| 09 agosto, 2014
Objeciones por las que parece que en las personas divinas no hay orden de naturaleza:
1. Todo lo que hay en Dios, es esencia, persona o noción. Pero el orden de naturaleza no significa esencia, ni tampoco es persona o alguna de las nociones. Por lo tanto, en Dios no hay orden de naturaleza.
2. En aquellos seres en los que hay orden de naturaleza, uno es anterior a otro, al menos según la naturaleza y el entendimiento. Pero, como dice Atanasio, en las personas divinas nada es anterior y posterior. Por lo tanto, en las personas divinas no hay orden de naturaleza.
3. Lo que está ordenado se distingue. Pero en Dios no hay distinción de naturaleza. Por lo tanto, no está ordenada. Consecuentemente, en Dios no hay orden de naturaleza.
4. La naturaleza divina es su esencia. Pero no se dice que en Dios haya orden de esencia. Por lo tanto, tampoco hay orden de naturaleza.
Contra esto: allí donde hay pluralidad sin orden, hay confusión. Pero en las personas divinas, como dice Atanasio, no hay confusión. Por lo tanto, hay orden.
Respondo: Se dice orden por relación a algún principio. Por eso, así como los principios son múltiples, por ejemplo, el del sitio con el punto, y el del entendimiento con el principio de demostración, y el de cada una de las causas, así también, el orden será múltiple. En las personas divinas hay principio de origen sin prioridad, como dijimos anteriormente (q.33 a.1 ad.3). Por lo tanto, es necesario que haya orden según el origen sin prioridad. Este orden es llamado orden de naturaleza, como lo llama Agustín, no porque uno sea anterior al otro, sino porque uno procede del otro.
A las objeciones:
1. El orden de naturaleza significa la noción de origen en común, aunque no en particular.
2. En las cosas creadas, procedentes de un principio, aunque, en cuanto a la duración, fueran coetáneos con su principio, sin embargo, el principio es siempre anterior en el orden de la naturaleza y del entendimiento, si se tiene presente aquello que es el principio. En cambio, si se tienen presentes las mismas relaciones de la causa a lo causado y del principio a lo que de él dimana, es evidente que los términos relativos son simultáneos tanto en el orden de la naturaleza como en el del conocimiento, pues cada uno entra en la definición del otro. Pero en Dios las mismas relaciones son personas subsistentes en una naturaleza. Por eso, ni por parte de la naturaleza ni por parte de la relación, una persona puede ser anterior a otra, y no sólo en el orden de la naturaleza, sino tampoco en el orden del conocimiento.
3. Se llama orden de naturaleza no porque la misma naturaleza esté ordenada, sino porque el orden entre las personas divinas responde a la razón de su origen natural.
4. Naturaleza en cierto modo implica la razón de principio. La esencia, no. De este modo, el orden de origen es mejor que sea llamado orden de naturaleza que orden de esencia.
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