Monseñor Yaldo, obispo de Bagdad, se lamenta de que ahora los iraquíes ‘en vez de un dictador tienen 100’ y pide a la comunidad internacional que ‘ayude a parar esta tragedia’.
Los cristianos en Irak se enfrentan a una persecución religiosa perpetrada por el ISIS, cada vez más cruel y sangrienta. Todos los días llegan noticias de las atrocidades cometidas por los yihadistas y difundidas por ellos mismos para provocar a Occidente. Ante esta situación, el obispo auxiliar de Bagdad, monseñor Yaldo, ha pedido en una entrevista a Zenit que la comunidad internacional intervenga y «ayude a parar la tragedia».
«En Irak tenemos muertos cada día», denuncia este obispo y relata como «en un noche, al norte del país, han huido más de 10 mil personas, dejando su tierra y sus casas». Sostiene que la ayuda de Occidente que necesitan los cristianos perseguidos en Irak no es tanto material como una intervención para «expulsar a los terroristas del ISIS».
Ante el horror sembrado por el ISIS en gran parte del territorio iraquí y la intención de los terroristas de imponer el gobierno del Califato islámico, monseñor Yaldo declara: «Bajo Sadam los cristianos vivíamos bien, hoy en vez de un dictador tenemos 100…».
El obispo auxiliar de Bagdad, que debe sostener la fe de una comunidad que sufre una cruel persecución, pide al Papa Francisco que utilice «su influencia entre los poderosos del mundo» para aliviar la situación de los cristianos perseguidos. El prelado reconoce que el Santo Padre está muy pendiente de la situación en Irak y ha enviado a varios cardenales al país para conocer de cerca cómo se encuentran los refugiados cristianos.
Al ser preguntado acerca de cómo se puede perdonar a aquellos que te persiguen, monseñor Yaldo responde que «ningún cristiano en Irak ha matado por motivos religiosos o ha sido kamikaze» porque siguen el ejemplo de Cristo. «Los cristianos somos una minoría que es ejemplo para todo el país», asegura el obispo.
Secuestrado por las declaraciones del Papa Benedicto XVI
Monseñor Yaldo también relata en su entrevista cómo fue secuestrado por un grupo de musulmanes en septiembre de 2006, poco después del discurso del papa Benedicto XVI en Ratisbona. Las declaraciones del Papa entonces suscitaron grandes polémicas y también violencia entre los musulmanes y muchos sacerdotes fueron secuestrados. «Me tocó también a mí, cuando era secretario del patriarca de Bagdad», cuenta monseñor Yaldo.
Sus secuestradores le advirtieron de que no le liberarían hasta que el Papa no pidiera perdón por sus palabras. «Recuerdo que me quitaron todos mis objetos personales: documentos, dinero, cartera, reloj, móvil. Me dejaron solamente un pequeño rosario», recuerda el obispo. Como no podía celebrar misa porque estuvo durante tres días maniatado, este sacerdote encontró fuerzas en su rezo diario del rosario. «Cuando me soltaron, acogí esto como un milagro y doy gracias al Señor que mi secuestro duró solo tres días», confiesa.
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S. Juan Pablo II , que conocía la verdad de todo este asunto, se opuso a esta guerra absurda y plagada de falsas justificaciones. Todavía muchos recordamos las falsas explicaciones que Collin Powell dió en la ONU y en el Congreso para justificar la intervención.