«Hay que recordar que muchos fieles se encuentran en una situación de la que no son culpables»

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bona-foto-sinodoEn la quinta Congregación General, que tuvo lugar esta mañana en el Aula del Sínodo y a la que el Santo Padre no asistió debido a la audiencia general. El debate continuó con los temas previstos en el Instrumentum laboris: »Los desafíos pastorales de la familia (parte II, cap. 2). La crisis de fe y la vida familiar / Situaciones críticas internas a la familia. Las presiones externas a la familia/ Algunas situaciones particulares ».

En primer lugar, el debate se centró en la Iglesia en el Oriente Medio y África del Norte. Ambas zonas viven en contextos políticos, económicos y religiosos difíciles que tienen graves repercusiones en las familias. Allí donde las leyes impiden , de hecho, la reunificación familiar y la pobreza conduce a la migración, donde hay fundamentalismo religioso y los cristianos no tienen los mismos derechos que los ciudadanos musulmanes, se plantean a menudo problemas difíciles para las familias que surgen de los matrimonios mixtos.

Efectivamente en estos contextos están presentes y aumentan los casos de matrimonios interreligiosos, los llamados »matrimonios mixtos». Se ha afirmado en el Aula que el desafío de la Iglesia es entender que catequesis ofrecer a los niños nacidos de esas uniones y cómo responder a la incógnita de los católicos que, unidos en un matrimonio mixto, quieren seguir practicando su fe. Estas parejas, según se ha dicho, no pueden dejarse de lado y la Iglesia debe seguir ocupándose de ellas. Un reto posterior es el de los cristianos que se convierten al Islam para casarse. También, en este caso, es necesaria una adecuada reflexión.

La cuestión no es sólo interreligiosa, sino a veces también ecuménica. Por ejemplo hay casos en que si un católico que ha contraído matrimonio canónico no logra obtener la declaración de nulidad, se pasa a otra confesión cristiana, volviendo a casarse en una iglesia que lo permita. En cualquier caso, y sin perjuicio del patrimonio común de la fe, se subrayó la necesidad de tomar el camino de la misericordia para las situaciones difíciles.

En cuanto a la cuestión de los divorciados que se han vuelto a casar, se ha evidenciado que el sínodo deberá ocuparse ciertamente de ella en su recorrido , con la prudencia que requieren las grandes causas, pero también conjugando la objetividad de la verdad con la misericordia por la persona y su sufrimiento. Hay que recordar que muchos fieles se encuentran en una situación de la que no son culpables..

Igualmente se reiteró el compromiso de la Santa Sede que no deja de hacer oír su voz en defensa de la familia en todos los niveles – internacional, nacional y regional – con el objetivo de resaltar su dignidad y de llamar la atención sobre sus derechos y deberes, señalando siempre, como afirmaba Benedicto XVI, que sus »no» son, en realidad, los »sí» a la vida. Por esta razón, se hizo hincapié en que la Iglesia debe combatir el silencio de las familias en la educación y en la religión porque no hay lugar para la vacilación. Hace falta un compromiso más fuerte en el testimonio del Evangelio y siempre es necesaria la creatividad en la pastoral.

También se habló de la contribución insustituible de los fieles laicos en el anuncio del Evangelio de la familia. Especialmente los jóvenes, los movimientos eclesiales y las nuevas comunidades desempeñan un servicio de importancia vital, llevando a cabo una misión profética y contracorriente en la época actual. Escuchar a los laicos y creer más en ellos es, por lo tanto, esencial, porque es en ellos y con ellos, donde la Iglesia puede encontrar respuestas a los problemas de las familias.

Otro tema afrontado fue el de la precariedad laboral y el desempleo. La angustia por la falta de un trabajo seguro crea dificultad en las familias, así como la pobreza económica, que a menudo hace que sea imposible tener un hogar. No sólo: la falta de dinero a veces hace que se le «divinice» y que las familias se sacrifiquen en aras del beneficio. Es necesario, en cambio, insistir en que el dinero debe servir y no gobernar.

De nuevo se volvió a reflexionar sobre la necesidad de una mayor preparación para el matrimonio, prestando también una atención específica a la educación afectiva y sexual, para fomentar una verdadera mística familiar de la sexualidad. Y se recordó la gran contribución de los abuelos en la transmisión de la fe en la familia. Siempre, en referencia a las personas mayores, los padres sinodales insistieron en la importancia de que el núcleo familiar acoja, con solidaridad, cuidado y ternura, a las personas de la tercera edad. La misma importancia debe darse a los enfermos, para acabar con esa »cultura del descarte», de la que a menudo nos pone en guardia el Papa Francisco.

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Comentarios
0 comentarios en “«Hay que recordar que muchos fieles se encuentran en una situación de la que no son culpables»
  1. EL CAPO DE LOS TRAIDORES DE LOS FRANCISCANOS DE LA INMACULADA(AD INTRA),Y EL COMOSARIO ESTALINISTA IMPUESTO SOBRE LA MISMA(AD EXTRA),HAN EMITIDO SENDOS COMUNICADOS TACHÁNDONOS DE ULTRADERECHISTAS A QUIENES NOS OPONEMOS A SUS DESPÓTICOS DESMANES.
    ¡PUES ENCANTADO!
    LO QUE CUENTA NO ES LO QUE ELLOS CONJETUREN DE NOSOTROS,SINO LO QUE SUS HECHOS PROCLAMAN DE ELLOS:ESTALINISMO Y MODOS DE LA CAMORRA.
    Ramblas,cardenal Pasquino

  2. Un divorciado puede no ser culpable. Pero vuelto a casar civilmente, cambia la cosa, por decirlo suavemente. No confundamos. O es que dan imposible antropológico vivir como célibe después de un fracaso matrimonial?

  3. Ciertamente hay situaciones de las cuales muchaas personas no son culpables, principalmente, porque no se les ha dado una preparacion adecuada para el sacramento que iban a recibir. En el caso del matrimonio, los principales responsables son aquellos, ya sean sacerdotes o seglares, que han impartido cursillos prematrimoniales, por no haber expuesto seriamente el contenido doctrinal y pastoral del sacramento del matrimonio; los cursillos sueles adolecer mucho en estos campos, y prima la rapidez sobre la formación.
    Sin embargo, tambien hay que contar con los sujetos del sacramento: ya sea una o las dos partes, si poseen una autentica formacion cristiana, deben ser conscientes de lo que van a recibir y de la naturaleza del matrimonio: unidad e indisolibilidad, para que luego no digan que nadie les advirtio.
    Estamos, como apuntaba el Cardenal Muller en su entrevista, ante un problema de formacion y actitud por parte de la Iglesia como de los esposos. Se debe exigir una mejor preparacion de los sacerdotes en este campo en los Seminarios como tambien a los novios en los cursillos, amen de que hay que mejorar la formacion cristiana desde la base: desde la infancia se ha de formar cristianos en torno a la persona de Jesucristo y desde él todo lo demas. Mientras que la catequesis sea un espacio para enseñar valores, no avanzaremos en la formación cristiana de niños y jovenes.

  4. TRANSCRIBO:En cuanto a la cuestión de los divorciados que se han vuelto a casar, se ha evidenciado que el sínodo deberá ocuparse ciertamente de ella en su recorrido , con la prudencia que requieren las grandes causas, pero también conjugando la objetividad de la verdad con la misericordia por la persona y su sufrimiento. Hay que recordar que muchos fieles se encuentran en una situación de la que no son culpables.
    ¿PERO QUE SUFRIMIENTO TIENE UN DIVORCIADO QUE SE VUELVE A CASAR Y SE BUSCA UN APAÑO, PARA FORNICAR CON REGULARIDAD?
    El sufrimiento lo tendrá el que no se casa y se mantiene fiel a sus principios, a su juramento y a la Doctrina. O los P sinodales son imbeciles o nos toman a nosotros por ello.
    Ah que los amancebados sufren porque no pueden comulgar…
    vamos a ver, si un amancebado quiere comulgar puede hacer como dicen que le dijo el Papa a una amiga, se va a una parroquia donde no la conozca el cura. Ah que es que los amancebados sufren porque no pueden comulgar en su parroquia de toda la vida. ..Pues como dijo lola flores que se joan, por que lo que no puede ser no puede ser y además es imposible. Si un cura conociendo su situación les diera la comunión tambien cometería sacrilegio.

  5. Me sorprende sobremanera, por no usar otra palabra más fuerte, la falta de conclusiones en todo lo que he leído del actual Sínodo. Se enuncia un tema, complicado en sí mismo, automáticamente se afirma que la Iglesia no puede ignorarlo, y siempre se sugiere como medio -prácticamente lo único que se concreta- para la solución, la misericordia. Y punto.
    Intelectualmente, esto no es serio. Pastoralmente, un despropósito. Y, teológicamente, no se sostiene.
    No es serio, porque si no se estudia un problema, a fondo, intelectualmente es una renuncia; y la Iglesia no puede tener miedo a la verdad, en ningún plano, especialmente cuando Cristo mismo es la Verdad. Y la Iglesia está a su servicio, porque sólo así sirve al hombre, que es racional.
    Un despropósito, porque una pastoral que ni siquiera es seria en el plano intelectual, ¿cómo va a pretender serlo en ningún otro plano? Una pastoral desgajada de la teología, de la moral, de la doctrina y de la tradición, convierte a los agentes de la pastoral, empezando por los Obispos, en unos paracaidistas.
    No se sostiene. ¿Acaso no estamos todavía al cabo de la calle del fracaso, a lo largo de los últimos 40 años, del fracaso clamoroso, sin paliativos, de una pastoral que ha ido por libre? ¿Cuántos años más hay que seguir esperando para que, a quien corresponda -que no es a mí- haga algo no sólo distinto, sino diametralmente opuesto?

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