“El sacramento del matrimonio es un acto de fe y de amor, en el que los esposos, mediante su libre consentimiento, realizan su vocación de entregarse sin reservas y sin medida” Lo dijo el obispo de Roma en la segunda catequesis sobre el matrimonio el miércoles 6 de mayo en la plaza del santuario de San Pedro repleta de peregrinos y fieles de Roma y el mundo. El Papa explicó en esta ocasión que “el matrimonio es un gran misterio que tiene la gran dignidad de reflejar el amor de Cristo a su Iglesia. Todos los cristianos estamos llamados a amar como Cristo nos amó, pero el marido, dice el apóstol Pablo, debe amar a su mujer «como a su propio cuerpo», como Cristo «ama a su Iglesia». Esta radicalidad evangélica restablece la reciprocidad originaria de la creación”. Afirmó que “la belleza del matrimonio cristiano, no es simplemente la belleza de la ceremonia que se hace en la iglesia, sino del sacramento que hace la Iglesia iniciando una nueva comunidad familiar”, y que “la Iglesia está totalmente implicada en cada matrimonio cristiano: se edifica con sus logros y sufre sus fracasos. Asumamos seriamente la responsabilidad que se desprende de este vínculo indisoluble”. Francisco concluyó puntualizando “que la decisión de «casarse en el Señor» tiene también una dimensión misionera, pues requiere que los esposos estén dispuestos a ser transmisores de la bendición y de la gracia del Señor para todos”. jesuita Guillermo Ortiz, RADIO VATICANA
Ayuda a Infovaticana a seguir informando
Mi esposo y yo nos casamos «en el Señor», es decir, Jesús vive en medio de los dos, es el vínculo que nos mantiene unidos y ya tenemos 25 años de matrimonio y como la felicidad solo es un estado en el cielo puedo decir que hemos pasado y pasamos muchos momentos felices. Y sí tiene una dimensión misionera, quienes nos ven no solo se alegran sino que los inspiramos a casarse ahora que está tan de moda la convivencia. Con Cristo todo es posible.