Para venerar la Sábana Santa y rendir homenaje a San Juan Bosco en el bicentenario de su nacimiento, el Papa Francisco viajó a la diócesis italiana de Turín. Una Visita Pastoral, cuyo lema es «El amor más grande».
El intenso programa de esta visita de dos días, domingo 21 y lunes 22 de junio, comenzó con un encuentro con el mundo del trabajo, después de su llegada al aeropuerto de Caselle.
Luego, se dirigirá a la Catedral, para rezar ante la Sábana Santa. Y después de detenerse brevemente ante el altar del Beato Pier Giorgio Frassati, se dirigirá a Piazza Vittorio, para presidir la celebración de la Santa Misa, prevista para las 10 y 45, y el rezo mariano del Ángelus.
En esta primera etapa de su peregrinación el Obispo de Roma almorzará en el Arzobispado con los jóvenes detenidos en la cárcel de menores ‘Ferrante Aporti’, con algunos inmigrados, personas sin hogar y una familia de gitanos romaníes.
(CDM, RV)
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Ojalá pronto podamos llamar santa a la beata Laura Vicuña, la alumna salesiana nacida en Santiago de Chile en 1891 y fallecida en Junín de los Andes (Argentina), en 1904. Papa Francisco es antiguo alumno salesiano. Un servidor también lo es. Para la canonización de Laura nos falta un milagro. Fue beatificada por san Juan Pablo II en Turín en 1988, en medio de las celebraciones por el centenario de la muerte de Don Bosco. Aquel mismo año se realizó la película «Laura, un gran amor», la cual narra la vida de esta niña elevada a los altares hace ya más de un cuarto de siglo.