La mayoría eran niños, mujeres y ancianos. Sus cadáveres han sido mutilados y abandonados en las calles de la ciudad. «Los terroristas han matado a más de 400 personas y mutilado después sus cuerpos con el pretexto de que se negaban a acatar sus órdenes». Esta ha sido la información que ha transmitido la agencia siria de noticias Sana, que también ha asegurado que los cadáveres se encuentran tirados y abandonados en las calles de Palmira para sembrar el pánico. La mayor parte de las víctimas eran niños, mujeres y ancianos, que fueron degollados por los yihadistas a sangre fría. Decenas de las víctimas son funcionarios del Gobierno sirio, entre ellos la jefa del departamento de Enfermería del hospital de Palmira. El primer ministro sirio, Wael al Halqi, ha responsabilizado a Arabia Saudí, Qatar y Turquía de la masacre perpetrada por ISIS, por apoyar a los yihadistas material y militarmente. También ha culpado a algunos países occidentales por ayudar materialmente al Estado Islámico y por permanecer callados ante estas matanzas. ISIS tomó la ciudad de Palmira hace cuatro días y, desde entonces, ha difundido a través de las redes sociales su intención de realizar un plan sistemático de ejecución de partidarios del Gobierno sirio. Según los datos del Observatorio Sirio de Derechos Humanos, al menos 300 soldados sirios murieron cuando intentaban defender la ciudad y un elevado número de militares se ha dado por desaparecido.
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