Ourense: La tercera región más envejecida de Europa quiere suicidarse

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«Aborto libre, seguro y gratuito», así reza el cartel colocado en la fachada del Ayuntamiento de Ourense y que pueden leer todos los que pasan por la Plaza Mayor de la ciudad.

El Gobierno de Ourense, regido por el socialista Agustín Fernández, ha decidido colgar de la fachada de un edificio público un cartel que reivindica el aborto libre y costeado por la Sanidad Pública bajo el macabro lema «libertad para decidir«.

El ayuntamiento de esta ciudad ha sido protagonista de los titulares de la prensa por organizar actos institucionales para apoyar la Ley del Aborto, especialmente cuando el Consejo de Ministros aprobó el anteproyecto de la nueva ley del aborto que pretendía sacar adelante el ex ministro Alberto Ruiz-Gallardón. Asimismo, el pasado mes de marzo, el alcalde entregó el Premio Clara Campoamor a la Plataforma Gallega en Defensa del Derecho al Aborto, una organización que forma parte activa del lobby defensor del infanticidio prenatal.

Mientras la alcaldía defiende a ultranza el aborto libre, un informe de la oficina estadística comunitaria Eurostat declara que Ourense es la tercera provincia más envejecida de la Unión Europea. El 29,6% de la población de la región supera los 65 años de edad. Una grave situación que debería atender el Gobierno de Ourense, aunque parezca por ahora más preocupado por garantizar el acceso libre y gratuito al aborto.

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Comentarios
3 comentarios en “Ourense: La tercera región más envejecida de Europa quiere suicidarse
  1. Promocionando y justificando la muerte, el sufrimiento y el dolor
    del ser humano más indefenso, de la que hubiera podido ser madre, del padre, de familiares y de la sociedad en su conjunto.
    Las manos dibujadas que representan el «nosotras parimos nosotras decidimos» y que aperecen, me recuerda en su forma la de alguien realizando algún ritual antiguo de sacrificio humano al pie de una pirámide. Ahora ese ritual de sangre se hace por y para el gran Papá Estado que todo lo autoriza e incluso financia.
    El gran ritual de los derechos ¿humanos? de la sangre y la carne de los más pequeños.

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