La CEE llama a derogar «legislaciones injustas, como las actualmente vigentes»

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  Sin título   Así se ha puesto de manifiesto en el mensaje de los obispos españoles con motivo de la Jornada de la Vida 2015 que se celebrará el próximo 25 de marzo.


El 25 de marzo tendrá lugar la Jornada por la Vida 2015. Bajo el lema «Hay mucha vida en cada vida», se celebrará en ese día el don que supone cada vida humana y su valor incalculable. Esta jornada está impulsada por la Conferencia Episcopal Española y pretende defender la vida frente a los ataques a los que se ve sometida en la actualidad. En su nota de prensa para anunciar la celebración de esta jornada, la Conferencia Episcopal ha querido manifestar la importancia del hecho de que todos «estamos llamados a implicarnos en la defensa de la vida». Y no sólo eso, sino que también es necesario trabajar para que las leyes y las instituciones defiendan la vida «reformando o derogando aquellas legislaciones injustas, como las actualmente vigentes». Nadie puede permanecer indiferente ante esta obligación de defender la vida desde su concepción hasta su término natural. Los obispos españoles hablan a este respecto de «responsabilidad eclesial»: todos los miembros de la Iglesia están obligados a no mirar hacia otro lado cuando está en riesgo la integridad de la vida humana. En este año, se ha querido hacer hincapié en el valor de las vidas más vulnerables, las de aquellos que tienen una especial necesidad de atención por sufrir algún tipo de discapacidad. En la Jornada por la Vida 2015, los protagonistas son «los campeones de la vida», las personas discapacitadas que luchan cada día con un coraje envidiable y que son un reflejo de los valores más genuinos del ser humano. Frente a quien piensa que una vida así no es digna de ser vivida, es necesario defender la grandeza de la existencia de cada una de estas personas. La supuesta «calidad de vida» no es el culmen de la realización del hombre, y aquellos que así lo creen, muestran su incapacidad de apreciar el valor y la dignidad de toda vida humana. En el mensaje que los obispos españoles han querido enviar para defender la vida, se subraya la experiencia de tantas familias que «han aprendido a mirar la vida desde otra perspectiva con la llegada de un hijo con alguna discapacidad», y el hecho de cómo este hijo ha supuesto una fuente de felicidad por la que sus padres dan gracias a Dios cada día.

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