¿Es Chile un país católico?

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Cristóbal Orrego, profesor de Derecho Natural en la Universidad Católica de Chile, responde a esta pregunta en un artículo para los lectores de INFOVATICANA. El título corresponde al famoso libro de San Alberto Hurtado, SJ, quien, durante la primera mitad del siglo XX, procuró impulsar el compromiso de la sociedad chilena con sus raíces católicas. El Padre Hurtado removió los corazones de innumerables personas de la alta sociedad, para dirigirlas a socorrer a los más pobres y a ofrecer soluciones cristianas, en contraste con las propuestas marxistas. Su obra más conocida es el Hogar de Cristo, para niños abandonados o marginales, en un comienzo. También fundó una revista de intelectualidad católica, Mensaje, que los jesuitas chilenos siguen editando. Además de socorrer a los más pobres y de convertir a la caridad cristiana y a la justicia a sus discípulos más ricos, el santo chileno puso el dedo en la llaga de la peor desgracia y la más grave carencia de un país que se creía católico, pero que estaba dejando de serlo a pasos agigantados, sin que casi nadie lo advirtiera. Su diagnóstico se asemejó a la clarividente visión del Beato John Henry Newman y del ateo Friedrich Nietzsche, quienes habían anunciado la decadencia del cristianismo en Europa. Y el Padre Hurtado señalaba una, entre todas las carencias, como la más grave y la más influyente en el futuro del país: la falta de vocaciones sacerdotales. Los números de hoy son peores, con el añadido de que muchos sacerdotes están bajo el fuego cruzado de enemigos imponentes: la ignorancia religiosa promovida por teólogos católicos, la debacle doctrinal y litúrgica del posconcilio, la sospecha y la crítica de fuerzas sociales laicistas, el cansancio y el desánimo ante un trabajo pastoral abrumador, la falta de unidad entre el clero, la pobreza y aun la miseria material escondida bajo un heroísmo que Dios premiará con la vida eterna. San Alberto arrastró a muchos al sacerdocio. Ahora la Presidente de Chile… Puede leer el artículo completo aquí.

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Comentarios
0 comentarios en “¿Es Chile un país católico?
  1. Señores, a ver si se dan cuenta
    No existen los países católicos.
    Los que son católicos son las personas y no los países
    ¡¡¡¡GRACIAS A DIOS!!!!

  2. Gracias por el comentario, Carcahunter, que lo peor es la indiferencia.

    La analogía que permite extender la identidad religiosa (o ideológica o de cualquier otro signo) desde los individuos, que personalmente la encarnan, hacia un grupo, formado por esos individuos, es perfectamente legítima e informativa.

    Así se puede decir, por ejemplo, que un pueblo es monárquico o republicano; que una Iglesia completa es católica o protestante u ortodoxa; y que un país entero es o fue católico, musulmán o hindú.

    Naturalmente eso depende del efecto añadido de lo que sus miembros profesan y del modo como colectivamente reconocen o no esa identidad.

    Jesús llega al extremo de mandar a sus discípulos que bauticen a todas las naciones (no solamente a cada persona por su cuenta), y así también se habla de familias cristianas, y ha habido conversiones de pueblos enteros a la fe. El reconocimiento formal de una religión como religión oficial también marca una identidad religiosa colectiva, sea ella católica o no, que puede llegar a discordar de la identidad religiosa colectiva real, como sucede en el caso de algunos países confesionalmente cristianos que realmente son ateos.

    Espero que así se entienda bien de qué hablamos.

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