Ada Colau ha defendido, probablemente sin saberlo ni quererlo, uno de los principios básicos de la Doctrina Social de la Iglesia: Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres. Ada Colau, la futura alcaldesa de Barcelona, ha desencadenado la polémica al declarar que se pueden desobedecer las leyes injustas. Durante una entrevista para el diario El País, Colau declaró que «si hay que desobedecer leyes injustas, se desobedecen», en referencia a la impugnación de la consulta independentista que pretende realizar. Aunque en este caso la impugnación de una consulta ilegal no parezca precisamente una actuación injusta por parte del Gobierno, lo cierto es que la desobediencia a las leyes injustas es algo que también ha sido defendido desde la Iglesia católica. En el Compendio de la Doctrina social de la Iglesia se afirma que el ciudadano no está obligado en conciencia a «a seguir las prescripciones de las autoridades civiles si éstas son contrarias a las exigencias del orden moral, a los derechos fundamentales de las personas o a las enseñanzas del Evangelio». La doctrina social de la Iglesia sostiene, además, que desobedecer una ley injusta no sólo es lícito, sino un imperativo moral. Obviamente, ninguna de estas razones para la desobediencia civil pueden ser utilizadas por el nacionalismo para realizar una consulta ilegal. Pero lo que sí es cierto es que Ada Colau, sin pretenderlo en absoluto, se ha hecho eco de uno de los principios que sostiene la doctrina social de la Iglesia: Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres. Benedicto XVI expresó con firmeza esta idea en una de sus homilías al asegurar que «es importante para los cristianos no aceptar una injusticia, aunque sea considerada como derecho, por ejemplo, cuando se trata del asesinato de niños inocentes aún no nacidos». En este caso, el ahora Papa Emérito hacía referencia a leyes como la del aborto que atacan la moral, los derechos fundamentales y los principios del Evangelio, y que los cristianos no deben aceptar bajo ningún concepto.
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Pues yo creo que no. La sra. Colau no tiene razón como no la tiene el musulmán que asesina al infiel porque el Dios único es Misericordioso. Quiero decir (quizá el ejemplo no sea el más adecuado) que porque diga palabras que suenen igual no lleva razón.
Nosotros habríamos de insistir en la insistir en la formación para que esto no acabe siendo la ley de la selva
Planteada la cuestión en abstracto, todo resulta muy claro. Mas si entramos en el ámbito concreto de lo terrenal, ¿qué leyes singulares son injustas y, por tanto, las podemos desobedecer, y qué otras leyes son justas y obligan en conciencia a todas las personas, cristianas o no?; ¿las leyes fiscales obligan todas en conciencia y sin excepción? . Entiendo que la conformidad de las leyes humanas con los preceptos de la Doctrina católica sería una regla acertada de formación de criterio al respecto por parte de los católicos en particular, pero parece que la la cuestión es algo más compleja y requiere el análisis de doctores con doctrina fiable en la materia. Los legos quedamos a la espera de orientación y de doctrina sana al respecto.
¿ Va a quitar la inmersion lingüística por obligación es decir la nazificacion opresiva SI o SI de más de la mitad de la poblacion catalana?
¿ A que no?
¿ O sólo será «INJUSTO» el que se le pongan sanciones a los que contribuyen al espectáculo de odio que se dio el día de la final de la copa, o cuando se vulnera la Constitución Española como hizo Artur Mas el 9n del pasado año?
¿ La Iglesia da cobertura a ese tipo de manifestaciones de desobediencia?
No veo que a la señora periodista le preocupe ese cultivo del odio.
¿ Cuenta Ada Colau con el apoyo de la Iglesia por que es nacionalista catalana?
¿A que si?
De momento se está justificando la actitud de Colau cubriéndola con una lectura interesada de la doctrina social de la iglesia. ¿ Por qué no la aplica la señora periodista al problema de la inmersión ¿ NO LE INTERESA A LA IGLESIA ESA “EVIDENTE” INJUSTICIA?
Al parecer hay que obedecer a un dios “ CATALANISTA” o NACIONALISTA CATALAN por que a ese DIOS no le parece interesarle el problema que sufren muchísimas familias catalanas de ver preteridos sus derechos a ser respetados en su identidad y se educados en su lengua materna. En cambio “ cubre” como obediencia a Dios lo que no es mas que una vulneración y una pretendida y posible desobediencia de las leyes que en España nos hemos dado todos.
Me da que la señora Colau no está pensando ni en Dios ni en el aborto.
Al margen del aborto y de otras cuestiones relativas a la moral católica, asunto en el que en efecto Ada Colau no es católica sino progresista, lo más probable, pero de verdad lo más probable, es que Ada Colau sea incomparablemente más honesta y solidaria que la inmensa mayoría del Partido Popular.
El PP, con las excepciones de rigor, es el partido del choriceo, de la corrupción a lo bestia, de los pelotazos urbanísticos, del cohecho, del enriquecimiento ilícito. Y si sus jerifaltes están donde están, viviendo tan regaladamente, es porque muchos católicos han votado una y otra vez Partido Popular.
¿Esa señora comunista es la que decide qué es justo y no es justo? Hay que ver si con oponerse a leyes consideradas injustas se provoca mayores injusticias. Todo suena bonita en teoría.