La responsable del ultra-abortista Partido Popular en Cataluña, Alicia Sánchez Camacho, considera que la Iglesia no debe meterse en política, en una entrevista centrada en exclusiva en cuestiones religiosas. En una entrevista para Catalunya Religió la presidenta del PP de Catalunya (PPC), Alicia Sánchez-Camacho, ha manifestado que «un nacionalismo excluyente es contrario a los principios católicos». La dirigente popular asegura que en lo que cree «es en el respeto y en la estimación a mi hermano» y «en una convivencia en la que todo el mundo se debe incluir», pero lamenta que se pueda llegar a la exclusión por la vía del nacionalismo y rechaza que se quiera habral «de una Iglesia catalana diferenciada de una Iglesia española, ni diferenciada de otra Iglesia». La presidenta del Partido Popular de Cataluña (PPC), Alícia Sánchez-Camacho, no quiere hablar «de una Iglesia catalana diferenciada de una Iglesia española, ni diferenciada de ninguna otra Iglesia». Y lamenta que se pueda «llegar a situaciones en las que un planteamiento de un nacionalismo independentista sea excluyente, que es contrario a mis principios católicos». La líder del PPC asegura que en lo que cree «es en el respeto y en la estimación a mi hermano» y «en una convivencia en la que todo el mundo se debe incluir». Así lo explica Alícia Sánchez-Camacho dentro del ciclo de entrevistas «Cataluña y Religión» que han realizado a los líderes políticos catalanes CatalunyaReligió.cat y la Facultad de Comunicación y Relaciones Internacionales Blanquerna. Camacho afirma que «la Iglesia católica no debe entrar en estas cuestiones políticas, ni debe entrar en injerencias políticas». Sobre la relación entre la Iglesia y el PP, Sánchez-Camacho asegura que «el PP decide lo que cree que debe decidir y no se deja influir ni por la Iglesia, ni por el poder económico, ni por el poder de los medios de comunicación». Lo que defiende es la coincidencia «en los valores del humanismo cristiano, basado en los valores de la Iglesia católica» y un «ideario político que coincide en muchas cosas en la religión que nosotros profesamos, pero no porque nos lo manden unas jerarquías». Como ejemplo, en la misma entrevista se muestra crítica con la decisión de celebrar un funeral católico para las víctimas de la tragedia aérea de los Alpes. «Creo que tenemos un buen acuerdo con la Santa Sede, y nosotros en este momento no nos planteamos cambiarlo», asegura Sánchez-Camacho. Lo defiende porque «la gran mayoría de la población tiene arraigo en la religión católica» y porque, defendiendo la libertad de culto y el máximo respeto a todas las religiones, «nuestro modelo no es la multiculturalidad de religiones». Afirma que «nuestro modelo es un modelo viable, que no está en crisis» y «permite la coexistencia de la mayoría de las personas practicantes de una religión que es mayoritaria, nuestra católica, y la coexistencia con la libertad de los otros cultos». También defiende el actual modelo de religión en la escuela: «Para mí es una opción que he elegido en mi casa y que la quiero para la educación de mi hijo». En el caso concreto del islam, Camacho explica que en los lugares donde han gobernado han buscado soluciones con las comunidades que necesitaban espacios para practicar su culto, «dialogando, y hablando con ellos». Pero se reafirma en que «hay suficientes mezquitas en Cataluña» y en que «no se tiene que hacer una mezquita en Barcelona, mucho menos en la Monumental». También remarca que se deben vigilar los riesgos porque «muchas pueden tener una componente salafista» y «hemos visto las detenciones de un gran número de personas que estaban dispuestas a cometer atentados». Afirma que «hay que tener mucho cuidado en esto y nuestra posición es firme».
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Sra. Camacho, la iglesia no entra en cuestiones políticas (excepto esa parte progrenacionalista especialmente desde la década de 1970 impulsado por Jubany entre otros). Quien entra en injerencias religiosas es usted y todos los políticos de «Pedemos» al «Pepe» pasando por el «pesoe». Todos quieren dirigir la Iglesia y decir a los obispos lo que deben y no deben decir. Qué pena que haya tan poquitos obispos con un par bien puesto para decir las cosas claras sabiendo que ustedes, los políticos, le van a crucificar. Sra. Camacho, métase en política y deje a la Iglesia en paz. Y sepa que la Iglesia enseña muy claramente sobre política, sociedad y economía, moral, bioética, ciencia y tantas otras cosas, para que los católicos -y todo aquel que quiera- pueda enfocar su vida familias, social, laboral, política, cultural, moral por el camino de Dios en su Iglesia Santa, Católica y Apostólica (y por lo tanto con obligación de ir por el mundo llamando al Mal Mal y al Bien Bien).
¿Vale eso para Setien, Uriarte, Sistach, Novell, etc….? En cualquier caso, ¿no se llenan la boca de democracia?… pues señora, en democracia pueden hablar y pronunciarse, si pudieran, hasta las piedras. No te jode estos «demócratas».
Me hace gracia que estos políticos de pacotilla opinan de todo, incluido de la Iglesia, religión, Dios, moral… Pero niegan derechos elementales a la Iglesia que, junto al ejército, tiene limitada, entre otros derechos, la libertad de expresión. Y estos mamarrachos (la sra S Camacho, de fracaso en fracaso, es ridícula, patética y da realmente pena) que no se atreven a reprimir los insultos y ofensas a los sentimientos y símbolos más sagrados de los españoles, pretenden coartar la libertad de la Iglesia para hablar de política sin darse cuenta de que la Iglesia y sus miembros no sólo tienen el derecho (como todos), sino también la obligación de orientar a los fieles. El problema es que, como en tantas otras cosas, la iglesia ha hecho dejadez de este deber. Me gustaría ver a la serà Sànchez, decir que los sindicatos o los musulmanes, o los judíos, los homosexuales o cualquier otra asociación o colectivo, no tienen derecho a manifestar opiniones políticas.
Recluir la religión al estricto ámbito de lo privado es uno de los objetivos laicistas de la masonería.
Tu no deberías estar en política y lo estás … acabarás con el PP de Cataluña el 27 de Septiembre y por fin (ese es mi deseo) desaparecerás de la política.
Sra. Sánchez Camacho,retorne usted a Les Alzines, su cole de BUP, y que le vuelvan a dar las clases de teología y religión porque usted no se enterò de nada. La Iglesia somos todos. La formamos todos los que hemos sido bautizados. El poder político debe buscar siempre el bien comün y no los intereses partidistas. Y no puede dedicarse, tras ser elegidos, a hacer lo que les dè la gana. Ninguna autoridad puede atentar contra el derecho de las personas. Entre estos derechos está el derecho a la vida, a reunirse y a profesar privadamente y publicamente su religión. Y de la Iglesia Católica no se puede decir que se mete donde no debe cuando se trata de defender derechos. El derecho a la vida, que los de su partido se comprometieron a defender se lo han pasado por el forro de sus narices. Y por las mismas narices se han pasado otras muchas promesas que no han cumplido. Son un nido de corrupción como casi todos los partidos. Y usted, no es precisamente un buen ejemplo de iglesia cuando es capaz de mentir como lo ha hecho en el tema de la grabacion de la camarga. Espero que pronto rectifique (que es de sabios) y tenga la humildad y el sentido de la justicia para rectificar.