Honrar a las víctimas mostrando sus rostros al mundo. Los jóvenes cuyas fotografías han publicado medios de información como el Daily Nation tenían sueños, ilusiones y un proyecto de vida que les fue arrebatado el pasado Jueves Santo por los terroristas de Al Shabab. «Necesitamos recordar a las víctimas. Los nombres de los asesinos siempre salen a la luz, pero luego nadie se molesta en mencionar los nombres de las víctimas», ha denunciado uno de los compañeros de los jóvenes cristianos asesinados a sangre fría.
Kenya @DailyNation tribute to the victims of al-Shabaab’s horrendous Garissa University attack. #147NotJustANumber. pic.twitter.com/Cy9HNwH5uh — Kenneth Roth (@KenRoth) abril 7, 2015
Cada uno de los rostros de estos universitarios esconde una historia que merece no caer en el olvido, aunque sólo sea para que los que han sembrado el terror en Kenia no queden impunes. Las fuerzas de seguridad han detenido a un nuevo sospechoso, con lo que suman 14 detenidos, acusado de participar en la masacre de la Universidad de Garissa, pero los keniatas temen que nunca se haga justicia. Después de tres días de luto y un momento de gran dolor para los familiares y amigos de las víctimas de los yihadistas, cientos de personas se congregaron la pasada noche para rezar por los 148 jóvenes asesinados por el hecho de ser cristianos. Durante el acto, se recitaron uno a uno los nombres de las víctimas y se mostraron sus fotografías. El silencio respetuoso de la multitud acompañó al recuerdo de estos jóvenes, mientras desde un altavoz iban sonando sus nombres: «Obedy Okiring, Mary Muchiri, Jeff Macharia, Beatrice Njeri…» Entre los cientos de personas congregadas en el parque Uhuru de Nairobi, se encontraban muchos universitarios que fueron testigos de cómo los terroristas sembraban el pánico en las aulas, pero que salvaron sus vidas al contrario que sus compañeros cristianos. «Hemos venido para honrar a nuestros compañeros muertos, que como yo eran estudiantes y tenían el sueño de hacer algo grande por su país», declaraba uno de los presentes en el homenaje a las víctimas. Reuben Mwavita, estudiante de 21 años vivió en primera persona el horror del odio de los yihadistas. Estaba en clase cuando los miembros de Al Shabab irrumpieron armados y comenzaron a separar los estudiantes musulmanes de los cristianos. Tres de los amigos de Reuben eran cristianos y fueron obligados a ponerse de rodillas antes de ser asesinados a tiros. Este joven cuenta conmocionado cómo murieron rezando e invocando el nombre de Jesús.
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Dios bendiga a estos mártires!
Y Occidente cruzado de brazos, como si no pasara nada. . .solo cuando atentan sus territorios se despierta, el resto del mundo carece de valor físico y moral. . .tremendo error que de alguna forma terminará pagándolo caro. . .roguemos al Señor por estos Estados laicistasE