El Vaticanista argentino, autor del blog «Sacro y Profano», alojado en INFOVATICANA, acaba de publicar ‘La reforma en marcha. Emoción y desconcierto en tiempos de Francisco’.
¿Qué quiere Francisco para la Iglesia? ¿Hacia dónde busca conducir a los católicos? ¿Por qué algunos de sus actos provocan tanta perplejidad? ¿Cómo se concilian esas reacciones de desconcierto, con su enorme consenso público y popularidad internacional? ¿Es el Papa víctima de su propio éxito? ¿Cuál es el significado más profundo de sus gestos? ¿Hasta dónde puede llegar su reforma del Vaticano? ¿Quiénes son sus detractores y principales críticos, dentro y fuera de la Curia Romana? “Es claro que Francisco opera con principios de conducción destinados a recuperar el poder de decisión de la Iglesia imponiendo su agenda. Para ello va construyendo una relación particular con sus fieles, que impida interferencias en las líneas de comunicación y de mando. Es un conductor que transmite seguridad y confianza. Está en condiciones de convertirse en un ícono de alcance mundial”. A dos años de la elección papal de Jorge Mario Bergoglio esas consideraciones parecen una obviedad, casi un lugar común. No lo eran en 2013 cuando fueron escritas, apenas después del inicio del pontificado. ¿Alguien podía prever la magnitud del impacto que sus acciones iban a tener, dentro y fuera de la Iglesia? Prácticamente nadie. Quizás con una salvedad. Mientras el mundo asistía atónito al terremoto producido por la consagración del primer Papa latinoamericano, un hombre con un estilo fresco y renovador, en círculos intelectuales católicos argentinos se abría paso una conciencia profética sobre el alcance de aquel fenómeno gracias a un documento confidencial con asombrosas y certeras predicciones, sobre el rumbo que imprimiría Francisco a su pontificado. Ese informe inédito, que a finales de 2013 terminó en el escritorio del mismo Bergoglio en El Vaticano, se convirtió en un elemento fundamental para el periodista argentino y una de las firmas destacadas del Vatican Insider, Andrés Beltramo Álvarez, a la hora de reconstruir un perfil hasta ahora inédito del Papa. Decenas de testimonios directos hasta ahora desconocidos,informaciones de primera mano y documentos permitieron a este vaticanista, afincado en Roma desde 2006, construir una crónica dinámica en La reforma en marcha. Emoción y desconcierto en tiempos de Francisco. Puede leer el artículo completo en el blog de Andrés Beltramo «Sacro y Profano»
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Sinceramente, produce perplejidad esta aproximación al ministerio petrino en la Iglesia. Estamos frente a una opinable interpretación puramente socioreligiosa en la que sólo cuentan parámetros de liderazgo, influencia social, impacto político… Teniendo presente una visión eclesiológica esencial, considero con todos mis respetos que es una aportación marginal y estrábica.
Francisco es humilde y bueno, lo dice la Virgen
Gladys Quiroga de Motta, la vidente de la Virgen en San Nicolás de los Arroyos, el día 13 de Marzo de 2013 a las 23 hs escribe:
«después de rezar agradeciendo al Señor y a la Santísima Virgen,
porque hoy eligieron Papa a Monseñor Jorge Bergoglio, Cardenal de Argentina;
la veo a Ella, me dice:
Hija mía, Jesucristo Ama a la humanidad y Su Espíritu Santo Obró a favor de la misma humanidad poniendo a este nuevo Papa.
Es humilde y bueno.»
http://www.aica.org/15733-se-reanuda-la-publicacion-de-mensajes-maria-del-rosario-san.html
No me los creo a todos, soy muy selectiva. Los de la Virgen en San Nicolás fueron publicados con una introducción del obispo de la diócesis que los considera consejos de una madre ante un mundo desordenado y con pérdida del sentido sobrenatural de la vida. La Virgen lo cuide y lo oriente siempre.
Y ese informe no está al alcance del resto de fieles?
Que el Santo Padre sea bueno y humilde no lo dudo. Algo común a todos sus antecesores del siglo pasado.
Un mensaje así nada dice.
Lo que sí dicen tantos y tantos otros es que se haga debidamente la Consagración de Rusia.
Bueno, en verdad dicen que ni este Papa ni los anteriores escuchan, y que al final se hará. Aunque será demasiado tarde.
No es hablar mal de los Papas, es que son también humanos.
Inés,
Las cosas se pueden hacer xon perfección o im
perfecciones.
La Consagración no parece que fuera con perfección – según pidió el cielo-.
En cualquier caso lo dijo dos veces el Señor a Lucia. » se hará, pero será demasiado tarde».
Me refería al informe ese que cita el blogger. Ahí lo pasan?
Gracias .
Catholicus, no sé donde encontrar el informe al que se refiere el blogger. El email que cité es donde se puede pedir los mensajes de la Virgen publicados. Bendiciones.
Mi percepción es diametralmente opuesta a la del bloguero. Cuando el Papa Francisco habla para los oídos de las grandes masas humanas, practicamente siempre están de por medio los medios masivos, sobre todo los grandes medios seculares, lo cual parece incluso ser de no poco agrado para el Papa.
En esas palabras para las grandes masas a través de los medios seculares se repiten casi siempre los mismos mecanismos:
La primerísima y totalmente dominante versión de las palabras del Papa Francisco, que da la vuelta al mundo, suele ser aquella de un congraciarse con lo que las masas mundanas ya opinan, pues va en consonancia con lo que los medios seculares líderes de opinión van proclamando todo el tiempo. Parte del discurso en estas ocasiones suele ser casi siempre un garrotazo a aquellos que, por encima de todo, buscan ser fieles al Magisterio de la Iglesia. Con esa paliza hacia adentro se gana fácilmente las simpatías de afuera, del mundo y de todos los que siguen el pensamiento mundano, dentro y fuera de la Iglesia. A este auditorio mundanizado de alguna forma le es constantemente insinuado o sugerido, que la Iglesia hasta el 2013 estuvo errada al alejarse del sentir del munso moderno y relativista, y que el Papa Francisco ha venido a cambiar todo eso, de manera que la enseñanza y sobre todo la práctica de la Iglesia por fín asuman lo que el mundo fuera de la Iglesia ya asumió como pauta normal desde años atrás. El gran auditorio, mundano y mundanizado, del Papa Francisco así regularmente se queda con la impresión, de que el Papa no espera de ellos para nada, que ellos cambien hacia lo que la Iglesia siempre enseñó, sino que ellos mas bién están invitados a ser observadores e incluso controladores de como la Iglesia va a convertirse paulatinamente al mundo, bajo el mando del Papa Francisco.
Recién en segunda instancia y en un segundo momento, cuando ya comienza a percibirse un creciente descontento desde los sectores más fieles de la Iglesia con las palabras del Papa, comienza la hora de la actuación de los numerosísimos intérpretes «normalistas» del Papa Francisco dentro de la Iglesia, entre los cuales figura de manera eminente el propio bloguero, Andrés Beltramo Álvarez, a quién, hasta el marzo del 2013, yo consideré como el más agudo periodista católico de habla hispana. Voceros y autoridades del Vaticano y sobre todo numerosísimos periodistas católicos, comienzan a explicar a los católicos consternados, que
1. el Papa no dijo lo que los malosos medios seculares dijeron que dijo
2. en caso de que sí lo hubiero dicho, en todo caso lo que quiso decir no era lo que dijo y lo que la gente escuchó que dijo, sino lo que ellos, los normalistas les explican que quiso decir y que está en perfecta consonancia con lo que la Iglesia siempre enseñó
3. el que no quiere aceptar la interpretación «normalista» de las palabras del Papa Francisco en todo caso es un fariseo filolefebvrista o al menos criptolefebvrista, hostil al Papa Francisco y lleno de prejuicios que solo para al salto para atacarlo.
Si algo revela la regularidad con que se está repitiendo este fenómeno es, que el Papa Francisco precisamente no «es un conductor que transmite seguridad y confianza». Para mí solo quedan tres explicaciones, una peor que la otra:
A) O las palabras del Papa Francisco están regularmente cargadas de una ambigüedad intencionada, de manera que por un lado el pensamiento mundano puede fácilmente reclamarlas en apoyo suyo y por otro lado los «normalistas» pueden igualmente interpretarlo en sentido opuesto,
B) o que las palabras del Papa Francisco son tan confusas, que nadie sabe propiamente lo que quiere decir, de manera que cada quien las interpreta a su modo,
C) o que las palabras del Papa Francisco en realidad son bastante claras, en cuanto coinciden fundamentalmente con el pensamiento de moda en el mundo, el «Zeitgeist», y los «normalistas» solo no lo pueden reconocer, pues esta admisión los llevaría a tener que reconocer, que su habitual actitud de exagerada y ciega veneración al Papa de turno, independientemente de lo que hace y dice, se chocaría en este pontificado frontalmente con la fidelidad al Magisterio de la Iglesia, la cual igualmente profesan.
El cuarto caso hipotético, de que las palabras del Papa Francisco habitualmente en realidad fuesen totalmente claras, pero en el sentido de que expresaran inequívocamente la continuidad y conformidad con el Magisterio de siempre, creo que se puede excluir de antemano, pues entonces las reacciones del mundo y de la prensa secular tendrían que ser también las mismas que sufrió tanto el preclaro Papa Benedicto XVI., como su carismático antecesor. Juan Pablo II.: un total e inmediato rechazo de los voceros del pensamiento de moda en el mundo, en cuanto al contenido de su mensaje. Ser «signo de contradicción» era lo que Juan Pablo II. le recordaba siempre a la Iglesia, que era parte esencial de su misión en este mundo. No buscar los aplausos, la complacencia y la aprobación del mundo, sino ser fiel a Jesús en contracorriente del pensamiento de moda en el mundo, el «Zeitgeist». Y si le venían los aplausos de las masas católicas en los numerosos encuemtros en vivo, tocadas por su gran carisma, Juan Pablo II. siempre aprovechó el fervor para recordarle al auditorio las cosas incómodas. Nunca se escuchó correr en los medios la voz, de que Juan Pablo II. iba a cambiar todo en la Iglesia para que esta esté de acuerdo con el mundo. Nadie tenía esa ilusión, por más carisma que se le reconocía tener al santo papa. Había, al contrario, no pocos, que denunciaban mas bién que él estuviese tratando de iniciar una oscura restauración en la Iglesia. Porqué será, que a nadie se le escucha sospechar eso del Papa Francisco?
Esteban, creo que das en el clavo completamente. Lo que está ocurriendo con el Papa es precisamente lo que señalas. Yo añadiría que lo peor es que ahora son los «paraintérpretes» de Bergoglio quienes salen del armario… y podran hacer de Bergoglio un santo o un demonio, segun convenga.
El Papa Bergoglio, como jorge Mario Bergoglio SJ, es una mente vacía que no aprueba ni la reválida de cuarto. Su pastoreo «huele a oveja», si, pero solo a eso. Y a las ovejas se las trae y se las lleva cualquiera.
El Espíritu Santo tendrá que hacer milagros para que a través de Bergoglio se confirme la fe de la Iglesia. Bergoglio ya se ha autodescalificado, con dos pasos que apestan a ovino: el espadarazo inaugural y el kasperazo sinodal…
El lo escogio, el se lo montó, nadie le obligo a hacerlo. Ahí queda su retrato, entre otras cosas más…