El observador permanente del Vaticano ante la Oficina de las Naciones Unidas ha pedido la «suspensión global del uso de la pena de muerte», alegando, entre otros motivos, la posibilidad del error judicial.
Abolir la pena de muerte a nivel mundial. Esta ha sido la exigencia nuevamente planteada por la Santa Sede ante las Naciones Unidas, esta vez en el marco de la 28ª sesión del Consejo de los Derechos Humanos sobre la pena de muerte. Monseñor Tomasi, observador permanente del Vaticano ante la Oficina de las Naciones Unidas en Ginebra, pidió la «suspensión global del uso de la pena de muerte». Para defender su postura, hizo referencia a la encíclica de San Juan Pablo II Evangelium Vitae, en la que se postula que la pena de muerte no es ni el único ni mucho menos el mejor medio para «defender las vidas humanas del agresor y proteger el orden público y la seguridad». Este llamamiento de la Santa Sede se une al ya hecho hace unos días por el subsecretario general de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, quien se lamentó de que algunos países conserven o hayan reintroducido la pena de muerte a sus sistemas penales, calificando esta pena como «un castigo inhumano y obsoleto». Por su parte, monseñor Tomasi ha recordado que existe la posibilidad del error judicial, y por tanto de quitar la vida a una persona inocente. También ha querido señalar que la pena de muerte es utilizada por los regímenes totalitarios y las dictaduras para reprimir a la disidencia. Asimismo, el Observador Permanente ante las Naciones Unidas quiso subrayar que “ningún efecto positivo claro de disuasión resulta de la aplicación de la pena de muerte y que la irreversibilidad de esta pena no consiente eventuales correcciones en caso de errores judiciales”.
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Para mí esta petición es mundana. ¿Pena de muerte no y en cambio se pide que se intervenga militarmente contra el ISIS? O sea, que creen que los del ISIS merecen pena de muerte ¿o no? Vamos a ver, me parece que el quinto mandamiento, que tantas veces se traduce por «No matarás», a secas, es «No asesinarás» o «no matarás al inocente».
No es lo mismo acabar con la vida de un criminal que está en manos de las autoridades, a sangre fría que defender a los seres humanos perseguidos torturados y asesinados por criminales que no sólo no están bajo control de nadie sino que no van a permitir que se les ponga bajo control más que por la fuerza de las armas.
La pena de muerte es aberrante, es un atentado contra Dios y contra la moral pero defender al oprimido no lo es y en ocasiones sólo las armas lo defienden.
No querría la pena de muerte para un terrorista del ISIS que fuera capturado pero si hay que luchar contra ellos para defender a los indefensos, que se haga con toda la fuerza disponible