Mons. Melgar: «El mal menor ya no existe y se ha convertido en el mal mayor»

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melgar2Rubén Tejedor ha entrevistado a Mons. Gerardo Melgar, obispo de Osma-Soria, ante la retirada del anteproyecto de reforma de la ley del aborto.

Lea también La entrevista a Gerardo Melgar, Obispo de Osma-Soria, realizada por Infovaticana

 

Una vez más, D. Gerardo, el Gobierno deja desprotegida la maternidad y la vida humana ¿qué opina de la retirada de la reforma de la ley del aborto?

La retirada de la reforma de la ley del aborto me parece un acto de cobardía y de falta de coherencia por parte del presidente del Gobierno y del PP. Es una decisión con la que el Partido Popular va a defraudar a muchas personas que, tras esta decisión, desconfiarán de las promesas pasadas, presentes y futuras. Son muchos los votantes del PP que se sienten manipulados y engañados porque ésta era una de las principales promesas electorales, por la que muchos optaron por votar a este partido.

Las promesas electorales hay que cumplirlas y no prometer cuando se hace la campaña electoral algo tan importante como lo que está en juego con la reforma de esta ley porque se cree que la promesa va a favorecer el crecimiento del número de votos y afirmar lo contrario cuando se sospecha que, el ser consecuentes con lo prometido, va a traer consigo un descenso de los mismos.

Benedicto XVI habló de “principios innegociables” y los cifró en la defensa de la vida, la familia y la libertad de educación, básicamente, ¿Qué deben hacer los creyentes ante opciones políticas que desprotegen y pisotean estos principios básicos?

Ciertamente que hay principios innegociables; entre ellos está el derecho a la vida de todo ser humano, precisamente porque éste no es un derecho más sino el fundamento y el sustento de todos los demás derechos. Cuando lo que está en juego es el derecho a vivir, éste no se puede considerar como una cuestión de más o menos importancia; no podemos olvidar que la diferencia de que una decisión vaya en un camino u otro está poniendo en juego en España diariamente la vida o la muerte de 300 seres humanos concebidos y no nacidos.

Muchos de los votantes del PP lo han sido eligiéndolo como un mal menor; con la retirada de la reforma de la ley del aborto en vigor, aprobada por el Gobierno Zapatero, ese mal menor ya no existe y se ha convertido en el mal mayor.

Además, nunca podemos perder de vista que la defensa de la vida no es una cuestión exclusivamente religiosa; no, es una cuestión antropológica por la que hay que luchar no sólo como católicos. En esta lucha estamos implicados todos los seres humanos por el hecho de serlo; como personas debemos exigir y defender la dignidad y el respeto de la vida de los demás, especialmente de los más indefensos, lo mismo que reclamamos y defendemos u exigimos para nosotros el derecho a la dignidad y la defensa de nuestra propia vida.

Por eso, tanto las personas que están a favor de la vida y, lógicamente, los católicos a la hora de votar se van a encontrar con un grave problema pues ninguno de los partidos que componen el arco parlamentario defiende abierta y plenamente el derecho a la vida, lo que implica que de ninguno tenemos la seguridad de que va a luchar por su defensa y respeto en todo momento.

La Iglesia apuesta por la participación en la vida política de laicos creyentes bien formados, coherentes y consecuentes con su fe ¿tan importante es esta opción?

Pienso que la participación en la política por parte de los laicos cristianos es algo esencial; es un campo específico en el que el laico debe ejercer su responsabilidad apostólica y evangelizadora así como su corresponsabilidad eclesial. Dicha participación viene reclamada, a voces,  por esta situación de la que estamos hablando.

Sí, es necesaria la presencia de los católicos en la vida pública; laicos católicos bien formados, coherentes y consecuentes que se comprometan en la vida política y defiendan con coherencia los principios fundamentales de la ética y moral cristianas. Sólo así se verán defendidos los principios innegociables en la vida política.

¿Cómo podemos apoyar más decididamente a las madres y padres que se plantean el aborto como una opción?

En la lucha a favor de la vida hay muchísimos voluntarios y organizaciones plenamente comprometidos que apoyan la promoción de la mujer y demuestran su solidaridad con los  más necesitados de la sociedad.

Los COF diocesanos -Centros de Orientación Familiar- (que existen en la mayoría de las Diócesis, también en la nuestra) son un medio eficaz de orientación, de ayuda concreta, psicológica, de información y asistencial a las madres y padres que se encuentran en una difícil situación para sacar el embarazo adelante. Es mucho el bien que han hecho a personas que recurrieron al Centro con intención de abortar y que, cuando se les ha informado de lo que es el aborto, de las secuelas y la inmensa belleza del ser humano, han decidido ser valientes y seguir con su embarazo, y hoy tienen a su hijo al que quieren y por el que se desviven.

Pero hemos de poner aún mayores medios de apoyo y protección, especialmente para esas madres que pasan por esta situación de verse abocadas a tomar una decisión de tal calibre: medios económicos, laborales, de acogida y acompañamiento. En esta tarea están empeñadas muchas asociaciones eclesiales y civiles pero tenemos que implicarnos aún más como Iglesia; eso sí, al mismo tiempo debemos reclamar a las Administraciones públicas que hagan un esfuerzo mucho más generoso, poniendo en marcha políticas eficaces para ayudar a la mujer gestante y a las familias.

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Comentarios
0 comentarios en “Mons. Melgar: «El mal menor ya no existe y se ha convertido en el mal mayor»
  1. ¿Los obispos no acceden a las estadísticas del Ministerio? ¿Los obispos no leen el BOE?
    ¿No se enteran de que en los últimos años la ley Ledesma, de la que es un trasunto la ley Gallardón ha producido muchos más abortos que la ley Aido?
    ¿No se enteran que la ley Gallardón era mucho menos garantista para la víctima, el niño no nacido, que la ley Aido?
    ¿No tienen conocimientos de derecho para saber que en la ley Gallardón el aborto era un derecho porque obligaba al Estado a facilitarlo y poner medios para ello?

    La ley gallardón era un mal mayor que podía haber sustituido otro mál mayor (aunque menos mayor)

    Invito a los obispos a que entren en las estadísticas del Ministerio y lean el anteproyecto de ley ahora retirado, para que dejen de hablar de oídas, dejen de comprar el discurso de las sociedades pantalla propp y puedan ejercer su ministerio desde el conocimiento

  2. “El mal menor ya no existe y se ha convertido en el mal mayor”.
    Cuando he leido el titular, pensé que hablaba de la crisis de la Iglesia, pero luego me he dado cuenta de que se refería a otra cuestión muy grave.
    PREGUNTA A MANUEL MORILLO. De lo que usted afirma parece desprenderse que con la Ley Gallardon iba a facilitarse el aborto mas que ahora ¿es eso lo que usted quiere decir o lo he entendido yo mal?.

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