Esta ha sido la propuesta de un líder hindú, que ha justificado el recrudecimiento de la persecución religiosa en la India por ser las iglesias «fábricas para la conversión». Los cristianos en India vuelven a experimentar las consecuencias de la persecución religiosa. Esta vez, por parte de uno de los líderes hindúes, Munna Kumar Shukla, que ha pedido al Gobierno que «premie y proporcione protección legal y administrativa a los hindúes que ataquen iglesias en el país». La razón que ha expuesto Munna Kumar Shukla, líder de una organización hindú radical, para sostener una postura llena de odio y violencia es que «las iglesias ya no son lugares de culto, sino fábricas para la conversión de hindúes al cristianismo». La Conferencia de Obispos Católicos de la India , por su parte, ha emitido un comunicado en el que piden al Gobierno que frene la espiral de violencia contra los cristianos. «En tiempos recientes ha habido una escalada de violencia contra los cristianos y otras minorías además de declaraciones de este tipo», señalan en el documento los obispos, «todos los ataques muestran un patrón siniestro y maligno calculado para denigrar y difamar a los cristianos». Las impresentables declaraciones de líder hindú se produjeron poco después de que la Policía india detuviera a seis personas por atacar una iglesia y un colegio católicos. Los asaltantes destrozaron el mobiliario del templo y del centro, pero afortunadamente no hubo heridos. Los cristianos indios han mostrado su miedo por el incremento del odio y de los ataques en los últimos tiempos, y la falta absoluta de protección a la libertad religiosa por parte del Gobierno. La comunidad cristiana ha denunciado en multitud de ocasiones la pasividad de las autoridades indias a la hora de actuar contra los ataques a los cristianos.
Ayuda a Infovaticana a seguir informando
La persecución diabólica contra los cristianos no es nueva. Ya era frecuente desde los primeros tiempos de los mártires. Pero no debemos poner coronas de flores en las tumbas de los criminales genocidas como Ataturk, asesino de millones de cristianos armenios hace justamente 100 años.
Lamentablemente, en la India a la que muchos,» soñadoramente» llegan, buscando su realización, superación y plenitud, engañados por gurúes, maestros y faquires, que, han hecho sus buenos negocios, fuera de su país , ignoran, que Jesús de Nazareth, advirtió :» Nadie va al Padre, sino, a través Mío» responsables en parte de esto, los que se dicen cristianos, católicos y creyentes , que, no asumieron vocacionalmente, constituirse en heraldos del reino de los cielos a fin de ser evangelizadores de la cultura, culturizadores de la democracia, pascualizadores de la Historia, alfareros de conciencias, impulsores de esperanza y sembradores de eternidad a través de la proclamación del Feliz Anuncio de la Buena Noticia de la Pascua de Resurrección, los mismos que en tiempos de elecciones, han venido promoviendo, publicitando y votando a candidatos de sus corporaciones partidocraticas, que, con sus estilos de vida, han irrespetado la Voluntad de Dios , sancionada a través de los 10 Mandamientos del Antiguo Testamento ; y confirmada en los 4 Evangelios de Jesús del Nuevo Testamento y reafirmada con las advertencias de la Virgen en sus últimas múltiples apariciones.
Mas de uno, desinformados totalmente, que el 92 % son pobres, o indigentes y sin futuro, ajenos al espectáculo de tanta miseria, subdesarrollo y pauperismo, que, nada tiene que ver con lo que los seguidores de la Filosofía, metafísica y religiosidad, buscan en » mágicamente» en Oriente y el relato » poético» de la India milenaria, espiritual y pacífica.
Un país, estratificado por castas inamovibles, las cuales se creen superiores al resto, legitimadas, tras la sacralización de una religiosidad politeísta alienante.
No mas ver, el río Ganges al que le atribuyen el nacimiento y ocaso de la vida , surcado por aguas putrefactas, contaminadas e infestadas, repleto de cadáveres malolientes humanos, de animales y aves de rapiña.
Visitado por un mundo de fanáticos, ignorantes y crédulos, ejecutando sus rituales sagrados en medio de ese río al que consideran un Dios.
Y nada de esto, ha facilitado que la India se eleve sobre su pobreza, marginalidad y subdesarrollo.