En su línea de tolerancia cero a los abusos, la Iglesia mallorquina pagará 30.000 euros a una mujer que fue violada por un sacerdote cuando tenía 10 años. En 2011, una mujer denunció haber sido violada por el sacerdote de su parroquia cuando tenía 10 años y era feligresa de la parroquia de Can Picafort, en Mallorca. El caso fue llevado ante el Tribunal Eclesiástico que consideró al sacerdote Pere Barceló, de 62 años, culpable de «gravísimos» delitos sexuales. El Obispado de Mallorca decidió tras esta resolución apartarle de su cargo, incluso antes de que se dictara sentencia penal. Ahora el Obispado ha pactado una indemnización de 30.000 euros para esta supuesta víctima de abusos sexuales. La compensación económica de los «daños morales» fue iniciativa del obispo de Mallorca, monseñor Javier Salinas, siguiendo la línea de tolerancia cero con los abusos sexuales. En un comunicado, monseñor Salinas manifestó que esta compensación es una «expresión del compromiso de la diócesis en la defensa de los que han sido víctimas de comportamientos impropios de un sacerdote». Otras dos mujeres de la parroquia Can Picafort han denunciado haber sido víctimas de abusos sexuales por parte de Pere Barceló cuando eran menores y la justicia está actualmente estudiando su caso. La juez que lleva el caso impuso una fianza de responsabilidad civil de 100.000 euros a Pere Barceló por dos presuntos delitos de agresión sexual y otro de violación, y el Obispado de Mallorca fue declarado responsable subsidiario del depósito previo.
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