Lo ha afirmado Marcelo Sánchez Sorondo, Canciller de la Pontificia Academia de las Ciencias del Vaticano, en una conferencia en Santander. (AVAN) Monseñor Marcelo Sánchez Sorondo, Canciller de la Pontificia Academia de las Ciencias del Vaticano, ha afirmado hoy que “el Papa está muy preocupado por el cambio climático y lo considera un problema muy serio» en unas declaraciones previas a su intervención en el Curso de Verano de Pensamiento Cristiano de la Universidad Católica de Valencia “San Vicente Mártir” (UCV) en Santander, centrado en la figura del filósofo español Julián Marías. Previamente a su ponencia, monseñor Sánchez Sorondo ha explicado que «el calentamiento global es responsabilidad humana y no podemos seguir adelante así» y ante esto «la solución es la ética, porque la falta de ésta es la causa de la crisis económica y la que se esconde tras los graves problemas del mundo. Hemos de volver a las virtudes aristotélicas a las que la fe cristiana dio una nueva dimensión”. Igualmente, ha asegurado que el Papa está muy preocupado “por la falta de respeto a la legislación internacional respecto del armamento atómico, por la paz y por la inclusión social, especialmente por la falta de empleo en la juventud y el tráfico de seres humanos”. Monseñor Sánchez Sorondo ha expuesto, asimismo, la preocupación del Papa “por el anuncio del Evangelio en Asia”, donde solo el tres por ciento de la población es cristiana. “Es misión de América ser puente entre ambos océanos para llevar el Evangelio a Asia”, ha añadido. En ese sentido, ha recordado la importancia que concedió Julián Marías a San Juan Pablo II, que realizó un esfuerzo “sobrehumano” en el mundo globalizado por “intentar mostrar el amor de Dios mas allá de cualquier confín y, al mismo tiempo, por querer hacer respetar la justicia en y entre las naciones”. Frente a las nuevas formas de ateísmo que reniegan de las raíces cristianas de Occidente, el obispo argentino se ha referido a la insistencia de Marías en que Occidente es una realidad “muy precisa”, definida de sus tres raíces: “La razón filosófica y científica de origen principalmente griego; el orden según autoridad y derecho, proveniente de Roma; y la religión hebrea y cristiana, personal, que considera a Dios como Padre y al ser humano como su imagen libre, llamado a participar de la vida divina”. El obispo argentino ha hecho énfasis, precisamente, en que para Marías, el “punto de inflexión” de la filosofía se produjo con la obra de Ortega y Gasset, centrada en una marcada atención por la vida humana, sobre la esencial conexión entre el yo y el mundo (“yo soy yo y mi circunstancia”), sobre la idea de verdad como alétheia y, sobretodo, sobre la inseparabilidad entre la razón y la vida en esa noción sintética acuñada por Ortega de “razón vital”. Marías consideraba que la filosofía del siglo XX “era la más apta para entender y expresar la visión de la realidad presente en el cristianismo” porque, partiendo de ese punto de inflexión, “o sea desde la persona como yo o sí mismo viviente absoluto por participación”, resulta “necesaria” la pregunta por Dios y consecuentemente “por la realidad creada del ser humano”. Finalmente, monseñor Sánchez Sorondo ha hecho referencia a la reivindicación de Marías de que, “desde el punto de vista del cristianismo en su significado religioso, hoy más que nunca, estamos llamados a recomenzar desde este núcleo, o sea desde el misterio de la Trinidad, desde la Encarnación y desde Pentecostés o la presencia del Espíritu Santo en la historia». En este sentido, ha incidido en que la palabra `teología´ «debe tener su referencia primaria en Dios. En Dios, uno y trino, usando la recta razón, se deben encontrar las llaves últimas para resolver las cuestiones que agobian a los seres humanos de la actualidad”. JOSÉ LUIS SÁNCHEZ: “PARA MARÍAS LO MÁS PERJUDICIAL QUE LE HA SUCEDIDO AL HOMBRE DESDE EL SIGLO XX ES NO DIFERENCIAR PERSONA DE COSA» Por su parte, Luis Sánchez, Vicerrector de Extensión Cultural y Universitaria de la UCV y Director del curso de Pensamiento Cristiano, ha reflexionado en torno a las teorías de Marías en la obra Antropología Metafísica y ha recordado que lo más perjudicial que le ha sucedido al ser humano desde el siglo XX para Marías es “no diferenciar persona y cosa”. Igualmente, Sánchez ha recordado que para Marías “la persona como tal se deriva de la nada, de toda otra realidad, ya que a ninguna de ellas puede reducirse”. Si no la vemos como creada nos resulta “literalmente inexplicable o bien parece violentamente reducida a lo que no puede ser: una cosa”. “Respecto a este tema, Marías afirma que no podemos demostrar que Dios crea a cada persona, porque no disponemos de Él. Lo evidente es, en cambio, que cada persona significa una radical novedad. Así para poder hablar de un creador, antes hay que poder mostrar una creación ex novo (nueva) y ex nihilo (de la nada); si la materia (protón más electrón) no tiene razón ni libertad, no puede crearla, ni el hombre ni en un mundo inteligente. Solo puede crear un ser inteligente, libre, para poder fortalecer el libre albedrío”, ha expuesto. “En su opinión, al reducir las personas a cosas se ha llegado a lo más grave que le ha ocurrido al ser humano, la legalización del aborto. Igual que hoy nos escandalizamos de que el hombre haya sometido –y, en algunos lugares aún someta– a sus semejantes a esclavitud en un futuro sucederá lo mismo con el aborto”, ha aseverado. Sánchez ha manifestado que Marías entendía al hombre como ser “trascendente”, capax dei, (capaz de Dios, del latín), porque es un ser “nuevo” y sus características no se pueden reducir “a la genética y al medioambiente”. “A partir de esta teoría empírica Marías no solo encuentra la posibilidad de Dios desde la circunstancia de la persona sino también su necesidad vital de trascendencia. Según las ideas del discípulo de Ortega, la persona de la que alguien se enamora “se convierte en un proyecto, siendo así que el amor es hacer del otro el proyecto de la propia vida”; si no es de este modo, “no existe amor”. Por eso Marías hizo hincapié en que el amor “no se puede reducir al sentimiento”.
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A mi me preocupa que el Papa esté preocupado por eso.
Lo deseable es que el papa Francisco esté preocupado por el cambio climático en claves ecológicas «franciscanas»: hermano Sol, hermana Luna, madre Tierra (solo adoptiva, Padre Dios es el Creador)… Nada de terracentrismo, nada de sentimiento ecologista capaz de reivindicar respeto para la foca monje y abanderar campañas proaborto…
La ecología de matriz franciscana, por ende plenamente evangélica, es personalista, esto es, afirmadora de la inviolable dignidad del hombre (varón y hembra) por su condición de criatura creada a imagen y semejanza de Dios (véase el capítulo correspondiente de «Génesis»), y no por ser el hombre un animal más, racional, de inteligencia superior, sí, pero poco más.
En la actualidad, el movimiento ecologista, más allá de sus valores, buenas iniciativas y demás, es radicalmente terracentrista, y panteísta, relativista: difumina, diluye las nociones bíblicas fundamentales para una antropología teológica según el «plan de Dios».
Y ciertamente, es de desear que el papa Francisco, que no en balde ha elegido para su pontificado el nombre del «poverello» de Asís, quien tanto hizo por sanar la Iglesia llevándola al corazón del Evangelio, tenga sentimientos ecologistas y de conservación del medio ambiente de matriz franciscana, o sea, evangélica, de matriz franciscana y personalista, y no meramente adscritos esos en principio buenos sentimientos papales a planteamientos ecologistas meramente terracentristas, inmanentistas, a veces incluso teñidos de espiritualidad New Age.
Finalmente la Iglesia se preocupa por el medio ambiente y por los temas que le importan a la gente d hoy. Cada año desaparece alguna especie por culpa del hombre y me parece muy bien que el Papa Francisco, que es un papa muy consciente de la gente y la naturaleza, esté atento a estas cosas, al final, los animales son nuestros hermanos.
Es muy preocupante que el Papa se ocupe de esto cuando la mayoría de científicos serios no avalan la teoría de que el cambio climático sea culpa de la acción humana. Además de que para nada está demostrado que este cambio sea algo malo.
Es decir, aparte de que no tiene que ver con la Fe encima apoyan unas tesis que son muy dudosas y que responden a unos intereses económicos muy concretos y a un plan de ahogamiento de economías emergentes para frenar el desarrollo de países del tercer mundo.
El Papa Francisco tiene las más duras palabras para las parejas, mujeres (y hombres) apegados a las mascotas y animales. Ha dicho que es una desviación del amor cristiano.
No quieren hijos ni comprometerse con nada salvo con sus mascotas. En eso tiran el tiempo y el dinero, habiendo hambre, ancianos y demás.
Ese pensamiento del Papa Francisco ha sido expuesto varias veces como una desviación de la modernidad.
O sea que nada de tonterías de niñatas/os abducidas/os por la animalitis.
No se que decir, mejor no digo nada.
De Bergoglio, ya no me sorprende nada. Y es triste que así sea: en vez de enseñar la sana doctrina, cada día sale con una nueva ocurrencia. A ver qué tontería dice mañana.
Bergoglio debería ser consciente del dolor, confusión y escándalo que sus palabras y hechos provocan en numerosos fieles.
Otro que no cree en la DIVINA PROVIDENCIA.
Desde que existe el planeta tierra, el clima no ha parado de cambiar. Por tanto, por tanto es absurdo preocuparse por esto.
Otra cosa es si la acción del hombre acelera el proceso de calentamiento o no, o en que medida influye, cosa que no está nada clara.
Pedir el respeto por la creación es razonable y además está de moda. Pero el hecho de que mucha gente considera la madre tierra como una diosa, o el ecologismo como una religión debería hacer reflexionar al Papa y a los cristianos, y aprovechar para poner las cosas en su lugar, y delimitar donde acaba el respeto por la creación y donde empieza el ecologismo como religión pagana.
Eramos ya demasiados y parió la abuela … Lo que faltaba, un «Papa Verde». Y las almas? Y el rebaño?
Cuanta ignorancia en este foro y la mayoría de sus foristas, salvo unas pocas excepciones. Algunos (y no pocos) escriben con soberbia y, además, con muy poca educación. Se atreven a «burlarse» del Papa sin conocimiento de causa. Pero esto no es nuevo. Nuestro Señor Jesucristo también lo padeció con los fariseos y otros tantos.»Ladran Sancho» ….
VIVA EL PAPA !!!! VIVA FRANCISCO !!!! VIVA LA IGLESIA !!!!