El Papa Francisco se encuentra ya en el avión de regreso a Roma después de una intensa semana, en el que ha sido su segundo viaje a Asia.
(Aciprensa) Portando su habitual maletín negro y acompañado del Arzobispo de Manila, el Cardenal Luis Antonio Tagle, el Papa Francisco se despidió hoy del pueblo de Filipinas. Ahora se encuentra en el vuelo de regreso a Roma adonde llegará por la tarde.
De manera similar a la ceremonia de bienvenida, miles de niños y jóvenes lo despidieron en medio de un ambiente de alegría en el aeropuerto internacional de Manila después de haber recorrido las calles de la ciudad bendiciendo a los fieles que salieron a despedirlo.
“¡Viva el Santo Papa!” y “Pope Francis, we love you” eran las frases que se escucharon durante la despedida en el aeropuerto.
Los obispos de Filipinas, como en la bienvenida, también estuvieron presentes para acompañar al Pontífice.
“Yo le quiero agradecer señor presidente, la cálida acogida” de los filipinos y por el esfuerzo de la organización para esta visita para la que “usted tuvo que trabajar horas extras (…) Muchas gracias”, dijo Francisco al mandatario filipino que caminó con el Santo Padre hasta la escalinata del avión.
Los presentes en el aeropuerto despidieron al Santo Padre con una oración a la Virgen María por su buen retorno.
Así, el Santo Padre concluye su segundo viaje a Asia –el primero fue a Corea del Sur, entre el 14 y 18 de agosto de 2013–. En este viaje visitó Sri Lanka y Filipinas entre el 12 y el 19 de enero.
En la primera etapa de su viaje, en Sri Lanka, Francisco canonizó al P. José Vaz, el primer santo de Sri Lanka, ante alrededor de 600 mil fieles congregados en el Galle Face Green de Colombo.
El Papa también visitó el Santuario de Nuestra Señora del Rosario en Madhu, donde permanece la imagen de la Virgen María desde hace cinco siglos, sobreviviente a la intensa persecución contra católicos que vivió el país.
En Filipinas, el Santo Padre se encontró con las familias, y las advirtió contra “la nueva colonización ideológica” que las amenaza.
“La familia se ve también amenazada por el creciente intento, por parte de algunos, de redefinir la institución misma del matrimonio, guiados por el relativismo, la cultura de lo efímero, la falta de apertura a la vida”, denunció.
Más adelante, en la multitudinaria Misa con los sobrevivientes del tifón Yolanda en Tacloban, el Papa Francisco, en un discurso improvisado en español, en el que recordó que “tantos de ustedes han perdido todo. Yo no sé qué decirles, Él sí sabe qué decirles. Tantos de ustedes han perdido parte de la familia. Solamente guardo silencio y los acompaño con mi corazón en silencio”.
En su última Misa en Filipinas, el Papa Francisco superó el record de asistentes a un evento presidido alguna vez por un Pontífice. En esta ocasión, se reunieron entre 6 y 7 millones de personas.
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