Suspende temporalmente la ley que exigía a las clínicas abortistas cumplir los mismos estándares que los hospitales. Tras obligar a todos los estados a legalizar el matrimonio homosexual y aprobar el uso de inyecciones letales con midazolam, un compuesto que ha fallado varias veces provocando sufrimientos innecesarios y crueles, el Tribunal Supremo ha decidido ir ahora en contra del derecho a la vida. Este tribunal ha suspendido temporalmente la ley que obligaría a cerrar más de la mitad de las clínicas abortistas en Texas. En 2013, el estado de Texas aprobó una ley que exigía a todas las clínicas abortistas cumplir los mismos requisitos que los hospitales, lo que en su momento supuso el cierre de 41 de estos centros. Ahora el Tribunal Supremo ha decidido suspender esa ley, por cinco votos a favor y cuatro en contra. Desde el Gobierno de Texas no entienden cómo el tribunal ha podido ir en contra de una ley que lo único que exige son «estándares médicos de alta calidad».
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