Un diputado del Partido Socialista, Marcelo Schilling, ha advertido a la Universidad Católica de Chile de que si se niega a practicar abortos en sus centros sanitarios, se podría recurrir a la expropiación. “Las leyes aquí son de validez general y si hay que expropiar la Universidad Católica por razones de interés superior, bueno, habrá que hacerlo”, ha asegurado Schilling en una entrevista. El rector de la Universidad Católica, Ignacio Sánchez, se opuso al proyecto de ley de despenalización del aborto de Michelle Bachelet: “No se harán abortos, nuestros principios y valores más profundos no van a cambiar por un determinado proyecto de ley. Esto es definitivo”. Las presiones políticas ante esta defensa de la objeción de conciencia no tardaron en llegar, tanto para la Universidad Católica, como para otras instituciones que siguieron su ejemplo como el Hospital Parroquial de San Bernardo. El Gobierno chileno advirtió a estas instituciones que reciben subvenciones públicas, y que si no acataban la ley, éstas podrían ser retiradas, como ya informó INFOVATICANA. Ahora ha sido un diputado el que ha manifestado una actitud francamente intolerante ante la posición de la Universidad Católica: “Quiero decirles al rector de la UC, a los directores de las clínicas (privadas) y al arzobispo de San Bernardo que también administra un hospital, que así como los parlamentarios no están sobre la ley, los curitas y las universidades tampoco”. Además, el diputado socialista declaró que si los miembros de la Iglesia no querían cumplir la ley, deberían irse del país: “El que se quiere revelar contra la legislación tiene un camino muy fácil, la Iglesia tiene su sede estatal en el Vaticano, por si no han tomado nota de eso”. Por su parte, el rector de la Universidad Católica ha manifestado su indignación ante las palabras de Schilling que considera «increíblemente intolerantes y totalitarias». «Es preocupante que un diputado de la República dé esas opiniones», aseguró Ignacio Sánchez al tiempo que señalaba que “sobrepasa todos los límites, porque habla de expropiar (…). Eso es completamente totalitario, intolerante, contrario a cualquier democracia y a la expresión de ideas”.
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