El 26 de julio, a las 9 de la mañana, murió Caterina Maria Sudrio, tras dos años de lucha contra una rara forma de tumor cerebral.El 23 de enero de este año había sido recibida por el Papa Francisco, lo que había dado relevancia a su caso.
(Carmelo López Arias/ReligiónenLibertad) Su familia ha dado a conocer algunas circunstancias de su vida, de sus gustos y de su muerte. Caterina Maria, la menor de los diez hijos de Francesco y Rosaria, nació el 1 de junio de 2006 y fue bautizada por el padre Stefano Manelli, uno de los fundadores de los Franciscanos de la Inmaculada, congregación a la que pertenecen como religiosas tres hermanas de la niña.
Cuando tenía sólo cuatro años, ella misma pidió espontáneamente confesarse, y en la Navidad de 2011, a la temprana edad de cinco años y medio y una vez largamente comprobado su discernimiento del sacramento, recibió laPrimera Comunión en una misa celebrada según el rito tradicional o de San Pío V. El pasado 9 de marzo, con una dispensa especial, recibió también la Confirmación.
La vida de piedad de Caterina Maria fue muy intensa, y todos los días hacia lo que fuese para no faltar, a las 7.20 de la mañana, a la bendición eucarística en el Santuario del Buen Consejo. Cuando le diagnosticaron la enfermedad, supo que no se curaría y ofreció sus padecimientos por el padre Manelli y los Franciscanos de la Inmaculada. «No se quejó nunca (y digonunca)», afirma su familia, «de su enfermedad. Cuando le preguntabas cómo estaba decía ´bien´ con una sonrisa».
Su película favorita era Marcelino Pan y Vino, y su canción preferida, el Prefiero el Paraíso que entonan los niños en un momento crucial de la vida de San Felipe Neri en la serie televisiva del mismo nombre.
Desde que empezó a hablar repetía que Jesús había venido a traer la alegría, y que sin amor es muy cansado crecer. Como señala el blog que ofrece estos detalles, «las flores nacen de la tierra y vuelven a la tierra, pero su perfume sube hasta el cielo». Ella lo hizo en la festividad de San Joaquín y Santa Ana, padres de la Virgen María.
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Asombroso. Testimonios de fe crística tan excepcionales o descomunales como el de la niña italiana Caterina Maria Sudrio, que acaba de fallecer con tan solo 8 años, tras dolorosa y trágica enfermedad, no solo son un aldabonazo contra la filosofía «deicida» de F. Nietzsche, también son un aldabonazo contra la mediocridad de mi fe católica. Y también, contra la mediocridad de la vida cristiana por desgracia muy extendida en la Iglesia católica actual, tan mundanizada.
Me siento capaz de entender cualquier clase de pena y angustia de los familiares de la niña a causa de la muerte de esta, como también me debiera sentir esperanzado en Cristo por la misma clase de fe y de esperanza que seguro sienten sus más íntimos. Y asimismo, volviendo a F. Nietzsche, dice el reportaje que la niña Caterina Maria vivió su enfermedad con una entereza y resignación cristiana propias de una pequeña santa. Y la santidad es un regalo de Dios, no es un don que nazca del ateísmo. Me parece.
De manera que el pensamiento ateo (pensemos en K. Marx, Feuerbach, Nietzche, Freud, Bertrand Russell, Emil Cioran…) puede incluso purificar nuestra fe crística y eclesial de elementos adheridos extraños, espurios, supersticios, puramente irracionales, etcétera, pero ¿de la incondicionalidad de los valores morales puede ser garantía el ateísmo?
Y para el propósito de encontrar una explicación a la muerte de esta niña que no sea la mera aceptación de la implacable finitud humana, ¿para esto también nos es suficiente el ateísmo? Y para que no sea al fin y al cabo lo mismo pasar por la vida como la Madre Teresa de Calcuta o como Dom Hélder Cámara o como monseñor Oscar Romero o como Mahatma Gandhi o como Martín Luther King que pasar por la vida como un sofisticado asesino, ¿para esto nos vale también solo el ateísmo?
Me ha recordado este triste episodio a una terrible pintura mitològica de Rubens: Saturno devorando a sus hijos.
Luis Henrique, amigo, ¿cuando usted introduce en su paraninfo de la santidad a Mahatma Gandhi junto con Teresa de Calcuta, lo hace por provocar a los pocos católicos que quedamos aún en este sitio o realmente es que no tiene ni puñetera idea de quién fue el tipo indio en cuestión?. Hélder Pessoa Cámara, obispo brasileño figurón de la Teología de la Liberación era un comunista harto de tonterías y relativismo. Vamos, lo que los progresaurios en peligro de extinción -porque lo estáis- alaban e idolatran. Pues eso, que «que el pensamiento ateo puede incluso purificar nuestra fe crística y eclesial de elementos adheridos extraños, espurios, supersticiosos, puramente irracionales», pero después, en un ejercicio circense de auto contemplación, metemos en el saco sacro al ateazo Ghandi y su primo yanqui Luther King .
ver PARA CREER!
Me recuerda este caso a la Venerable María del Carmen González-Valerio
http://maricarmengv.info
¡Hay niños santos! La niñez no debe impedir que se acerquen a los sacramentos cuanto antes.
Una Santa
Olorapescadero:
Yo creo que tú no eres digno de desatar las sandalias de Mahatma Gandhi, de Martín Luther King, y mucho menos las de D. Hélder Cámara. Simplemente.
Que fueron falibles y pecadores, y que no fueron ni siquiera católicos los dos primeros, sin duda, pero ¿acaso tú te consideras perfecto, olorapescadero? Y con respecto a D. Hélder Cámara, aunque a ti no te guste la eclesialidad y la espiritualidad con que vivió su fe en Cristo y en su Iglesia el arzobispo brasileño, me extrañaría muy mucho que tú lo «superaras» en pasión por Cristo, su Iglesia y pasión por los Pobres. Podría ser, pero no lo sé, desde luego.
Lo que dices sobre Martin Luther King es despectivo, injusto; acaso lo propio de un católico como tú que no acepta el Concilio Vaticano II, y por extensión o en consecuencia, no acepta el diálogo ecuménico, o sea, no acepta que los llamados hermanos «separados» también pueden llegar a tener valores plenamente evangélicos.
Ya en un principio, hace meses aquí mismo en «Infovaticana», me empezaste despreciando, llamando «flojos» por torpes e indocumentadas mis reflexiones. Y ahora vuelves a la carga, incluyéndome entre los «progresaurios» en peligro de extinción más por lo de progre que por lo de saurio, me supongo, pues soy más joven que tú, me parece.
Y en eso de que cierto pensamiento ateo puede purificar la propia fe crística, esto es, la comprensión de la misma, sigo a autores como el filósofo católico francés Emmanuel Mounier, que no era de derechas, como lo eres tú, sino más bien de izquierdas, y que tuvo como «compañero en el viaje de la vida» a F. Niezsche.
Y nada más. Buen día.
Luis henrique, soy mas joven que tu.
A mi me recuerda el caso de Pilina Cimadevilla, niña española que murió hace unos 50 años y ya esta beatificada.
Descanse ya.
Tambien me recuerda al de la niña y hoy, Santa Pilina Cimadevilla, que descansa con Dios desde hace 50 años.
Olorapescadero:
¿Eres más joven que yo hasta el extremo de merecer que me descalifiques llamándome progresaurio? Si eres, Olorapescadero, el que creo que eres, agazapado tras ese alias, me creo que eres más saurio, por edad, que yo.
Pero lo que me puede llamar más la atención no es este asunto, sino la virulencia con la que a veces te refieres a comentarios míos.
Buen día. Saludos.
¿De que diantre se puede confesar una niña de 4 años???