La candidata de Ciudadanos trata de pescar votos entre la comunidad homosexual a cuatros días de las elecciones. Begoña Villacís, candidata de Ciudadanos a la Alcaldía de Madrid, ha mostrado su deseo es convertir Madrid en «un referente mundial de la convivencia y pluralidad» durante la fiesta del Orgullo Gay. Un nuevo gesto del partido de Albert Rivera hacia la comunidad gay, en un intento de arañar votos a escasos cuatro días de las elecciones. No es la primera vez que Ciudadanos apoya este aquelarre homosexual, convertido después en vulgar botellón, pues ya participó en la edición de 2014 con una carroza propia. Villacís ha recordado que su programa trata «ampliamente» al colectivo LGTBI y que muchos de sus miembros han participado en los grupos de trabajo del partido. Por otra parte, la candidata a la Alcaldía ha mantenido que no pactará con Esperanza Aguirre, una alianza con la que se venía especulando durante los últimos días ante la perspectiva de un parlamento fragmentado.
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¿Más todavía?Lleva décadas siéndolo.
Vean, van el video: en la carroza de Ciudadanos del desfile del día del orgullo gay 2014 estaba César González Cabo, (Cesar Cabo), portavoz de los controladores con la famosa huelga de hace tiempo, simpatizante del partido político y tertuliano de Tele 5. Y por lo que se ve también el movimiento homosexual.
Me gustaría expresar mi más absoluto rechazo a este artículo.
«Aquelarre homosexual» así es como se designa al colectivo homosexual en la celebración y lucha por la igualdad. Para quien no lo sepa la definición de la RAE de «aquelarre» es la siguiente: Junta o reunión nocturna de brujos y brujas, con la supuesta intervención del demonio ordinariamente en figura de macho cabrío, para la práctica de las artes de esta superstición.
Así es, reunión de brujas y brujos con intervención del demonio, así es como lo llaman.
Me da pena que en la sociedad sigan habiendo individuos que piensan de esta manera y continúan con una discriminación y acoso hacia el colectivo homosexual. Exigimos respeto y trato como a iguales pues en lo uníco que diferimos a un heterosexual es en el género por el que sentimos atracción sexual. Nadie es discriminado por gustarle el verde y no el azul, pero sí por gustarle un hombre o una mujer. El amor no entiende de sexo o condición sexual y es válido y natural en todas sus formas.