Monseñor Carlos Escribano, obispo de Teruel y Albarracín, será el nuevo Consiliario Nacional de Manos Unidas y el encargado de acompañar la labor de esta organización. Así lo han aprobado los obispos durante la Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal celebrada los días 24 y 25 de febrero. Monseñor Escribano sustituye en el cargo al obispo de Calahorra y la Calzada-Logroño, monseñor Juan José Omella, que fue nombrado Consiliario de Manos Unidas en 1999. Fue el propio monseñor Omella el que pidió ser relevado en esta tarea, debido a las múltiples actividades de las que está encargado, según informó a los medios José María Gil Tamayo, portavoz de la Conferencia Episcopal. Carlos Escribano nació el 15 de agosto de 1964 en Carballo (A Coruña) y se diplomó en Ciencias Empresariales. Con 25 años entró en el seminario, muy influido en su vocación por la Madre Teresa de Calcuta, y recibió el orden sacerdotal en 1996, con 32 años. Después de catorce años realizando su labor pastoral en la diócesis de Zaragoza, Benedicto XVI le nombró obispo de Teruel y de Albarracín el 20 de julio de 2010. Asimismo, los obispos han aprobado el nombramiento de Ricardo Loy Madera, laico de la Archidiócesis de Madrid, como nuevo secretario general de Manos Unidas, en sustitución de Rafael Serrano Castro, que ha ocupado este cargo desde 2001.
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No es verdad. Manos Unidas ayuda a los más pobres. Debería darle vergüenza calumniar y que Dios la perdone.