Antonio María Rouco Varela, cardenal, arzobispo emérito de Madrid y expresidente de la Conferencia Episcopal Española, ha participado estos días en unos cursos de verano en la localidad asturiana de La Granda, un foro organizado por el economista Juan Velarde. Allí, el cardenal ha roto una lanza en favor de la cruzada judicial del Arzobispado de Oviedo y ha invocado para ello la Constitución española. El religioso ha reivindicado el artículo 27 de la Constitución Española -el que regula cómo debe ser el acceso a la educación- como garante del derecho que tienen los padres a que sus hijos reciban enseñanza religiosa en su periodo escolar, reafirmando así su opinión contraria a todo tipo de recortes que afecten a la asignatura de Religión, como los que pretende llevar a cabo la Administración educativa asturiana y motivo por el cual el asunto ha acabado en los tribunales. En su referencia a la Carta Magna, el expresidente de la Conferencia Episcopal Española se remite al artículo 27, y más en concreto al apartado 3 del mismo, que dice: «Los poderes públicos garantizan el derecho que asiste a los padres para que sus hijos reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones». En ocasiones anteriores que se pronunció sobre el mismo asunto, y a la vista de ese articulado constitucional, Rouco Varela había llegado a advertir a los gobiernos de turno que intentan restringir o minorar el peso de la Religión en la escuela de que sus intenciones habrían de requerir «un cambio de la Constitución». Durante su intervención Rouco Varela, recordó que la justicia ya ha dado la razón a la Iglesia en este tema, cuando los gobiernos autonómicos del País Vasco y Extremadura vieron como un decreto y una ordenanza, respectivamente, que pretendían restringir el derecho a la asignatura de Religión, eran anuladas por el Tribunal Supremo: “El derecho a impartir la asignatura de Religión está reconocido por la Constitución, consagrado por la libertad de enseñanza y regulado en los acuerdos entre la Iglesia y el Estado. Existen dos sentencias del Supremo que dejan no ya claro, sino clarísimo, el asunto de la Religión en los centros educativos. Y esas sentencias dicen que la libertad de los padres para que sus hijos reciban enseñanza católica no puede ser recortada”, declaró. La defensa de la asignatura de Religión en la escuela es uno de los caballos de batalla del arzobispo emérito madrileño, que entre los varios cargos que aún ocupa en la jerarquía de la Iglesia es miembro de la Congregación para la Educación Católica de la curia romana, un puesto en el que le confirmó el Papa Francisco en noviembre de 2013.
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Con el paso de los años el hombre adulto no puede más que agradecer los conocimientos adquiridos en esas clases de religión. Son postes seguros a los que anclarse cuando el vendaval de las ideologías y las modas se llevan a tanta gente por delante.
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Que toda una generación haya renunciado a la práctica religiosa no le da derecho a excluir del curriculum la enseñanza de la religión y la moral. A cuántos de los que impulsan la salida de la religión de las escuelas les habrá salvado el pellejo, ante la depresión, la ansiedad o cualquier otra circunstancia vital, recordar las palabras de la Escritura o la sabiduría de la religión Católica.
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Es precisamente el conocimiento de la religión y de una moral inmutable lo que libera al hombre, lo que le proporciona verdadera autonomía frente al poder político, económico e incluso religioso. Esa educación para la ciudadanía es a la religión lo que la medicina macrobiótica a la verdadera ciencia médica, un sucedáneo que la mayoría de las veces no proporciona la tranquilidad de conciencia y la paz de espíritu que el conocimiento religioso sí hace.
Allí donde la enseñanza religiosa no es aceptada la vida de los hombres pierde su contraste y busca ser sustituida por la dureza en la aplicación de las leyes humanas y el desprecio a los semejantes. La gente joven no ha conocido a los grandes oradores de los que sí disfrutamos los que vivimos la transición política. La política, las artes, la literatura, la dramaturgia, la oratoria, la filosofía, etc. van desapareciendo y siendo sustituidas por la técnica política, la tecnica artística, la técnica literaria, etc.
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Ese cambio a peor vendría a ser como cambiar el sabor, el tacto, la visión, el olor e incluso el oído de una naranja por el de un zumo de concentrado de naranja del que se asegura que contiene un 15% de verdadero zumo de naranja. Sería como cambiar la pasión por los negocios del grupo Inditex por un técnico salido de esas escuelas de negocios que nunca han proporcionado un gran empresario a la sociedad. O de un político cuyo discurso está perfectamente medido coartando en esa medida cualquier posibilidad de comunicación.
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El hombre tecnificado es el gran fracaso de la humanidad. Ya no es el género humano el que domina la naturaleza a través del conocimiento técnico sino aquél que es dominado o esclavo de esa misma técnica. Antes que pretender salvaguardar una vida por medio de la técnica habría que preguntarse por la razón de vivir del sometido a la técnica médica. La religión, entre otros saberes, responde a esas razones. Nadie derecho a hurtar esos conocimientos a la generación siguiente.
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El cardenal Rouco, hombre sabio, vuelve a dar en el centro de la diana, motivo por el cual es tan odiado. Todo pueblo acaba asemejándose a aquellos que lo gobiernan. Cifuentes, Mas, Revilla, Iglesias, Díaz…son los arquetipos de la sociedad del mañana. Ellos son el fruto de los gobernantes de ayer que lo fueron, a su vez, de los anteriores. No, no vamos a más. Vamos a menos. Y los enemigos de España, fuera de nuestras fronteras, se frotan las manos.
EL Sr. Rouco hombre sabio que se equivocó como nos equivocamos todos en la decisión más importante de su etapa como cardenal.
La asignatura debe existir, con independencia de opiniones personales, por que la demandan los padres. Punto. Otra cosa es el escasísimo rastro que deja en el alma de los alumnos que la cursan por la debilidad de la forma en que se imparte. Mis hijos, que van a un colegio concertado jesuita, me dicen que no deja de ser ética y buenismo. Nada de catecismo, y el número de los que salen proaborto y divorcio, por centenares, por lo que se defraudan las espectativas de los padres al pensar que con la asignatura van a tener una mejor formación moral. La enseñanza religiosa es uno de los grandes fracasos de la Iglesia, incapaz de defenderse contra los mas vulgares y ramplones tópicos anticatólicos. ¿Dónde un tema anual dedicado a sacerdotes y laicos católicos científicos? ¿Dónde un tema anual dedicado a la belleza del arte católico y a las hecatombes humanas promovidas por los ateos del siglo XX ? ¿Y a los robos de los bienes de la Iglesia por gobiernos masónicos en toda Europa? Y así en tantos y tantos campos. Como dicen mis hijos, los únicos de la clase junto a otros dos que van a misa, el rollo es paz y amor, colegas.
Yo recomendaría a Don Antonio María que dejase Madrid, no por el embrollo de que si el piso o que si ya es emérito y puede molestar a Don Carlos… Si no porque, si siguiese mi recomendación abandonaría Madrid por Villalba o alguna ciudad más grande de la Diócesis de Mondoñedo-Ferrol, allí podría echar una mano al clero y al futuro obispo, o irse al Perú como Don José Gea.
21:34 Entonces Jehová dijo a Moisés: No le tengas miedo, porque en tu mano lo he entregado, a él y a todo su pueblo, y a su tierra; y harás de él como hiciste de Sehón rey de los amorreos, que habitaba en Hesbón.
21:35 E hirieron a él y a sus hijos, y a toda su gente, sin que le quedara uno, y se apoderaron de su tierra.
25:1 Moraba Israel en Sitim; y el pueblo empezó a fornicar con las hijas de Moab,
25:2 las cuales invitaban al pueblo a los sacrificios de sus dioses; y el pueblo comió, y se inclinó a sus dioses.
25:3 Así acudió el pueblo a Baal-peor; y el furor de Jehová se encendió contra Israel.
25:4 Y Jehová dijo a Moisés: Toma a todos los príncipes del pueblo, y ahórcalos ante Jehová delante del sol, y el ardor de la ira de Jehová se apartará de Israel.
El marido manda sobre su mujer:
Números:
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30:8 Pero si cuando su marido lo oyó, le vedó, entonces el voto que ella hizo, y lo que pronunció de sus labios con que ligó su alma, será nulo;
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¡¡¡Y todo esto de un solo libro (Nümeros)…!!!
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¿Hablamos de moral?