El ejercito iraquí denuncia que serán empleados para cometer ataques suicidas o como jóvenes combatientes.
La crueldad del autodenominado Estado Islámico no conoce límites. En esta ocasión, las víctimas del terror del grupo yihadista son los 500 niños secuestrados para ser convertidos en bombas humanas, informa Gaceta.es.
Los terroristas desplegados en Iraq y Siria se han llevado a centenares de menores de sus hogares para ser entrenados en los campamentos de ISIS, en los que se aglutinan los conocidos como »cachorros del califato». Los pequeños son adoctrinados en estos campos para ser después utilizados como bombas humanas, cuando no son adiestrados para morir en combate.
400 niños han sido secuestrados en la provincia occidental de Anbar y trasladados a las bases sirias e iraquíes de ISIS, según han denunciado las autoridades locales. Otros 100 menores de 16 años han sido forzados a abandonar sus hogares para cometer atentados suicidas. «Van a lavarles el cerebro para convertirles en bombas humanas», aseguran fuentes del ejército iraquí.
Los »cachorros del ISIS»
Los yihadistas utilizan con frecuencia a los niños para cometer sus atrocidades o hacer propaganda del Estado Islámico. El mundo pudo contemplar horrorizado como un niño ejecutaba a un espía israelí y otro disparaba a sangre fría en la nuca a dos hombres.
ISIS ha robado la infancia a cientos de niños, que se han hecho en muchos casos completamente insensibles a la violencia. Ejemplo de ello es la imagen que circuló alrededor del mundo de un menor sosteniendo la cabeza de un hombre decapitado o la del pequeño sirio que se rinde ante el objetivo de una cámara de fotos que confunde con un arma.
El grupo terrorista también ha difundido vídeos de niños que entrenan para ser combatientes: portan la característica máscara negra de los rebeldes, sostienen balas y ondean las banderas del grupo. Los terroristas, que se denominan a sí mismos ‘leones’, han bautizado a estos niños como «cachorros del califato».
Human Rights Watch señaló que ISIS y otros grupos radicales «han reclutado niños específicamente a través de campañas de educación gratuita que incluye entrenamiento en el manejo de armas y les han asignado misiones peligrosas, incluidos ataques suicidas».
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