Escándalo de abusos sexuales en Granada

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Francisco_Javier_Martinez arzobispo de granada

El Papa llamó por teléfono a una de las víctimas para pedirle perdón en nombre de la Iglesia.

Monseñor Francisco Javier Martínez, arzobispo de Granada ha comunicado hoy, de manera oficial, el cese del ministerio de dos sacerdotes acusados de abusar sexualmente de un joven de la archidiócesis hace varios años. El nombre de la víctima permanece anónimo por respeto, aunque se sabe que los abusos los sufrió hace tiempo, cuando era menor de edad y participaba de las actividades de su parroquia.

Años más tarde de haber sido objeto del abuso, la víctima decidió enviar una carta al Papa Francisco, esperando ser consolado y escuchado. Según algunos medios, la carta fue respondida con una llamada telefónica del Papa, quien le invitó a Roma a hablar con él personalmente.

Tras las investigaciones pertinentes y el tratamiento del asunto, el Arzobispo de Granada tomó medidas para solucionar lo que parecía ser una trama entre varios párrocos de la archidiócesis.

Monseñor Martínez decidió cesar en el ejercicio del ministerio a dos sacerdotes, y ha manifestado hoy en un comunicado su voluntad de colaborar con las autoridades y poner en práctica al política de «tolerancia cero» impuesta por el Papa Benedicto XVI y ratificada por el Papa Francisco.

El comunicado oficial del arzobispado dice así:

Ante la información publicada hoy en algunos medios de comunicación.

Desde el momento en que se tuvo noticia fehaciente de la acusación presentada ante la Santa Sede por un joven de Granada, de haber sufrido abusos sexuales por parte de un grupo de sacerdotes de la diócesis, este arzobispado ha seguido escrupulosamente el procedimiento previsto para estos casos por la disciplina canónica, que está a disposición de todos en la Home Page de la página web de la propia Santa Sede.

De acuerdo con esa praxis, se han seguido los trámites establecidos en la misma para verificar si la mencionada acusación tenía verosimilitud. Apenas llevada a cabo esa investigación preliminar, que no tiene aún carácter judicial, este arzobispado impuso las medidas cautelares a los sacerdotes directamente acusados de los abusos, retirándolos del ejercicio del ministerio sacerdotal.

Igualmente remitió las conclusiones de la investigación a la Santa Sede. Al mismo tiempo, y dado que el denunciante es hoy persona mayor de edad, y que por tanto sólo él tenía capacidad para formular denuncia judicial, una vez se supo que ésta había sido interpuesta, el arzobispado se puso a disposición de la autoridad judicial para colaborar en lo que fuese necesario, lo que ha venido haciendo hasta el momento.

El arzobispado, al igual que la multitud de fieles cristianos, es consciente de que la inmensa mayoría de los sacerdotes vive ejemplarmente el ejercicio de su ministerio, y dan un precioso testimonio, a veces heroico, de entrega a Dios y a los hermanos. Al cuerpo entero de la Iglesia le hieren y le duelen inmensamente que se puedan producir escándalos de esta naturaleza, cuya certeza y alcance tendrá que determinar finalmente la autoridad judicial en la investigación abierta.

En el tratamiento de este caso, la diócesis ha seguido estrictamente los principios de la disciplina de la Iglesia, que son los siguientes:

1. Tolerancia cero con los abusos y con quienes los cometen. 2. Ayuda a las presuntas víctimas y, una vez probados los hechos, a las víctimas si las hay. 3. Cooperación con las autoridades en el establecimiento de la verdad y la justicia, de forma que estas conductas aberrantes, que la Iglesia rechaza y condena, puedan evitarse y erradicarse.

Granada, 17 de noviembre de 2014

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