Rouco cierra la Beatificación recordando la JMJ por enésima vez

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Lea a continuación el discurso con el que el Administrador Apostólico de Madrid ha cerrado el acto de beatificación de Álvaro del Portillo. Al concluir esta solemne ceremonia de beatificación, doy gracias a Dios por cuantas maravillas ha hecho en la persona del beato Álvaro del Portillo y, a través de su fidelidad, en la de tantos hombres y mujeres de todo el mundo.             Mi gratitud se dirige también al Santo Padre Francisco, que quiso que la beatificación se celebrara en esta querida Archidiócesis de Madrid, pues me atrevería a decir que el beato del Portillo, nacido aquí, es particularmente nuestro, y que nos bendice especialmente desde el cielo: y porque tenía esas raíces profundas, pudo y supo ser ciudadano del mundo, de esos cinco continentes a donde viajó; maravillosamente representados en esta asamblea orante.             En esta ciudad el nuevo beato recibió el Bautismo y la Confirmación, e hizo la Primera Comunión, y, gracias también a la educación recibida en su familia y en el colegio, creció desde joven en su amor a Jesucristo. Cursó en Madrid la carrera de ingeniero de caminos, siendo a la vez evangelizador de los más pobres en las chabolas de aquella ciudad Capital de España en un proceso de expansión urbana y demográfica incesante en el que se reflejaban los graves problemas sociales, humanos y religiosos de una época   -la primera mitad del siglo XX-  de la historia española y europea, especialmente dramática.             Siempre en Madrid, en plena juventud, y tras conocer a san Josemaría Escrivá de Balaguer, fundador del Opus Dei, el beato Álvaro secundó con prontitud la llamada que Dios le dirigía a buscar la santidad en Medio del mundo a través de la santificación del trabajo profesional y la dedicación al apostolado.             También en nuestra ciudad, y en los convulsos años de la Guerra Civil, tuvo ocasión de dar testimonio de su amor y fidelidad a Cristo, tanto en una difícil y arriesgada labor de catequesis como en los meses que pasó encarcelado. En 1944, el beato Álvaro del Portillo recibió la ordenación presbiteral de manos de mi predecesor, Mons. Leopoldo Eijo y Garay.             La Iglesia particular de Madrid es sensible a las necesidades de la Iglesia universal. Aunque el beato Álvaro marchara a Roma en 1946, no por esto dejamos de considerarlo madrileño. Como Iglesia diocesana nos enorgullecemos de su fiel ayuda a san Josemaría en la difusión del mensaje del Opus Dei por todo el mundo y de su contribución al Concilio Vaticano II. También de su ejemplar talento en suceder con humildad y fidelidad al Fundador, y de su ejercicio del ministerio episcopal en unión con el Sucesor de Pedro y con el colegio episcopal.             Esta ceremonia en la que se han reunido personas del mundo entero, me trae el recuerdo de otra celebración festiva y universal de la Jornada Mundial de la Juventud en Madrid que supuso una lluvia de gracias para todos y de modo particular para nuestra ciudad. En aquellos días de agosto de 2012, presididos por el Papa Benedicto XVI, estaríais muchos de los presentes, acompañados también por el coro que hoy ha actuado.             La huella del nuevo beato está muy presente en Madrid. No sólo ni principalmente por razones históricas. Lo está también por la influencia que su vida y escritos obran en los corazones de tantos fieles de esta Archidiócesis. Y por el bien espiritual y social que hacen tantas iniciativas que a él deben su primera inspiración. ¡Que la intercesión del beato Álvaro del Portillo siga protegiéndolas!             Quiero recordar que, en el trato personal que tuve con el beato Álvaro, por ejemplo con ocasión del Sínodo de Obispos de 1990, percibí cuánto destacaban su bondad, su serenidad y su buen humor. “En la Comunión de la Iglesia”: sí, el beato Álvaro me recuerda mi lema episcopal, “In Ecclesiae Communione”. Amaba a la Iglesia y por esto era hombre de comunión, de unión, de amor.             Pido a la Santísima Virgen de la Almudena que también nosotros, como fieles anunciadores del Evangelio, sepamos corresponder a la llamada del Señor para servir a los hombres y mujeres de nuestro tiempo.  

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Comentarios
0 comentarios en “Rouco cierra la Beatificación recordando la JMJ por enésima vez
  1. SI COMETEIS LA TORPEZA DE SACAR UN ARTÍCULO COMO ESTE, ENTONCES TENEIS QUE ASUMIR LA CRÍTICA. ¿O ES QUE ASUMIS CRÍTICAS MUY SERIAS CONTRA EL PAPA Y NO CONTRA VUESTROS ERRORES?
    ENTONCES ¿POR QUE NO OS CAMBIAIS EL NOMBRE Y OS PONEIS INFOLECHES U OTRA COSA QUE NO ALUDA AL CATOLICISMO?, PORQUE VUESTRA CONDUCTA ES DELEZNABLE Y COBARDE. PODEIS CRITICAR A ROUCO, FALTARÍA MAS, PERO POR COSAS SERIAS Y RAZONBLES.
    TENGO LA IMPRESIÓN DE QUE ESTAIS SIENDO ATACADOS INJUSTAMENTE POR BARRIOCANAL, Y QUE COMO ESTE ES UN «CONSENTIDO» DE ROUCO, NO LE PERDONAIS NI MEDIA AL CARDENAL. VALE QUE 13 TV Y BARRIOCANAL PUEDEN SER UN GRAVE ERROR DE ROUCO, PERO CRITICAD ESO Y NO ESTAS TONTERÍAS. LO DEMAS ES TOMARNOS POR TONTOS. PARECEIS EL LOMBARDI.
    CRITICAD COSAS SERIAS, COMO QUE BARRIOCANAL PRESUME DE QUE NO COBRA Y LUEGO SE EMBOLSA 3000 EURACOS DE LA CEE AL MES. ESO ES SERIO Y LE DEJA EN MUY MAL LUGAR, A EL Y AL QUE SE LO CONSIENTE. PERO NO SIGAIS CON ESTAS MENUDENCIAS. Y SI TENEIS VALOR TENDRÍAIS QUE PONER LOS POST CRÍTICOS PORQUE SON JUSTOS Y OS LOS MERECEIS.

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