERDAD QUE LOS AMANCEBADOS (pues a lo que en realidad se refiere con separados y divorciados) tienen en la Iglesia su camino y misión? Propongo a Monseñor que abra un blog para profundizar esta cuestión, le anticipo gratis el nombre, CATÓLICOS AMANCEBADOS, O AMANCEBAMIENTO CATÓLICO o mejor aún, AMANCEBADOS DEL MUNDO UNÍOS.

    Y por curiosidad, ¿en que parte del Evangelio o de los libros sapienciales, explica Dios o Cristo el camino y misión de los amancebados? ¿Cuando dice que el que se casa con otra comete adulterio? Anda, ¿Y ahora resulta que Iceta ha descubierto que el adulterio en un camino en la Iglesia? ¿Toma ya? Este tio va para Papa, yo si fuera Bergoglio me preocuparía.

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