| 24 junio, 2015
Gran preocupación en el seminario de una diócesis española: Al menos tres seminaristas podrían ser homosexuales y sus compañeros lo saben, lo han denunciado, y están cansados de la inacción de los responsables.
El Arzobispo no ha manifestado por el momento su intención de resolver el asunto, lo cual ha irritado a algunos de los futuros sacerdotes, que se han dirigido a ‘Sor Prendida’ para transmitir su honda preocupación.
La admisión a órdenes de seminaristas homosexuales no es un tema baladí, y ha costado la mitra a más de un obispo desde la llegada del Papa Francisco a la Sede de Pedro.
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Estos tres homosexuales llegarán a obispos, como mínimo. Y sus compañeros que lo han denunciado, se están jugando el ser «misecordiados», no ser ordenados, y acabar el resto de sus vidas como profesores suplentes de religión de primaria.
Si este problema se diera en una sola Diócesis…
Lobby gay en el seminario y en la diócesis…
Denunciar al Obispo y al Rector si fuera preciso.
……
Así empezaron en Estados Unidos y ya sabemos dónde han llegado.
Aunque no quieran reconocer, homosexualidad y pedofilia son hermanas.
Si como alguien apunta por ahí «son gays pero castos», lo mejor es que salgan del Seminario, se pongan en terapia de AMS (Atracción por personas del mismo sexo) y si el asunto después de mucho, mucho tiempo se ha reconducido, y sigue la llamada al sacerdocio, que reciban la correspondiente ayuda para un discernimiento. Aquí más vale acogerse a las palabras de Cristo «Tu sí sea sí, tu no, sea no». Las medias tintas, y en materia tan grave por tratarse de posibles futuros ordenados, mejor tomarlo en serio y actuar tajantemente.