El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, ha hecho estas declaraciones al conocer la participación de Sor Lucía Caram en la campaña de las elecciones catalanas. «Da la impresión de que el nacional-catolicismo se quiere volver a implementar, pero en este caso el nacional-catolicismo catalán». Así de contundente se ha mostrado Jorge Fernández Díaz, ministro del Interior, al conocer la intervención de Sor Lucía Caram en una tertulia con Xavier Trías y Artur Mas, en la que no dudó en deshacerse en elogios hacia el presidente de la Generalitat y en pedir el voto bajo la amenaza de «cometer pecado» si no se acude a las urnas. Para Fernández Díaz, esta intervención de Sor Lucía Caram en política supone una intención de volver a implantar el nacional-catolicismo pero esta vez de carácter independentista. Ha acusado a la dominica de «no dar ejemplo con estas actitudes de lo que tendría que hacer con su vocación». Asimismo, el ministro del Interior se defendió de las acusaciones de Caram al Gobierno de «presionar» al Vaticano para silenciarla. Fernández Díaz ha tildado esta acusación de «triste y lamentable» y ha declarado que tiene «mejores cosas que hacer» que responder a los ataques sin fundamento de la religiosa. Tras una reunión en Roma con el secretario de la Congregación para la Vida Religiosa, José Rodríguez Carballo, Caram denunció las amenazas del Gobierno que sufren ella y su comunidad y las presiones por parte del «lobby ultracatólico».
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Sr. Fernández Díaz, después de tantos años y todavía no se ha enterado que en Cataluña hace muchas décadas que el nacional catolicismo está implantado y lo domina todo. Desde luego es un anticatolicismo: construcción de la Iglesia de Cataluña para catalanes nacionalistas, por catalanes nacionalistas, antidoctrina y antigamisterio, Iglesia (progresista) de Cataluña. a ejemplo de enrique VIII y su Iglesia de Inglaterra o a ejemplo de China con su Iglesia Nacional China.
Este señor no sólo parece bobo. Lo es
No es imbecilidad sino perversión. Tengamos en cuenta su vinculación al Opus Dei, que fue la fuerza destructora de un periodo del franquismo (en famoso nacional-catolicismo), desplazado y colonizado por los tecnócratas laicistas del Opus Dei (sí, sí: laicistas, del sentido laical de la Obra)
Lo de este hombre es muy penoso, en el fondo y en la forma. Vale que sea ministro del PP, pero si es cierto que es del Opus, deberían plantearse echarlo inmediatamente por cutre y hortera intelectual. Flaco favor le hace a la obra que se sepa que un sujeto así viene de allí. ¿Es que no había otro mas tonto para hacerlo ministro?
Esto debe de ser por el criterio de los pusilanimes y los mediocres como Rajoy, escojo a ministros alelados, y así yo parezco hasta inteligente. Menudos cracks estos del PP.
Si el ministro tuviese un poco de idea y no tuviese sindrome de estocolmo, por ser del PP y por ser del Opus, entonces tendría que haber dicho que se pretende volver a la Teología de la Liberación.
Cuánta caridad se ve en los comentaristas de esta noticia.
Miguel llama bobo a este ministo, Sarto lo llama imbécil y pervertido, Juan Nadie lo llama penoso, cutre, hortera intelectual, tonto, alelado. Y a Rajoy lo llama pusilánime y tonto.
Señores comentaristas: ¿no os enseñaron que las injurias son pecado grave? ¿Cómo se os ocurre dar lecciones a nadie de vida cristiana, con la colección de insultos que proferís?
Estimado Sarto: Este señor está sujeto a crítica, no a insultos. Son cosas distintas.
La Igesia condena las injurias SIN EXCEPCIONES. Puedes criticar lo que hace, puedes argumentar en contra de sus arrgumentos, pero nunca insultarle. El insulto te descalifica a ti, no a él.
El compromiso con la verdad nunca justifica una falta de caridad. Con esa afirmación que hiciste, estás diciendo que el fin justifica los medios.