En el propio mensaje Francisco hace una llamada de atención a la comunidad internacional y solicita que “a su vez, la opinión pública mundial esté más atenta, sea más sensible y participe ante las persecuciones contra los cristianos y, en general, de las minorías religiosas”. En un mensaje enviado al Obispo Auxiliar de Jerusalén de los Latinos y Vicario Patriarcal para Jordania, Maroun Lahham, el Papa Francisco ha querido recordar el primer aniversario del éxodo de más de 120 mil cristianos obligados a huir de la Llanura de Nínive en Irak por el avance de los terroristas del Estado Islámico. El Santo Padre ha pedido al mundo no callar ni “mirar a otro lado” ante el fanatismo, la intolerancia y la persecución que sufren los creyentes. En su texto enviado con motivo del primer aniversario de la llegada de los refugiados iraquíes en Jordania, el Pontífice reconoce una vez más que estos cristianos “son los mártires de hoy, humillados y discriminados por su fidelidad al Evangelio”. “En más ocasiones he querido dar voz a las atroces, inhumanas e inexplicables persecuciones de quien en tantas partes del mundo –y sobre todo entre los cristianos- es víctima del fanatismo y de la intolerancia, a menudo bajo los ojos y en el silencio de todos”, reconoce el Santo Padre. [cite]El Pontífice reconoce una vez más que estos cristianos “son los mártires de hoy, humillados y discriminados por su fidelidad al Evangelio[/cite] Francisco pretende con estas palabras recordar que la Iglesia “no olvida y no abandona a sus hijos exiliados con motivo de su fe: sabemos que por ellos se hace una oración diaria, junto al reconocimiento por el testimonio que nos ofrecen”. El Obispo de Roma tampoco ha querido olvidarse de “las comunidades que han sabido hacerse cargo de estos hermanos, evitando mirar hacia otro lado”. “Ustedes anuncian la resurrección de Cristo compartiendo el dolor y la ayuda solidaria que prestan a los centenares de miles de refugiados; con vuestro camino al sufrimiento, que tiene el riesgo de sofocar la esperanza; con vuestro servicio de fraternidad que corre el riesgo también de momentos de oscuridad en la existencia”, dice el Papa dirigiéndose a ellos. Ante esta realidad desea “que el Señor os recompense, como Él sólo puede hacer, con la abundancia de sus dones”. En el propio mensaje Francisco hace una llamada de atención a la comunidad internacional y solicita que “a su vez, la opinión pública mundial esté más atenta, sea más sensible y participe ante las persecuciones contra los cristianos y, en general, de las minorías religiosas”. “Renuevo la solicitud de que la Comunidad Internacional no asista callada e inerte a tales crímenes inaceptables, que constituyen una preocupante deriva de los derechos humanos más esenciales e impide la riqueza de la convivencia entre los pueblos, las culturas y los fieles”. En la actualidad, miles de refugiados se han visto privados de sus casas por la persecución que sufren a causa de su fe. Principalmente por el Estado Islámico, el cual tiene una intensa actividad en Irak y Siria.
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