‘La militancia política y la condición de monja no son compatibles’

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Teresa-Forcades-Iglesia-empobrecerse-enriquecerse_EDIIMA20130414_0076_4 El obispo de Sant Feliu de Llobregat, Agustí Cortés, ha aceptado la exclaustración de Teresa Forcades y ha señalado que siempre le dejó claro que para dedicarse a la política tendría que abandonar el convento. Agustí Cortés, obispo de Sant Feliu, se ha decidido a expresar su opinión sobre la situación de la monja Teresa Forcades públicamente para «contribuir a superar la perplejidad y la confusión que han provocado en no pocos fieles». En un comunicado, el obispo ha asegurado que desde un primer momento dejó claro a Forcades que si tenía intención de dedicarse a la política, tendría que abandonar los hábitos. Algo parecido a lo que ha sostenido en una entrevista para Espejo Público Carlos Osoro, arzobispo de Madrid, al ser interrogado sobre el tema. El obispo de Sant Feliu ha aceptado la exclaustración de Teresa Forcades como la opción más lógica si persiste en su idea de dirigir una coalición de partidos entre los que se encuentra Podemos. La exclaustración duraría tres años, pero todavía debe ser aprobada por la Santa Sede. Si desde Roma se diera el visto bueno a la exclaustración, Forcades no perdería su condición de monja consagrada, de forma que seguiría vinculada por los votos, pero estaría dispensada y privada de los deberes y derechos propios de la vida claustral. Al menos hasta que volviera a pedir a la Santa Sede el regreso a la vida monástica. En el comunicado, Cortés recuerda que «todos los monasterios de monjas son autónomos», y dependen «inmediata y exclusivamente» de la Sede Apostólica. No obstante, admite que el obispo de la diócesis ha de tener «una vigilancia peculiar», que en ningún caso quier decir que el monasterio «está bajo la jurisdicción o autoridad del obispo».

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Comentarios
0 comentarios en “‘La militancia política y la condición de monja no son compatibles’
  1. » Forcades no perdería su condición de monja consagrada, de forma que seguiría vinculada por los votos, pero estaría dispensada y privada de los deberes y derechos propios de la vida claustral.»
    Como todas las leyes, una vez más parece que están redactadas para «puede hacer usted lo que le dé la gana, pero lo llamaremos de otro modo… ¡Ah, vale!
    Entiendo que un religioso tenga una crisis de vocación y quiera apartarse de la disciplina correspondiente para hacer una reflexión seria sobre ella. Vale, eso lo entendemos todos y lo comprendemos. Pero, yo no sé cómo puede ser que a esta señora se le permita dedicarse 3 años a una actividad política y en un grupo político que lleva en su gen el odio patológico a la religión, y más concretamente a la católica, con los consiguientes sufrimientos que seguro dará lugar a los creyentes, hostigamientos y todo eso… y… la Iglesia le diga: vale, puede usted decidarse 3 años a hacer o colaborar en eso y si se cansa vuelve.
    A esta señora se la va a permitir estar 3 años promocionando el aborto, la eutanasia y no digamos el espoleo del mundo gay y feminista que de la mano de su coalición ya nos avanzan.
    ESTO ES UNA VERGÜENZA entiendo que para los cultos, derecho canónico. Menudo tomadura de pelo.

  2. Por qué será que no aplicarían el mismo rasero si la monja en cuestión, pongamos por caso, quisiera decidarse a la política en un grupo o coalición nazi. Porque tan criminales han sido los nazis como los comunistas que es la ideología a la que se ha adscrito esta señora.

  3. A la espera de que la Santa Sede, o sea la Congregación para los Religiosos e Institutos de Vida Consagrada, decida sobre el caso Forcades, que de momento ya cuenta con el permiso de su obispo y su abadesa, la activista en cuestión ya ha colgado el hábito (por tres años) y se ha entregado a su «misión», como la definió la anterior abadesa de su convento. ¿Dirá Roma que no, que sería lo más lógico? Pues me temo que no van a optar por la lógica, ya que ahora dejarían en mal lugar a un obispo y a una abadesa. Y antes de salirse del convento (por tres años), ¿No podía la interfecta esperar la decisión del Vaticano, que sería lo normal? En fin, que antes del paso dado el pasado día 15 ya bastantes muestras había dado de su afición a actividades incompatibles con su vocación monjil y ese fue sólo un paso más. El mal ya está hecho y cada vez se les va a hacer más difícil enmendarlo.

  4. El obispo este parece que no se entera. Su actitud no ha provocado «confusión ni perplejidad» sino que ha revivido la convicción de que seguimos con un gobierno veteromonárquico de la Iglesia por personajillos como él, dotados de apagavelas intelectual sobre el cráneo, que creen que no nos damos cuenta de que la Iglesia jerárquica es despótica siempre y opta por el poder en cualquier caso y que eso se extrapola con toda sencillez al resto de las diócesis aún españolas. La solución elegida para esta monja es farisaica y contradice de forma patente la Regla. Están forzando las cosas para que aparezca como aceptable algo que es de raíz incompatible con una profesión solemne. Dan ustedes asco, no confusión.

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