¿La última película que vio el Cardenal Bergoglio?

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coincidencias-entre-francisco-y-el-asesinado-juan-pablo-i La miniserie italiana sobre Juan Pablo I “La sonrisa de Dios” podría ser, a juzgar por las coincidencias entre su protagonista y el Papa Francisco, la última película que vio el Cardenal Bergoglio antes de ser elegido papa. Probablemente donde más coincidió el Papa Francisco con el Luciani de la película es en la cena después del cónclave, con los cardenales: cuando al llegar Juan Pablo I al comedor y ver el trono que le han preparado exclama: “¡¿Habéis preparado este trono para mí?!¡No! ¡Yo me sentaré ahí donde me he sentado siempre, soy y seré siempre uno de vosotros!” añadiendo “¡Que Dios os perdone lo que habéis hecho!”. Algunos cardenales contaron que durante la primera cena en Santa Marta, cuando llegó el Papa al comedor, rechazó su sitio especial, como había rechazado horas antes su coche subiéndose en el autobús, y se dirigió a los cardenales con las palabras exactas de la película: “¡Que Dios os perdone lo que habéis hecho!”. Y después de ser elegido, ya en audiencia con la gente, el Papa se dirige al pueblo y les dice Rezaremos juntos necesito las plegarias de todos”. Francisco, al salir al balcón les dijo a los miles de peregrinos ahí congregados, que esperaban conocer a su nuevo papa:

“Y primero que nada, quisiera hacer una oración por nuestro Obispo Emérito, Benedicto XVI. Recemos todos juntos por él, para que el Señor lo bendiga y la Virgen lo custodie», y rezó con ellos un Padre Nuestro, un Ave María y un Gloria. En la primera alocución a los cardenales el Papa Luciani manifiesta reticencias para darles la bendición, y les dice: “me resulta extraño daros yo a vosotros la bendición, pero aquí lo pone”, y se la da. El papa Francisco en su reunión con los periodistas en el aula Nervi renunció a darles la bendición para no herir sus sensibilidades. El pontificado de Francisco arranca con la conciencia de que la curia debe ser reformada, y nombra a 8 cardenales para ayudarle en esa difícil tarea. El Luciani de la película declara varias veces: “lo más urgente es la reforma de la curia” Image1678

Sobre sus modos de trabajar se aprecian numerosas similitudes entre el personaje de la película y nuestro Santo Padre.

Luciani asegura “quiero ser un pastor, no un funcionario de oficina”, cuando Villot le entrega por la mañana una pila de papeles, y añade: Yo tengo en mente una gran renovación. Una nueva forma de trabajar”.

Y termina con una frase que a Bergoglio le quedó muy clara, a juzgar por su primer discurso como Papa: “Soy primero obispo de Roma y después Papa”. Y es que en su primer saludo a los fieles, de poco más de 200 palabras, Francisco se refirió 6 veces a su condición de nuevo obispo de Roma y ninguna a su condición de Papa. En los pocos discursos que como Papa da Luciani en la película emplea frases que fueron utilizadas literalmente por el Papa Francisco en sus primeros días como Papa:

Quisiera una Iglesia que Cristo reconociese. Una iglesia pobre para los pobres, dice Luciani en la miniserie, “¡Ah, cómo me gustaría una Iglesia pobre y para los pobres!” les dijo Bergoglio a los periodistas congregados en el Aula Nervi aquel 16 de Marzo. Y es también hablando de las riquezas de la Iglesia donde la película tiene frases lapidarias que han inspirado a Bergoglio:

Los medios que hoy en día usa la Iglesia olvidan los fines” “quiero una iglesia evangélica alejada del poder temporal y económico” “Los pueblos del hambre interpelan de manera dramática a los pueblos opulentos”.

Quédate con los pobres, que Jesucristo estaba con los pobres le dice a Luciani su padre al principio de la película, cuando éste le manifiesta su deseo de ser sacerdote. Y es esa frase de su padre la que recordará poco antes del cónclave en el que resulta elegido, 33 días antes de morir. Y fue Claudio Hummes el que le dijo a Francisco, inmediatamente después de ser elegido: “No te olvides de los pobres”. marcinkusDe hecho en la película nada más llegar al Pontificado, Juan Pablo I se reúne con Marcinkus, presidente del IOR, con quien había tenido un fuerte encontronazo cuando siendo Luciani patriarca de Venecia el Vaticano vendió la banca Véneto al Banco Ambrosiano sin preguntarle, dejando a cientos de párrocos sin acceso a la línea de crédito que utilizaban.

En esa reunión le dice: “Creo que la banca vaticana debe ser completamente reformada. Quiero que los objetivos del IOR sean totalmente coherentes y se llegue a la máxima transparencia. Deseo un informe detallado sobre todos los depósitos y las transacciones del IOR”. El Papa Francisco poco después de ser elegido Papa hizo unas duras declaraciones sobre el IOR y nombró una comisión para su replanteamiento integral.

Se queja en “La sonrisa de Dios” el papa con su secretario de que L’Osservatore le censura los discursos y cartas, como al Papa Francisco se le recortan las homilías de Santa Marta, espontáneas, de las que Radio Vaticana sólo hace públicos breves extractos. Además de las coincidencias en frases concretas, son muchos los parecidos entre el Juan Pablo I caracterizado por Neri Marcoré y el Papa Francisco.

Luciani se proponía como Papa sonreír siempre y Francisco, aunque en Buenos Aires no se caracterizaba por su alegría, como Papa luce siempre una sonrisa y ha criticado más de una vez a los cristianos que “tienen cara de pepinos en vinagre”. papa-francisco-emocion-angelus--644x362

Además, en la película, el Papa Luciani cree que con un lenguaje sencillo se ganará a la gente, y aunque algunos le critican por ser demasiado simple y coloquial, el cardenal Villot se da cuenta de que no habla así por ser ningún ingenuo sino que se esfuerza por ser sencillo para hacerse inteligible.

Va a ver al Papa una mujer de su pueblo, Canale d’Agordo, y por el hecho de que es de su pueblo y eso le hace ilusión el Papa la recibe. En eso también nos recuerda al Papa Francisco, cuando llama por teléfono a su quiosquero o recibe a un ciclista que le ha escrito una carta. Cuando Luciani se despide de su hermano Berto para siempre le dice “Reza por mí, Berto, reza por mí”. Todos los testimonios de gente que ha hablado con el Papa Francisco dicen que termina así sus conversaciones. Francisco-Plaza-Vaticano-AFP-COMERCIO_ECMIMA20130327_0103_4

El Papa Luciani en la película, advertido del riesgo que corre de ser asesinado, renuncia a las medidas de seguridad y al cristal antibalas en su habitación, como hace diariamente el Papa Francisco cuando sale a la calle, o cuando circuló por las calles de Río de Janeiro en un vehículo con la ventanilla bajada y sin ninguna medida especial de seguridad.

Aunque se aprecia una diferencia entre el Juan Pablo I de la miniserie y nuestro Papa Francisco: en la película el papa bendice a los cardenales aunque le parece “extraño” porque lo manda el protocolo, y no se dirige a los fieles congregados en San Pedro y solamente les da la bendición porque “no está previsto”. 

El Papa Francisco en cambio ha demostrado en varias ocasiones no estar sujeto a las costumbres y protocolos que no comparte.

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Comentarios
0 comentarios en “¿La última película que vio el Cardenal Bergoglio?
  1. Yo también he visto la película. Tiene algunos fallos, como presentar a un cardenal Villot sin gafas y barbudo, cuando en realidad Villot llevaba gafas y no se dejaba barba ni bigote. Luciani nunco tuvo carnet de conducir. En la película, cuando aún no es obispo (fue uno de los primeros nombrados por san Juan XXIII), conduce el coche llevando como acompañante al cardenal Roncalli. Las anécdotas nos fueron llegando a través de la prensa. Anécdotas las hay de todos los papas. De san Pío X se dice que una vez, en una audiencia, quiso enseñar a unos ciudadanos de una localidad cercana a Riese, donde nació y su padre era alguacil, cómo se baila una danza regional, se levantó y les hizo una demostración. Los textos del pontificado de Juan Pablo I fueron editados por Librería Editrice Vaticana, también en castellano, e igualmente en esta lengua por EUNSA en la colección NT. También están en la web de la Santa Sede.
    La frase «Los pueblos hambrientos interpelan de forma dramática a los pueblos opulentos» (u «hoy sin cesar» en vez de «de forma dramática»), es de la encíclica «Populorum progressio», del beato Pablo VI.
    Se dice también que Francisco, cuando vistió por primera vez como papa, rechazó la muceta roja y la estola (esta última sí se la puso, como se ve en la foto, para dar la bendición), ribeteadas de hilo de oro que le acercaba el maestro de ceremonias Guido Marini diciéndole: «Póngaselo usted si quiere. La época de los disfraces se ha acabado». Esto fue pronto desmentido.

  2. La frase de la versión oficial en español de la encíclica «Populorum Progressio» es: «Los pueblos hambrientos interpelan hoy, con dramático acento, a los pueblos opulentos».
    La encíclica lleva fecha de 26 de marzo de 1967, domingo de Pascua de Resurrección.

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