El Papa Francisco ha concedido una prórroga al Cardenal Martínez Sistach para seguir al frente de la diócesis de Barcelona, según informa Germinans Germinabit.
Esta concesión se ha producido después de que, a petición del cardenal, el Papa le recibiera el pasado lunes 26 de enero en una audiencia privada en el Vaticano.
El arzobispo de Barcelona ya estaba en prórroga y se esperaba su pronta sustitución, que sin embargo parece que tardará aún unos meses en producirse. El motivo de la prórroga era el complicado escenario político al que se enfrenta Cataluña. Desde Roma se habría considerado imprudente un nombramiento en los meses pasados que podría haber sido utilizado de manera partidista.
Por su parte, hay quien acusa a Sistach de meterse demasiado en política y lo cierto es que este Cardenal español parece hacer gala de su “catalanidad” a niveles que rozan el nacionalismo, llegando incluso en su dia a bendecir un estatut que proclamaba el derecho a la muerte digna. Quizá por eso fue de los pocos cardenales del cónclave de marzo de 2013 que no juró con su nombre en latín , Ludovicum, sino que pronunció un tímido “Lluis”.
El favorito para ponerse al frente de la diócesis de Barcelona tras la marcha de Sistach parece ser Juan José Omella, actual obispo de Calahorra y La Calzada-Logroño. Monseñor Omella fue nombrado por el Papa miembro de la Congregación para los Obispos, uno de los dicasterios de la Santa Sede.
Lluis Martínez Sistach fue nombrado Obispo auxiliar de Barcelona el 6 de noviembre de 1987 por Juan Pablo II y Obispo de Tortosa el 17 de mayo de 1991. El 20 de febrero de 1997 fue promovido a Arzobispo Metropolitano de Tarragona y el 15 de junio de 2004 a Arzobispo Metropolitano de Barcelona. En la Curia Romana es miembro del Pontificio Consejo para los Laicos, del Pontificio Consejo para la Interpretación de los Textos Legislativos de la Iglesia y miembro del Tribunal Supremo de la Signatura Apostólica, cargo para el que fue ratificado en mayo de 2008 y desde junio de 2010 es miembro de la Prefectura de Asuntos Económicos de la Santa Sede.
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Gana la política (la eclesial y la partidista) y pierde la Archidiócesis y, sobre todo, perdemos los fieles.
A ver si mientras tanto se aclara si Cataluña va a ser independiente o no, o se le va a dar estatus de Estado asociado… ¡SENCILLAMENTE LAMENTABLE!
Qué no nos hablen después de que los tiempos del Vaticano (que no los de la Iglesia) son distintos a los del mundo.
Descanse en paz la archidiocesis de Barcelona
Era evidente que el nombramiento de Omella tendría dificultades si se demoraba demasiado. En la actual situación política en Cataluña estaba claro que nombrar a un aragonés como arzobispo de Barcelona no iba a ser recibido por muchos con aplausos, independientemente que la consideración que mons. Omella merezca como obispo y como persona.
Son tal para cual.
Entre otras razones , esta es una por la que Papa Francisco no viene a España
Sistach es de ni una mala palabra ni una buen acción. El es nacionalista, pero es muy inteligente y se cuida mucho de exponerse. Cuando CiU perdió el poder a manos del tripartito, Sistach, se dedicó a emplear cáritas y otros organismos de la Iglesia como una agencia de colocación, para todos los políticos de nivel medio, y que se quedaban cuatro años sin sueldo.
Un cardenal no puede emplear ese tipo de organismos y puestos como le de la gana. Debe guiarse por un criterio pastoral, o de fe, o de servicio a la Iglesia y a las almas, pero nunca como una herramienta política o de partido o de conveniencia.
Un obispo debería estar por encima de la política.
Bergoglio tiene la encomienda masónica de destruir la Iglesia y un personaje como Sistach le ayuda en esta misión, de modo que es natural que le prorrogue en la poltrona
Yo tambien propongo a Rogelio Liveres para la diocesis de Barcelona.