Así lo ha manifestado el Papa Francisco en su homilía matutina en la Casa de Santa Marta.
Los santos fingidos, que ante el Cielo se preocupan más por aparentarlo, que por serlo de verdad, y los pecadores santificados, que más allá del mal hecho, han aprendido a ‘hacer’ un bien más grande. Nunca hubo ninguna duda sobre a quién de ellos prefiere Dios, afirmó el obispo de Roma, centrando su meditación sobre estas dos categorías. Tras señalar que las palabras de la lectura de Isaías son un imperativo y al mismo tiempo una ‘invitación’, que viene directamente de Dios: ¡dejen de hacer el mal, aprendan a hacer el bien’, defendiendo a los huérfanos y a las viudas, es decir – subrayó el Papa Francisco – ‘aquellos que nadie recuerda’ entre los cuales están también ‘los ancianos abandonados, los niños que no van a la escuela’ y los que ‘no saben hacerse la señal de la Cruz’. Detrás del imperativo y de la invitación está siempre la invitación a la conversión: «Pero ¿cómo puedo convertirme? ¡Aprendan a hacer el bien! La conversión. La suciedad del corazón no se quita como se quita una mancha: vamos a la tintorería y salimos limpios… Se quita con el ‘hacer’, tomando un camino distinto, otro camino que no sea el del mal. ¡Aprendan a hacer el bien! Es decir el camino del hacer el bien. Y ¿cómo hago el bien? ¡Es simple! ‘Busquen la justicia, socorran al oprimido, brinden justicia al huérfano, defiendan la causa de la viuda’. Recordemos que en Israel los más pobres y los más necesitados eran los huérfanos y las viudas: hagan justicia, vayan donde están las llagas de la humanidad, donde hay tanto dolor… De este modo, haciendo el bien, lavarás tu corazón». El Señor exagera: ¡pero es la verdad! El Señor nos da el don de su perdón Y la promesa de un corazón lavado, es decir perdonado, viene del mismo Dios, que no lleva la cuenta de los pecados ante quien ama al prójimo: «Si haces esto, si vienes por este camino, al que te invito – nos dice el Señor – ‘aunque sus pecados fueran color escarlata, ustedes se volverán blancos como la nieve’. Es una exageración, el Señor exagera: ¡pero es la verdad! El Señor nos da el don de su perdón. El Señor perdona generosamente. Pero, yo perdono hasta aquí, después veremos… ¡No, no! ¡El Señor perdona siempre todo! ¡Todo! Pero, si quieres ser perdonado, debes empezar por el camino del hacer el bien. ¡Éste es el don!» Jesús prefería mil veces a los pecadores, que decían la verdad sobre sí mismos, antes que a los hipócritas El Evangelio del día presenta al grupo de los astutos, los que ‘dicen cosas justas, pero hacen lo contrario’, señaló el Santo Padre, añadiendo que ‘todos somos astutos y siempre encontramos un camino que no es el justo, para parecer más justos de lo que somos, es el camino de la hipocresía’: «Estos fingen que se convierten, pero su corazón es una mentira: ¡son mentirosos! Es una mentira…Su corazón no pertenece al Señor; pertenece al padre de todas las mentiras, a satanás. Y ésta es una santidad fingida. Jesús prefería mil veces a los pecadores, antes que a ellos. ¿Por qué? Los pecadores decían la verdad sobre ellos mismos. ¡Aléjate de mí Señor que soy un pecador!’: lo dijo Pedro, una vez. ¡Pero uno de ellos nunca dice esto! ‘Te agradezco Señor, porque no soy pecador, porque soy justo’… En la segunda semana de Cuaresma hay estas tres palabras para pensar, meditar: la invitación a la conversión, el don que nos dará el Señor – es decir un don grande, un perdón grande, y la trampa. Es decir fingir que nos convertimos, pero tomar el camino de la hipocresía’».
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«Estos fingen que se convierten, pero su corazón es una mentira: ¡son mentirosos! Es una mentira…Su corazón no pertenece al Señor; pertenece al padre de todas las mentiras, a satanás. Y ésta es una santidad fingida. Jesús prefería mil veces a los pecadores, antes que a ellos. ¿Por qué? Los pecadores decían la verdad sobre ellos mismos. ¡Aléjate de mí Señor que soy un pecador!’: lo dijo Pedro, una vez. ¡Pero uno de ellos nunca dice esto! ‘Te agradezco Señor, porque no soy pecador, porque soy justo’… En la segunda semana de Cuaresma hay estas tres palabras para pensar, meditar: la invitación a la conversión, el don que nos dará el Señor – es decir un don grande, un perdón grande, y la trampa. Es decir fingir que nos convertimos, pero tomar el camino de la hipocresía’».
AMÉN, FRANCISCO
JESÚS NO QUIERE QUE ESCUCHEMOS LA VOZ DE SATANÁS…YO NO LO HAGO NI NUNCA LO HARÉ. AMÉN (apartáte de mí satanás, tú y los tuyos. amén)
Dice Dios Padre:
«No digan: «¿puedo atreverme yo, el pecador, a solicitar la Luz Inaccesible, que sólo es accesible a los santos?». Si verdaderamente creen que son pecadores, como dicen, e indignos de Mis Dones, lo imposible se hará posible. Inmediatamente les prenderé fuego para consumirlos y quemar hasta la raíz todo lo que no era Yo.
Luego, sustituiré todo lo que obstaculizaba Mi paso en ustedes, a través de Aquél que ustedes pensaron que era Inalcanzable. Él será la luz de sus ojos, el motivo de su ser, el movimiento de su corazón, la expresión de su hablar, su risa y su alegría; el adorno real de su alma, el guardián de su espíritu. Él será su hermano, su hermana y su fiel amigo. Él será su festejo, su banquete, el tesoro oculto, la perla, su himno al Himno, su amén al Amén, la tierra prometida y el fundamento de todas las virtudes, sobre las cuales Él inscribirá Su Santo Nombre.
Vengan, por tanto, y reciban el Sello de su libertad admitiendo que son pecadores y sujetos al pecado, para que Yo, a Mi vez, prodigue sobre ustedes Mis Riquezas Inagotables y el Reino del Cielo. Mi Santo Espíritu puede apagar su sed.
Deseo convertirlos a todos en una raza sin culpa, en un pueblo santo, en Nuestra Imagen, así es que, ¿por qué, por qué Me piden tan poco… y con tan poca fe? ¿Por qué malinterpretan Mi Generosidad? Su falta de fe es un veneno fatal para su espíritu, conduciéndolos a lo que Yo repelo: doctrinas y reglamentos humanos. Han aprendido que la Iglesia es el Cuerpo de Mi Hijo y que Él es Su Cabeza, por eso ustedes, que forman parte de Su Cuerpo, deberían aspirar a los Dones de Mi Santo Espíritu y penetrar en el Misterio de Cristo, Misterio que los divinizará. » TLIG 9.01.1996
JESÚS-DIOS DICE: “Que Yo siga siendo para ti más querido que nadie ni nada que exista sobre esta tierra, a fin de que, por este acto de renuncia, pueda Yo pasar por alto la maldad de los hombres, para que puedan arrepentirse.
– Que a tus opresores que gobiernan con vanagloria y orgullo, acusándote sin misericordia por su falta de buen juicio, calumniando los dones que te he dado, puedan caerles sus pecados sobre su propia cabeza.
– Que Yo aumente en ti para que, cuando tus amigos te miren, puedan verme a Mí en vez de a ti, convirtiéndose así en la verdadera razón por la que te quieran.
– Continuaré dándome más a ti, siempre que permitas que Mi Divina Voluntad permanezca en ti, confiando en Ella y renunciando a tu voluntad por la Mía.
– Que seas bendita por haberte retirado de todo lo que te ataba a este mundo y haber preferido la Fuente de la Divina Dulzura” AMÉN MI DIOS
«-Que seas bendita por haberte retirado de todo lo que te ataba a este mundo y haber preferido la Fuente de la Divina Dulzura.
– Que tu alma pueda estar ahora más motivada aún por el celo de la gloria de Mi Casa para atraerla con lazos de amor hacia una unidad espiritual. Entonces, Mi Imagen Divina estará plenamente impresa en Ella, derramando una vez más Mi Luz en Ella.
– Que puedas ser el icono perfecto de la unidad, atrayendo a todo el mundo con benignidad a vivir una verdadera vida en Mí. Por este acto imperial de amor, Yo recibiré sobre Mi Cabeza la corona imperial de la unidad.»
TLIG 18.01.2002
Sin duda, aunque peor que el santo fingido, y aun que el pecador arrepentido, es el malvado que se finge santo y se sube a la cátedra
Herejìas y blasfemias, esas son las enseñanzas de Bergoglio.
Creo que el problema actual de la Iglesia NO es de santos fingidos, ya que cada vez es más difícil ser cristiano en una sociedad pagana, por tanto no tiene sentido ser un santo fingido.
El mayor problema actual de la Iglesia, es de pecadores que no se arrepienten, y por tanto no se convierten, unos porque no aceptan las enseñanzas de la Iglesia, y se burlan de la Misericordia Divina, otros porque han recibido enseñanzas erróneas de clérigos corrompidos que dicen que todo el mundo se salva. Otros porque les piensan que el amor al prójimo va por delante y sustituye al amor a Dios. etc.
Relativismo; secularismo (adaptación al espíritu del mundo o mundanismo); falso ecumenismo o ecumenismo mal entendido aunque aún sea peor el diálogo interreligioso que oculta la verdad sobre Jesucristo y su Iglesia…
Los anteriores son, a mi juicio, algunos de los contravalores que impiden la santidad entre los bautizados católicos.
El discurso de todos los días. Este hombre desde luego es de lenguaje único: Lo buenos que son los pecadores aunque no se conviertan. A parte de que para él la Iglesia es exclusivamente una ONG. En resumen, verdades mezcladas con mentiras y mentiras mezcladas con verdades.
Idioteces, idioteces, idioteces. Le pensaba herético pero ya veo que no es nada más que idiota.
Es interesante que cuando el evangelio del día denuncia a los fariseos y doctores, el predicador entienda que se refiere a otros, fariseos, apegados a sus tradiciones y no haga una reflexión propia de si él es un fariseo. También interesante que divida dialécticamente en dos clases de personas: los pecadores y los fariseos. como si Cristo no hablara a todos, como si tuviera una opción fundamental económica… ¿no es raro esto?
Habría que ver el texto original. No existen «santos fingidos» sino personas que sin ser santas lo fingen. Si no son santas, podrían ser pecadoras y necesitadas de conversión, como necesita conversión el pecador que vive muy a gusto con ser pecador y por ahora no hace nada para cambiar.
El Hipócrita es el, ya que se queja de quienes hacen las cosas bien, pero según el por apariencia, ahora resulta que todo aquel que se porta bien o lo intenta y no es un pecador empedernido, es un falso, yaaa… pero no entiende que Jesús dice: te perdono, pero no lo hagas mas, o acaso no saben que un pecado mortal confesado no se repite? si no que cachondeo es? tomar a Dios por tonto? Dios es misericordioso y Justo… que se mire el la viga de su ojo y se deja de la pajita del ojo ajeno…los Santos, Santos son…
Este hombre solo rezuma odio, resentimiento y un asco infinito a cualquier cosa que huela a santidad. Se pasa el dia fustigando a los fieles devotos y mimando a los ateos, paganos y anticatólicos. Cada vez somos más los que nos negamos a seguir a este farsante de feria. Benedicto XVI estamos contigo!
JESÚS-DIOS ESTÁ EN EL SENDERO DEL REGRESO Y DICE:
«Yo he venido todo el camino desde el Cielo para cantarles Mi Nuevo Himno de Amor y recordarles a todos Mi Amor Fiel.
Yo soy su mejor amigo,
su queridísimo Santo Compañero»
AMÉN MI DIOS Y SEÑOR, SIEMPRE CONTIGO, SIEMPRE CONMIGO.
EL MAL NO TENDRÁ CABIDA EN EL REINO DE LOS CIELOS. AMÉN
Me molesta sobremanera que Francisco identifique a los fariseos con los católicos que pretenden seguir los mandamientos y que aman el Magisterio de la Iglesia. Es cierto que somos pecadores pero el buen católico, como el publicano, se reconoce pecador y por eso se confiesa a menudo. Nada hay en él de fariseo porque el fariseo no se reconoce pecador y no hace lo que dice. Los fariseos de hoy son los que pretenden separar la doctrina de la pastoral, los que creen que no pecan no porque no exista el pecado, sino porque piensan que ellos nunca lo cometen y sí los demás. En resumen, me parece perverso presentar ante la opinión pública como a los católicos que por gracia de Dios se esfuerzan en seguir la ley de Cristo
¡Vaya manada de colgados que escriben por aquí! Entre el famoso «carcagunter» y la novedosa «profetisa del oráculo bendito» esto parece la parada de los monstruos.
Mientras tanto, menos mal que el papa sigue su tarea de traer dignidad y amor a la Iglesia (y si no le gusta a alguno, a otros no nos gustaron otros Papas y no nos fuimos, eso si, ladramos menos que ustedes)